Los m¨¦dicos firmaron ayer el documento definitivo que pone fin a la huelga

Tanto los responsables de la Diputaci¨®n Provincial como los m¨¦dicos del Hospital Provincial se autoproclaman vencedores en la pugna mantenida desde que los segundos se pusieran en huelga, el pasado 2 de abril.La Diputaci¨®n, seg¨²n dijo ayer su presidente, el socialista Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez Colorado, porque ha quedado claro que ni se destitu¨ªa al director Barros ni se aceptaba un convenio exclusivo para los m¨¦dicos, y porque el sobreseimiento de los 32 expedientes a profesores jefes de servicio est¨¢ condicionado al reconocimiento expreso por parte de los afectados de la autoridad de la Diputaci¨®n Povincial, encarnada, en el hospital, en la persona de Mar¨ªa, G¨®mez Mendoza.

Las concesiones ofrecidas a los m¨¦dicos y aceptadas por ellos, y que se refieren a la elecci¨®n de tres subdirectores, a la participaci¨®n m¨¦dica en la organizaci¨®n del centro en sus aspectos puramente m¨¦dicos, y la constituci¨®n de la secci¨®n sindical de la Confederaci¨®n Estatal de Sindicatos M¨¦dicos, son cuestiones que ya estaban planteadas de hecho en el reglamento actualmente en estudio, que sustituir¨¢ al vigente cuando sea aprobado.

Los m¨¦dicos, sin embargo, hacen hincapi¨¦ en que lo ofrecido por la Diputaci¨®n se debi¨® a la presi¨®n de la huelga, y que sin ella nunca se hubiera conseguido ni siquiera eso. La no concesi¨®n del cese de Barros la disimulan argumentando que, al estar rodeado de tres subdirectores por abajo y el gerente por arriba, su importancia se minimiza mucho, y, por ¨²ltimo, la participaci¨®n en la organizaci¨®n de los aspectos m¨¦dicos del hospital y el reconocimiento de la secci¨®n sindical lo interpretan como un convenio franja, de hecho. La Diputaci¨®n la afirm¨® en su d¨ªa que la constituci¨®n de una secci¨®n sindical no es objeto de reconocimiento por parte de nadie. Si tienen sus documentos en regla, comienzan a funcionar, sin m¨¢s, y la Diputaci¨®n se limita a acusar recibo.

Puntos oscuros de la huelga

Con la falta de perspectiva del poco tiempo transcurrido desde el final de la huelga -los m¨¦dicos firmaron el acuerdo en la tarde de ayer- se pueden hacer, sin embargo, algunas consideraciones sobre este conflicto singular desarrollado en el Hospital Provincial. El primero es la aparente endeblez del motivo que lo inici¨®: la contrataci¨®n de anestesistaA lo largo del conflicto, la t¨®nica de confusi¨®n respecto a cu¨¢les eran los verdaderos motivos de la huelga se mantiene, incluso referido a los motivos formales y declarados. As¨ª, en la convocatoria de huelga, figuraba como ¨²nico motivo el acceder a un convenio-franja, al tiempo que se consideraban como irrenunciables el sobreseimiento de los dos primeros expedientes y la dimisi¨®n de Barros. De los dos expedientes, a los doctores D¨ªaz Pe?alver y Pereira, no se ha vuelto a hablar, y siguen su curso normalmente. Cuando el acuerdo elaborado en la reuni¨®n de Sancho Rof con la Diputaci¨®n y los m¨¦dicos fue rechazado por la asamblea de ¨¦stos, se pas¨® a presentar tres nuevas reivindicaciones, que tan¨ªan relaci¨®n, con las anteriores pero que las matizaban decisivamente.

Sindicalistas de Fuerza Nueva

Planeando sobre todo el conflicto estaba el convencimiento de la izquierda de que el hospital se hab¨ªa convertido en realidad en un campo de pruebas en el que los partidarios de una reforma en profundidad de la asistencia sanitaria y los defensores de privilegios elitistas estaban echando un pulso. El PSOE afirm¨® en su d¨ªa que del resultado de esta prueba depender¨ªa el alcance de las reformas que se podr¨ªan desarrollar a nivel nacional, lo que explica la posici¨®n de firmeza de la Diputaci¨®n. Por su parte, los m¨¦dicos han negado siempre que detr¨¢s de su conflicto estuviera la ley de incompatibilidades y el ejercicio privado de la medicina en hospitales p¨²blicos, y se han refugiado machaconamente en que, al margen de los puntos concretos reivindicados por los m¨¦dicos en huelga, estaba en juego la defensa de la dignidad de la profesi¨®n.En algunos momentos se tuvo la impresi¨®n de que, m¨¢s que los propios m¨¦dicos, era la Confederaci¨®n Estatal de Sindicatos M¨¦dicos la interesada en la extensi¨®n a nivel del conflicto, ayudada incondicionalmente por el Consejo General de Colegios M¨¦dicos y el Colegio Oficial de Madrid, sobre todo. Pero hay que se?alar que, al menos seg¨²n los escritos recibidos en EL PAIS, la gran mayor¨ªa de los apoyos a los huelguistas proven¨ªan de los ¨®rganos directivos de sus asociaciones profesionales. Y, al contrario, la gran mayor¨ªa de las adhesiones a la pol¨ªtica de la Diputaci¨®n la firmaban colectivos de m¨¦dicos de muchos hospitales del pa¨ªs, as¨ª como de los m¨¦dicos en paro, que suman unos 14.000 en toda Espa?a. En este sentido se puede hablar tal vez de una lucha de clases dentro de la profesi¨®n m¨¦dica, protagonizada por un sector profesional que controla las juntas directivas de los colegios y una gran parte de sus asociados.

Tambi¨¦n dentro del colectivo de m¨¦dicos del Hospital Provincial se ha dado un hecho parecido. Un sector de m¨¦dicos que en principio apoyaron la huelga, pero que luego comenzaron a sentirse cansados de la misma, y otro sector, que agrupa a varios de los profesores jefes de servicio y otros muchos de a pie, pero vinculados a Fuerza Nacional del Trabajo. La Diputaci¨®n resalt¨® ayer el que el acuerdo no fuera aprobado en la asamblea de m¨¦dicos celebrada el mi¨¦rcoles, en que se vot¨® a mano alzada, y s¨ª se aprobar¨¢ al d¨ªa siguiente, con votaci¨®n secreta, a pesar de que el contenido del documento era pr¨¢cticamente id¨¦ntico.

La "guerra" y la "batalla"

Una vez acabada la batalla de la huelga, la guerra sigue a otros niveles, y la izquierda no se hace demasiadas ilusiones de lo que pueda resultar cuando se discuta en las Cortes la ley de Incompatibilidades. Paralelamente a la huelga, el pasado s¨¢bado se celebraba en El Paular la segunda convenci¨®n sanitaria, que reuni¨® a tres destacados pol¨ªticos de UCD, Luis Gamir, Enrique de la Mata y Enrique S¨¢nchez de Le¨®n, con los representantes del Sindicato M¨¦dico Libre (que persigue los mismos objetivos que la Confederaci¨®n, pero que por disputas personales entre los dirigentes de ambas no se apoyan mutuamente en cuanto a conflictos laborales) de las mutuas de accidentes de trabajo, directivos de laboratorios farmac¨¦uticos, entre otros. En la reuni¨®n se habl¨® de las l¨ªneas maestras que, en su opini¨®n, deber¨ªa seguir la reorganizaci¨®n de la asistencia sanitaria en Espa?a.La Confederaci¨®n ya anunci¨® que, en caso de acuerdo en el hospital, desconvocar¨ªa la huelga general prevista para ¨²ltimos de abril, lo que no quiere decir que no pueda convocarse de nuevo, en caso de que no sean fruct¨ªferas las negociaciones que se realizan ahora con el ministerio sobre temas generales.