Autonom¨ªas

El problema de las autonom¨ªas se ha convertido, sin lugar a dudas, en el principal, o uno de los funda mentales, retos que se le plantean a la joven y maltrecha democracia espa?ola. En un principio, el tema s¨®lo era contemplado desde la perspectiva de Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco: m¨¢s tarde se unieron Galicia, Andaluc¨ªa, Valencia, Canarias, etc¨¦tera, sin que hasta el momento exista una verdadera y congruente pol¨ªtica auton¨®mica por parte de las distintas fuerzas pol¨ªticas del pa¨ªs.Es evidente que en las dos nacionalidades hist¨®ricas que son Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco el problema de la autonom¨ªa es fundamental y prioritario; pero nada se sabe de los intereses ocultos que puedan existir en cuanto a la potenciaci¨®n de las autonom¨ªas en otras regiones. Prueba de ello es que los principales partidos pol¨ªticos nacionalistas son en realidad un grupo de personas, pertenecientes a la clase dirigente y pudiente regional, que pretenden, a ra¨ªz de las autonom¨ªas, consolidar su poder y su fuerza e incluso aumentarlos. Si en este pa¨ªs no conseguimos que las fuerzas pol¨ªticas se aclaren sobre su papel a desempe?ar en la nueva estructura auton¨®mica que se pretende para la naci¨®n, est¨¢ claro que el futuro espa?ol pasar¨¢ por interminables crisis hasta que, esperemos que no, se acabe nuestra democracia antes incluso de haberla disfrutado./

Madrid.