El atracador Ronald Biggs, liberado en Barbados
En un golpe de suerte, Ronald Biggs, el eterno fugitivo brit¨¢nico que participara en el asalto al tren correo de Glasgow, en 1963, fue ayer puesto en libertad, tras una decisi¨®n del Tribunal Supremo de Barbados de invalidar la orden de extradici¨®n al Reino Unido, dictada hace unos d¨ªas contra el famoso ladr¨®n. Un fallo t¨¦cnico le salv¨®: el Parlamento de Barbados no hab¨ªa aprobado a¨²n el acuerdo de extradici¨®n ya firmado con el Reino Unido.Biggs, de 51 a?os de edad, particip¨® en el asalto al tren correo de Glasgow, en 1963, donde ¨¦l y su banda robaron m¨¢s de quinientos millones de pesetas. Biggs fue capturado y condenado a treinta a?os de prisi¨®n, pero dos a?os despu¨¦s se escap¨®, comenzando una vida de fugitivo que le llev¨®, primero, a Australia, y luego, con la polic¨ªa brit¨¢nica acos¨¢ndole, a Brasil. All¨ª, hace siete a?os, fue localizado de nuevo, pero el Gobierno brit¨¢nico no logr¨® una extradici¨®n porque Biggs era el padre de un ciudadano brasile?o, Michael, que ahora tiene seis a?os. Pasa a p¨¢gina 7
Un tratado de extradici¨®n que todav¨ªa no hab¨ªa entrado en vigor salvo a Ronald Biggs
Viene de primera p¨¢ginaEl pasado 16 de marzo fue secuestrado en un bar de R¨ªo de Janeiro, y trasladado por coche, avioneta y barco a Barbados, desde donde sus secuestradores pensaban que ser¨ªa deportado. Estos, entre los que se encuentran varios antiguos miembros del cuerpo de elite del Ej¨¦rcito brit¨¢nico, los SAS, est¨¢n en libertad, sin duda, disfrutando del dinero que les ha reportado esta extra?a operaci¨®n, en cuya organizaci¨®n se pensaba que estaba implicado el propio Biggs.
Biggs compareci¨® varias veces ante los tribunales de la capital de Barbados, Bridgetown, ya que el Gobierno brit¨¢nico hab¨ªa presentado una solicitud de extradici¨®n, que en un primer momento fue concedida; pero Biggs, que se encontraba en la c¨¢rcel, apel¨® contra esta decisi¨®n. Ayer, tras dos horas de deliberaci¨®n, el juez del Tribunal Supremo de Barbados, Denis Williams, decidi¨® invalidar esta orden por una raz¨®n que hab¨ªan descubierto los abogados del secuestrado: el Ministerio de Asuntos Exteriores de Barbados se hab¨ªa olvidado hacer aprobar por el Parlamento la ley ya firmada, de extradici¨®n con el Reino Unido.
Un Biggs tembloroso y sonriente sali¨® del recinto del Tribunal Supremo para verse inmerso en una muchedumbre que le aclam¨® como a un h¨¦roe. ?No me lo esperaba, es estupendo?, declar¨® Biggs. ?Lo que ahora deseo es volver a Brasil para reunirme con mi hijo?, a?adi¨® antes de dirigirse hacia la Embajada brasile?a. En Londres, la liberaci¨®n de Biggs no ha sentado muy bien. Un portavoz del fiscal general en Londres tan s¨®lo coment¨® que Biggs hab¨ªa sido puesto en libertad ?debido a un defecto en el sistema parlamentario de Barbados. Ha ocurrido y as¨ª es ?.
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