Un alto en el camino

Hace poco m¨¢s de una semana las valoraciones empresariales con respecto a la evoluci¨®n econ¨®mica no eran, ciertamente, optimistas. Pero desde el pasado lunes no es que sean pesimistas; es que no existen ni nadie se atreve a hacer futurolog¨ªa, y es l¨®gico. Sacudido el pa¨ªs por la conmoci¨®n de los ¨²ltimos atentados terroristas, apenas sirven ya los ¨²ltimos indicadores economicos y de poco valen las previsiones y las simulaciones matem¨¢ticas sobre lo que cabe esperar de los pr¨®ximos meses. Un escepticismo rayano en la desesperanza y una sensaci¨®n de impotencia cercana al miedo est¨¢n condicionando no s¨®lo las decisiones empresariales, sino, lo que es peor, incluso las opiniones. Los m¨¢s apasionados caen en el catastrofismo, mientras los optimistas impenitentes apenas se atreven a formular opiniones, y cuando lo hacen est¨¢n generalmente vac¨ªas de aut¨¦ntico contenido y tan s¨®lo rebosantes de ret¨®rica in¨²til. ( ... ) 9 de mayo