Fernando Mart¨ªn jugar¨¢ en el Madrid
Fernando Mart¨ªn no se mover¨¢ de Madrid. Todo hace pensar que la cancha en la que entrenar¨¢ la pr¨®xima temporada ser¨¢ el Pabell¨®n de la Ciudad Deportiva blanca, pero en ning¨²n caso saldr¨¢ de la capital de Espa?a, pese a las ofertas millonarias del Barcelona. El Estudiantes har¨¢ un ¨²ltimo intento de que se quede en el Ramiro, ofreci¨¦ndole hasta dos millones por temporada, cantidad que podr¨ªa verse superada en el caso de que llegara a un acuerdo con una importante firma comercial.Es evidente que hay una especie de acuerdo verbal entre el Estudiantes, el jugador -padre por medio- y Real Madrid, pero no es menos cierto que el acuerdo carece de todo valor a la hora de la verdad. La directiva estudiantil, a la vista de c¨®mo se ha puesto la cosa, ha echado marcha atr¨¢s se ha percatado de que el pivot vale m¨¢s dinero y ha amenazado con retenerle para obtener m¨¢s dinero por el traspaso.
Intereses econ¨®micos
El Estudiantes se ha cansado de ser la cenicienta del baloncesto espa?ol -Ramos, Codina, Estrada, Escorial y Aito-, por citar algunos, se fueron por las buenas, y ahora que es subcampe¨®n opta por ponerse en otro plan. Ocurre que sigue haciendo las cosas regular, al margen de que se le est¨¦ torpedeando desde dentro y desde fuera por una serie de intereses econ¨®micos dif¨ªciles de demostrar.Fernando Mart¨ªn y Ricardo Mart¨ªn, su padre, quieren vestirse de blanco y lo conseguir¨¢n. Seguro. Pero deben hacerlo con humildad y sin olvidar que si hoy Fernando es quien es, aparte de sus excepcionales cualidades, es por obra y gracia del Ramiro de Maeztu. Por otro lado hay que aclarar que no est¨¢ nada claro, digan lo que digan, que sea el padre quien respalde la opini¨®n del jugador. M¨¢s bien parece todo lo contrario.
Que Fernando Mart¨ªn se pondr¨¢ la camiseta blanca se puede dar por hecho. El Estudiantes y el Madrid s¨®lo est¨¢n por ahora de acuerdo en una cosa y es que el pivot no salga de Madrid. Los colegiales que se precipitaron hace unos meses, al comprometerse verbalmente, quieren m¨¢s dinero por su jugador a la vista de los ofrecimientos que han llegado de otros clubes. Habr¨¢ posiblemente discusiones, pero no gran pol¨¦mica.
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