Casero, de nuevo expulsado de un hospital.

Francisco Casero, secretario general del Sindicato de Obreros del Campo (SOC), tuvo que abandonar ayer tarde -al cumplirse 33 d¨ªas de la huelga de hambre que mantiene- el hospital de San L¨¢zaro, propiedad de la Diputaci¨®n, donde se encontraba internado desde el d¨ªa anterior, tras ser obligado a marcharse de la residencia sanitaria de la Seguridad Social.La raz¨®n oficial de la expulsi¨®n ha sido que este hospital, que depende de una diputaci¨®n socialista, es un centro de beneficencia, lo que hace incorrecta administrativamente la permanencia de Casero en el mismo. El l¨ªder del SOC, que fue ingresado a las siete de la tarde en la cl¨ªnica privada del Sagrado Coraz¨®n, manifest¨® que hab¨ªa recibido un trato excelente en su corta estancia en el San L¨¢zaro.

Por otra parte, la comisi¨®n permanente del SOC decidi¨® ayer que continuasen las huelgas de hambre de Marinaleda y otras localidades andaluzas y la que mantiene desde hace 33 d¨ªas su secretario general, Francisco Casero, a la espera de que Rafael Escuredo, presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, les informe directamente y con detalles de los acuerdos a que lleg¨® el pasado jueves en sus entrevistas con Leopoldo Calvo Sotelo y los ministros de Agricultura y Trabajo.

En particular, tanto el SOC como las centrales sindicales mayoritarias -que realizan por su cuenta otro tipo de acciones- est¨¢n interesados en conocer si el compromiso del Gobierno de otorgar fondos para el empleo comunitario durante cuatro d¨ªas a la semana se aplicar¨¢ en todo lo que queda de a?o 1981, y si las comisiones de elaboraci¨®n del nuevo censo agrario y de seguimiento de las inversiones p¨²blicas previstas en Andaluc¨ªa van a tener funciones precisas.

Hay que destacar que los acuerdos conocidos de Escuredo con el Gobierno no hacen referencia a las medidas estructurales solicitadas reiteradamente por los sindicatos, tales como la reforma agraria, la repoblaci¨®n forestal, ordenaci¨®n de cultivos y aplicaci¨®n rigurosa de la ley de fincas manifiestamente mejorables, y m¨¢s bien parecen encaminadas a racionalizar el sistema de empleo comunitario que, de todas formas, es abiertamente impugnado por las fuerzas sociales.

Mientras tanto, la huelga de hambre continu¨® ayer en Marinaleda, al tiempo que se iniciaba un encierro de cincuenta hombres y mujeres en la iglesia de Santa Teresa, de Sevilla capital, y otras treinta est¨¢n recluidas en La Barca de la Florida (C¨¢diz).

Un numeroso grupo de intelectuales y profesionales andaluces hizo p¨²blico ayer un documento de solidaridad con las acciones de los jornaleros y exigiendo que la Junta de Andaluc¨ªa asuma sus responsabilidades ante el conflicto y el Gobierno conceda inversiones y poder pol¨ªtico a la comunidad andaluza. Entre los firmantes se encuentran Caballero Bonald, Vaz de Soto, Alfonso Grosso, Leopoldo Azancort, Fernando Qui?ones, Carlos Alvarez, Jos¨¦ Aumente, Antonio Miguel Bernal y el cantautor Carlos Cano.