Un invento de lo m¨¢s sofisticado
La nave espacial Columbia es, seg¨²n los ingenieros y t¨¦cnicos que la concibieron y construyeron, el ?ingenio volante m¨¢s sofisticado que jam¨¢s se haya inventado?. Despega como un cohete, viaja por el espacio como una nave c¨®smica y aterriza como un planeador. Utiliza la p¨®lvora, el ox¨ªgeno y el hidr¨®geno l¨ªquidos para la propulsi¨®n, va provisto de 49 motores de todos los tama?os, dispone de veintitr¨¦s antenas de los tipos m¨¢s diversos y cuenta con unos cuatrocientos ordenadores y microprocesadores.La inform¨¢tica m¨¢s moderna y la microelectr¨®nica m¨¢s perfecta viajan en la nave y, de hecho, bastar¨ªa con un solo astronauta para pilotarla, incluso en las fases m¨¢s cr¨ªticas del experimento, como es el aterrizaje. Siguiendo instrucciones programadas, el ingenio espacial puede abandonar la ¨®rbita terrestre y tomar tierra autom¨¢ticamente. No obstante, en este primer vuelo el comandante John Young podr¨¢ dar ¨®rdenes por su cuenta, por entender la NASA que ello aportar¨¢ una seguridad complementaria.
El cerebro de la nave est¨¢ integrado por cuatro potentes ordenadores IBM (y un quinto de reserva), los cuales se supervisan mutuamente a raz¨®n de cuatrocientas-veces por segundo, a fin de evitar el menor error, ya que todos, en todo momento, deben cumplir id¨¦ntica misi¨®n.
En el momento del lanzamiento, el ingenio espacial consta de tres partes diferenciadas: la nave Columbia propiamente dicha (la que permanecer¨¢ en ¨®rbita y aterrizar¨¢); de un gigantesco dep¨®sito externo con setecientas toneladas de hidr¨®geno y ox¨ªgeno l¨ªquidos (que se desprende antes de que el aparato entre en ¨®rbita y se desintegra); y de dos grandes cohetes propulsores que aportan la energ¨ªa necesaria para que la nave abandone la rampa de lanzamiento, y despu¨¦s caen al mar, donde son recuperados.
La cabina de mandos semeja -en grande- a la de un Jumbo, con cientos de botones e interruptores, tres pantallas de televisi¨®n y m¨²ltiples tableros de mando.
El segundo compartimiento habitable est¨¢ situado justo detr¨¢s de la cabina y queda reservado a los pasajeros e investigadores que viajen en los futuros vuelos, tres en principio. Aqu¨ª est¨¢n las literas, agua caliente y fr¨ªa, la despensa (74 platos y 20 bebidas diferentes), el comedor y los cuartos de ba?o (separados para mujeres y hombres) con ducha.
En el nivel inferior se encuentran los aparatos de control, los equipos y las piezas de recambio.
En el compartimiento de carga -18 metros de largo por 4,5 de ancho- cabr¨ªa un autocar de cincuenta plazas. Si se abren sus cuatro puertas, el hangar se convierte en una extra?a plataforma en la que pueden realizarse numerosos experimentos.
Este compartimiento podr¨¢ albergar, por ejemplo, al Laboratorio Espacial Europeo (Spacelab), a un gran telescopio o a, diferentes sat¨¦lites destinados a ser colocados en ¨®rbita. A partir del segundo vuelo, el Columbia ir¨¢ provisto de un gigantesco brazo capaz de recoger en vuelo a cualquier objeto que est¨¦ en ¨®rbita, a fin de proceder a su reparaci¨®n.
Los astronautas trabajar¨¢n en mangas de camisa, y no se pondr¨¢n la escafandra m¨¢s que en casos de emergencia o para salir al espacio. Para los pasajeros, si se provoca una cat¨¢strofe, est¨¢n previstos una especie de globos inflables en cuyo interior se encontrar¨¢n a salvo.
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