Cantar y Ta?er, trinchera de la m¨²sica de c¨¢mara
La vida musical madrile?a, que ha experimentado, c¨®mo es notorio, un crecimiento progresivo, padece de ciertas carencias importantes: no es la menor la de la m¨²sica de c¨¢mara en sentido estricto. Este g¨¦nero, tan bien cultivado cuando apenas exist¨ªan actividades sinf¨®nicas por distintas sociedades, con la benem¨¦rita Filarm¨®nica en cabeza y el antecedente de la Sociedad de Cuartetos, cuenta hoy, pr¨¢cticamente, con una sola trinchera: Cantar y Ta?er.Ahora, como clausura de curso, Cantar y Ta?er nos ha ofrecido la serie de Trios para cuerda, de Beethoven, interesante parcela por cuanto, al contrario de lo que sucede con otros g¨¦neros, se inscribe en un breve per¨ªodo creativo del compositor: el que va de 1792 a 1798. Sin embargo, por muchas conexiones que puedan existir con el pasado inmediato, en estas obras Beethoven asoma, con clara definici¨®n, los perfiles de su genio in conformista, los matices de su poderosa invenci¨®n.
Trio Bell'Arte, de Stangart
Trios, para cuerda, de Beethoven.Sala F¨¦nix. 8 y 9 de abril.
En dos sesiones, desarrolladas en d¨ªas consecutivos, en la sala F¨¦nix, el Trio Bell'Arte, de Stuttgart, ha ofrecido excelentes versiones de los Tr¨ªos opus 3 y 9, adem¨¢s del Opus 8 o Tr¨ªo serenata. Forman la agrupaci¨®n tres conocidos y prestigiosos instrumentistas alemanes: la violinista augsburguesa Susanne Lautenbacher, el violista Ulrich Koch, y el violonchelista Mart¨ªn Ostertag, de Braunschweig y L?rrach/Baden, respectivamente. Despu¨¦s de diez a?os largos de labor, han conseguido la dif¨ªcil unidad de t¨¦cnica y estilo, la fusi¨®n en un solo y triple instrumento de todas las caracter¨ªsticas individuales por v¨ªa de aportaci¨®n y enriquecimiento antes que por neutralizaci¨®n de las singularidades.
El Tr¨ªo Bell'Arte sirve a un ?ideal sonoro? desde conceptos interpretativos rigurosos, flexibles y de fuerte expresividad. La conformaci¨®n r¨ªtmica de sus versiones es excelente, as¨ª como la claridad de la textura, la buena conducci¨®n de las voces, los acentos, articulaciones, respiraciones y todo cuanto redunda en un magistral servicio a la m¨²sica de c¨¢mara, seg¨²n la concibe Beethoven cuando empieza a despegarse, m¨¢s o menos tenuemente, del clasicismo vienes y antes de enfilar su proa, decididamente, hacia el romanticismo.
A los cinco tr¨ªos, a?adieron Koch y Ostergar un interesante D¨²o con anteojos obligados, obra incompleta y no publicada hasta 1921.
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