Guerra abierta del Partido Socialista franc¨¦s contra la "monarqu¨ªa republicana" del actual presidente centrista
Empleo, democracia y paz en el mundo son los tres ejes definitorios del programa mitterranista. Como los otros candidatos, el socialista centra su campa?a en la reactivaci¨®n econ¨®mica para curar el mal de los tiempos presentes: el paro. Su plan: reconquista del mercado interior, esto es, relanzamiento del consumo interno para elevar el poder adquisitivo.Paralelamente, con el fin de facilitar el empleo, propone una pol¨ªtica de desarrollo de obras p¨²blicas, creaci¨®n de 2 10.000 puestos de trabajo en la funci¨®n p¨²blica y reducci¨®n progresiva de la jornada laboral hasta llegar a las 35 horas semanales.
Para evitar la dimensi¨®n inflacionista de las iniciativas precedentes, Mitterrand restablecer¨ªa el control de los precios en los sectores no sometidos a la competencia y penalizar¨ªa con un impuesto progresivo a las grandes fortunas.
Democracia: contra la ?inclinaci¨®n mon¨¢rquica? del giscardismo, Mitterrand restablecer¨ªa el equilibrio de los poderes, es decir, suprimir¨ªa algunos de los que hacen del presidente franc¨¦s el m¨¢s poderoso de Occidente. Y en el plano de la democracia econ¨®mica, propondr¨ªa la nacionalizaci¨®n de diez empresas o monopolios en la aeron¨¢utica, la banca y la qu¨ªmica, principalmente.
Su pol¨ªtica exterior, fundada en la paz, consistir¨ªa en afrontar con ?m¨¢s firmeza y claridad? a las superpotencias.
Aliarse con la derecha, mantenerse en la izquierda y, para ello, lidiar al PCF: tal ha sido el calvario de los socialistas galos durante los ¨²ltimos sesenta a?os cuando han querido gobernar. Y el calvario no ha terminado, puesto que si Mitterrand se convierte en presidente el pr¨®ximo d¨ªa 10 de mayo, gracias, sobre todo, a que ya no existe ?la Uni¨®n de la Izquierda? con los comunistas, ah¨ª est¨¢ el candidato del PCF, Georges Marchais, amenazando un d¨ªa y otro: ?No apoyaremos un Gobierno de izquierdas sin ministros comunistas?.
Por una mayor¨ªa de izquierda
El dilema estrat¨¦gico-ideol¨®gico del PS actual est¨¢ resuelto en apariencia. Cuando se present¨® por primera vez a la presidencia contra el general Charles de Gaulle, en 1965, en tanto que candidato de toda la izquierda, fue Mitterrand quien inici¨® la ?larga marcha? de los socialistas hacia el poder que no puede apoyarse ?m¨¢s que en una mayor¨ªa de izquierdas?, seg¨²n el congreso de Epinay.Desde aqu¨¦l, la final De Gaulle-Mitterrand, el socialismo de este pa¨ªs, que durante la IV Rep¨²blica se hab¨ªa ?manchado? en Gobiernos de derechas, pas¨® por el momento m¨¢s triste de su historia cuando en las presidenciales de 1969, capitaneado por Gaston Defferre, recogi¨® s¨®lo el 5% del electorado. El PS, fundado en Epinay por Mitterrand, represent¨® la resurrecci¨®n que lo ha convertido en una de las cuatro grandes fuerzas pol¨ªticas francesas.
Despu¨¦s, frente a Mitterrand, que nunca se defini¨® marxista, pero que es el hombre de la alianza con los comunistas, han surgido dos tendencias: la izquierdista representada por una minor¨ªa agrupada en el denominado ceres, y la considerada como socialdemocracia al frente de la otra figura contempor¨¢nea nacional del PS, Michel Rocard.
Socialismo de lo posible
El programa pol¨ªtico de Mitterrand mira de reojo al ?socialismo de lo posible?, la filosof¨ªa de la otra cultura francesa encarnada por su enemigo en el interior del Partido Socialista, Rocard.El candidato Mitterrand, con las fr¨¢giles riendas del PS en la mano, es el hombre del d¨ªa, espiado por los comunistas. S¨®lo si llega a presidente podr¨ªa convertirse en un h¨¦roe de la historia del socialismo galo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.