Balas contra la paz

( ... ) El atentado contra Juan Pablo II en una visi¨®n de urgencia, encaja, y ah¨ª radica el horror, en el clima de distorsi¨®n a que ¨¦l se refiri¨®, esa brutal escalada de violencia e irracionalidad que sacude a la convivencia c¨ªvica en todo el mundo. Podemos entender esta barbarie por la proximidad, casi cotidianidad, de los b¨¢rbaros: nos explicamos esta bestialidad por la propia cercan¨ªa de las bestias.La atroz noticia ha dejado perplejo al mundo. Ahora se trata de que ¨¦ste no ceda a la tentaci¨®n de insensibilizarse ante ella. Las connotaciones morales y pol¨ªticas del hecho est¨¦n ah¨ª. Ahora se trata de conservar intacto nuestro sentido de la indignaci¨®n.

Pero esto no basta. Por muy ¨ªntima que sea la cuerda que hace vibrar en, nosotros, cat¨®licos o no cat¨®licos, un atentado de esta especie casi innombrable, hemos de nombrarlo, y pedir que se act¨²e en consecuencia. Porque, insistimos, se ha atacado al coraz¨®n de la paz misma, a uno de sus enclaves vitales, a un factor esencial no s¨®lo para el equilibrio, sino para la propia identidad de una gran parte de la humanidad. ( ... )