La reconversi¨®n sectorial acent¨²a las diferencias de Industria con Econom¨ªa y Hacienda
La pen¨²ltima versi¨®n del decreto-ley de reconversi¨®n industrial -antes mal llamado de reindustrializaci¨®n-, aprobado anteayer por la Comisi¨®n Delegada del Gobierno para Asuntos Econ¨®micos, y el decreto de reconversi¨®n de la siderurgia integral, aprobado antes que el anterior por el Consejo de Ministros del pasado viernes, han acentuado las diferencias del Ministerio de Industria con los de Econom¨ªa y Hacienda a nivel de criterios b¨¢sicos de una pol¨ªtica industrial en l¨ªnea con la pol¨ªtica econ¨®mica global. La incoherencia introducida por el cambio de pol¨ªtica industrial y las formas que han rodeado su implantaci¨®n han causado tambi¨¦n cierta perplejidad e incluso rechazo en algunos medios empresariales y de la Administraci¨®n.
En primer lugar, ha sorprendido en medios oficiales solventes que el propio Gobierno aprobara el decreto de reconversi¨®n de la siderurgia integral de menor rango y que es desarrollo natural del decreto-ley de reconversi¨®n sectorial, antes de que este ¨²ltimo hubiera sido discutido y publicado. Fuentes bien informadas se?alan que ni siquiera est¨¢n ambos, decreto y decreto-ley, redactados en su forma definitiva, sino que est¨¢n recibiendo los ¨²ltimos retoques y que lo realmente aprobado por el Gobierno han sido los t¨ªtulos y las l¨ªneas generales.La controvertida reconversi¨®n sectorial -muy parecida a las acciones concertadas de L¨®pez Rod¨®- ha contado tradicionalmente con el pl¨¢cet de todos aquellos empresarios que desean apuntalarse financieramente y sanear su tesorer¨ªa a costa de los Presupuestos Generales del Estado, mediante subvenciones, exenciones fiscales, cr¨¦ditos extraordinarios y otras prebendas oficiales.
Los sindicatos, por su parte, han participado tambi¨¦n en el fest¨ªn sider¨²rgico, con cierta complacencia, asegurando con ¨¦xito estabilidad en el empleo y subida salarial del 10,5% a los trabajadores de un sector en p¨¦rdidas que posee, sin embargo, una fuerte capacidad de presi¨®n social.
La negociaci¨®n sider¨²rgica entre el Ministerio de Industria -del Gobierno de UCD y UGT y CC OO de los Partidos Socialista y Comunista- ha precedido al decreto y al decreto-ley, y la reciente firma del documento entre Ignacio Bay¨®n, Nicol¨¢s Redondo y Marcelino Camacho, en olor de multitud, garantiza de antemano los aplausos de una amplia mayor¨ªa parlamentaria a diestra y siniestra cuando las Cortes tengan que convalidar esta norma.
?Las centrales sindicales han negociado pr¨¢cticamente el convenlo del sector sider¨²rgico integral, por tres a?os, con el Gobierno, lo que supone un peligroso precedente que puede hacerse extensivo a los dem¨¢s sectores, seg¨²n algunos empresarios consultados. La negociaci¨®n salarial debe hacerla, seg¨²n estos medios, cada empresa con sus trabajadores, para luego acudir al Gobierno y pedir ayuda a cambio de un previo y sacrificado ajuste real de todas las partes?.
Las subidas salariales y la se,,uridad en el empleo son proporcionales directamente, tal como ha mostrado la experiencia, a la capacidad de presi¨®n social y sindical de cada sector, al margen de las necesidades de ajuste real que precise cada empresa pai a sobrevivir con alguna posibilidad de futuro.
Seg¨²n impresiones muy generalizadas, recogidas por EL PAIS, el espect¨¢culo montado en torno a la siderurgia integral -de cuyas caracter¨ªsticas hemos informado en los ¨²ltimos d¨ªas- recuerda bastante al que tuvo lugar en diciembre de 1978 y que culmin¨® con la aprobaci¨®n por las Cortes de la ley 60/78, seg¨²n la cual se conced¨ªan cr¨¦ditos extraordinarios por valor de 23.500 millones de pesetas, para que la siderurgia integral se reconvirtiera en un sector competitivo y sano. El pre¨¢mbulo de aquella ley extraordinaria har¨ªan sonrojar a sus se?or¨ªas si lo leyeran ahora, ya que aquella inyecci¨®n de dinero p¨²blico fresco no ha servide como se dijo, y como se vuelve a decir ahora, para sanear y salvar a estas empresas tan afectadas poi la crisis econ¨®mica, sino para pagar sus crecientes salarios, refinanc¨ªar sus enormes deudas y respirar con cierto alivio malviviendo otros tres a?os, a la espera de la pr¨®xima reconversi¨®n.
Ajuste financiero antes que el real
El precedente de 1978 tiene en el nuevo decreto de Industria una clara continuidad, ya que, al parecer, seg¨²n los m¨¢s cr¨ªticos, supone b¨¢sicamente una concesi¨®n de cr¨¦ditos extraordinarios para subir los sueldos y asegurar el empleo -excepto en lo que ata?e a las 5.800 jubilaciones anticipadas- y aplazar las deudas.El ajuste pactado ha sido, por tanto, fundamentalmente financiero y no industrial, y supone, seg¨²n expertos solventes, un generoso programa de salvamento de urgencia -con una aportaci¨®n del Estado pr¨®xima a los 190.000 millones de pesetas- para reforzar la, tesorer¨ªa y la capacidad de aguante de la siderurgia integral, con su sobredimensi¨®n actual y en medio de una fuerte ca¨ªda de la demanda mundial.
?Al atacar los efectos de la crisis, en lugar de sus causas, est¨¢n haciendo cada vez m¨¢s irresoluble el problema?, nos ha comen tado un especialista sider¨²rgico. ?La crisis sider¨²rgica se ha producido por una ca¨ªda de la de manda y un fuerte aumento de los costes energ¨¦ticos, salariales, de materias primas, etc¨¦tera, con unas plantas obsoletas. El mayor crecimiento de los gastos, por en cima de los ingresos, ha produci do mayores p¨¦rdidas?.
Ayudar a quien se ayude
?En estas condiciones?, insisten los medios consultados, ?la empresas no generan cash-flow para retribuir al capital con beneficios ni para cubrir las amorti zaciones precisas, y ello contri buye a acentuar la necesidad de cr¨¦ditos para aliviar moment¨¢neamente los problema financieros que, en un c¨ªrculo vicioso, ahogan ahora a las tres sider¨²rgicas integrales. Necesitan dinero para tapar agujeros que son efecto de la crisis y no causa El problema no es de cr¨¦ditos sino de capital, pues se lo han ido comiendo a fuerza de p¨¦rdidas Pero nadie quiere meter capital en las integrales, lo que puede considerarse como una sana reacci¨®n del mercado?, dicen los m¨¢s liberales, ?que tiene intui ci¨®n para huir de donde no hay futuro?.Una vez hecho el ajuste real por las empresas y los trabajado res mediante la reducci¨®n dr¨¢stica de costes, el estudio de pro ductos a sustituir y el recambio de instalaciones y replanteamiento de dimensiones y capacidades, el Gobierno puede ayudar con anest¨¦sicos financieros y la socie dad puede ser solidaria con un sector que atraviesa malos momentos, pero que promete para el futuro. Aqu¨ª, sin embargo, la doctrina Bay¨®n ha impuesto el enchufe ben¨¦fico al Presupuesto del Estado antes de que las empresas hicieran sacrificio alguno a cambio. Siguiendo esta doctrina, los m¨¢s avispados han solicitado ya, al parecer, la reconversi¨®n tambi¨¦n financiera de multitud de sectores, incluido el de las autoescuelas.
?Este peligroso precedente de dar di?ero y generosos avales p¨²blicos antes de que las empresas realicen por su cuenta la cirug¨ªa precisa puede suponer una invitaci¨®n a la buena vida?, nos ha declarado un empresario que gana dinero en un sector que p¨²blicamente llora sus p¨¦rdidas.
La reacci¨®n en medios de la Administraci¨®n ha sido de perplejidad ante el supuesto abandono de responsabilidad en manos de Industria por parte del Ministerio de Econom¨ªa, encargado de velar por la pol¨ªtica financiera y, como ministerio horizontal, por que prevalezcan los intereses generales de la economia espa?ola por encima de los intereses sectoriales de la industria.
La batalla sider¨²rgica est¨¢ perdida para Econom¨ªa, seg¨²n medios oficiales, s¨®lo parcialmente, ya que se ha retocado bastante el contenido del decreto y del decreto-ley. En todo caso, la reconversi¨®n de un sector como el sider¨²rgico integral o el naval, en el que pr¨¢cticamente la totalidad del capital es p¨²blico y suman entre ambos media docen a de empresas grandes, tiene un tratamiento distinto que el de los sectores venideros, que son privados y con numerosas empresas.
La impresi¨®n recogida en dichos medios oficiales es que tratar¨¢n ahora de reconducir el tema enfriando las expectativas de los que pretend¨ªan un tratamiento semejante al de la siderurgia integral y del sector naval. Parece ser que, acabada la reconversi¨®n financiera de estos dos macrosectores casi p¨²blicos -190.000 y 60.000 millones, respectivamente, de ayuda-, el Gobierno estar¨ªa dispuesto a cerrar el grifo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Reconversi¨®n industrial
- Ministerio de Hacienda
- UCD
- I Legislatura Espa?a
- Presidencia Gobierno
- Gobierno de Espa?a
- Pol¨ªtica econ¨®mica
- Pol¨ªtica industrial
- Legislaturas pol¨ªticas
- Ministerios
- Gobierno
- Espa?a
- Administraci¨®n Estado
- Partidos pol¨ªticos
- Industria
- Pol¨ªtica
- Econom¨ªa
- Administraci¨®n p¨²blica
- Ministerio de Econom¨ªa, Comercio y Empresa
- Ministerio de Industria