Concertaci¨®n: un reto a la "visi¨®n de Estado"

La actualidad pol¨ªtica de estos d¨ªas tiene un nombre sumamente preciso: concertaci¨®n, t¨¦rmino que pretende significar una pol¨ªtica de entendimiento entre Gobierno y oposici¨®n en relaci¨®n a los temas fundamentales de la Espa?a actual, como son los que hacen referencia a las autonom¨ªas, terrorismo, paro, etc¨¦tera. En una palabra, una nueva versi¨®n del consenso, aunque, eso s¨ª, en condiciones pol¨ªticas bien diferentes: el miedo al golpe ha calado hondo entre la clase pol¨ªtica. ( ... )Pero hemos hablado de intereses de Estado y aqu¨ª reside el principal quid de la cuesti¨®n: no creeremos en la buena voluntad de una Administraci¨®n que, a la hora de encaminar temas como los de la autonom¨ªa, terrorismo y paro, no sientan a su mesa desde un primer momento a los dirigentes de una comunidad aut¨®noma, como la vasca, directamente amenazada por cada uno de los tres problemas. (...)

Madrid ha de comprender que resulta aterrador para los vascos, tras los atentados de los d¨ªas 19 y 21 de marzo, contemplar a su lendakari en la Moncloa el d¨ªa 24, con posterioridad a la toma de decisiones contra el terrorismo, en una actitud -al menos desde fuera- que m¨¢s parec¨ªa la de un reo al que se le comunica la sentencia que la de un presidente de la comunidad aut¨®noma vasca.

Esto no es, s¨¦panlo bien en Madrid, salvaguardar los intereses del Estado, que intereses son tambi¨¦n los nuestros, sino sectarismo y mezquindad. Madrid ha de saber de una vez por todas que, si los vascos somos espa?oles, es hora de que las sucesivas administraciones centrales lo adviertan, y obren en consecuencia. Si el futuro de la democracia espa?ola pasa -as¨ª se dice a menudo- por el Pa¨ªs Vasco, sus dirigentes no pueden permanecer ajenos a cierto tipo de decisiones. La visi¨®n de Estado es exigible, y hoy m¨¢s que nunca, a todos. ( ... )

, 8 de abril