50 reclusos de la c¨¢rcel de Valencia denuncian las "condiciones inhumanas" del centro
A ra¨ªz de los incidentes ocurridos en la prisi¨®n de Valencia el domingo d¨ªa 3, al negarse parte de los reclusos de la segunda galer¨ªa a coger el rancho de la prisi¨®n, unos cincuenta reclusos han denunciado ante el juzgado los malos tratos a que fueron sometidos por aquellos hechos y las deficientes condiciones de habitabilidad en que viven dentro del recinto penitenciario.La denuncia, que fue pasada por las galer¨ªas para su firma, a espaldas de los funcionarios, se?ala que ?el hecho de haber sido sancionados con penas privativas de libertad no presupone en absoluto que esa privaci¨®n de libertad, por sus circunstancias inhumanas, a?adan un plus a la pena que el tribunal sentenciador haya dictado?. En su pre¨¢mbulo se?ala tambi¨¦n: ?Bastante penoso es de por s¨ª el mero hecho de la privaci¨®n de libertad, para que la falta de instalaciones adecuadas y la no aplicaci¨®n de las reglamentaciones penitenciarias vengan a establecer una nueva pena no prevista en el ordenamiento jur¨ªdico espa?ol?.
La denuncia apela al art¨ªculo 15 de la Constituci¨®n, que niega el uso de penas o tratos inhumanos o degradantes. Estos se producen en la prisi¨®n de Valencia, seg¨²n los denunciantes, por las malas condiciones del recinto. ?En la prisi¨®n de hombres de Valencia?, dice el texto de la denuncia, ?con capacidad m¨¢xima de cuatrocientos internos, se encuentran en este momento m¨¢s de mil, siendo la situaci¨®n absolutamente inhumana por falta material de literas, incluso de colchonetas, habi¨¦ndose dado casos de hacinamiento absolutamente inconcebibles. Instalaciones sanitarias, duchas, servicios higi¨¦nicos y patios se manifiestan totalmente insuficientes para la poblaci¨®n interna?. La denuncia contin¨²a diciendo: ?El problema se convierte en pesadilla en la cocina, por la falta de utillaje y vajilla, que es adecuada s¨®lo para la capacidad m¨¢xima de cuatrocientos internos?.
En otro momento la denuncia hace referencia a los hechos del domingo d¨ªa 3 y la necesidad de llamar la atenci¨®n ciudadana. ?Forzados a permanecer semidesnudos, con intervenci¨®n de la polic¨ªa antidisturbios, recluidos en celdas de castigo la mayor parte de los que consideran cabecillas, porque hemos agotado los medios reglamentarios a nuestro alcance en petici¨®n de que se mejorase nuestro sistema de vida, sin la menor reacci¨®n por parte de las autoridades carcelarias, queremos llamar la atenci¨®n de la ciudadan¨ªa?. Se pide el esclarecimiento de los hechos, y circunstancias, as¨ª como su comprobaci¨®n, para que se cumpla la ley org¨¢nica general penitenciaria de 26 de septiembre de 1979, que no est¨¢ en vigor ?por carecer de reglamento de desarrollo?.
Opini¨®n de la direcci¨®n
En relaci¨®n al contenido de la denuncia y frustrado mot¨ªn, el director de la c¨¢rcel, Juan Salcedo, accedi¨® a efectuar unas declaraciones despu¨¦s de haberlo intentado sin ¨¦xito d¨ªas atr¨¢s. Seg¨²n inform¨®, la actual poblaci¨®n reclusa, de 975 presos, supera m¨¢s del 100% la capacidad del recinto, que se proyect¨® en 1903 para cerca de quinientos reclusos repartidos en cuatro galer¨ªas. En la actualidad las cuatro est¨¢n ocupadas, si bien, con un presupuesto facilitado por la direcci¨®n general de instituciones penitenciarias, se van a reparar la primera, de menores, y la segunda, de preventivos sin trabajo. ?Colchones no nos han faltado nunca?, asegura. ?Camas nos faltaban cuando llegaban conducciones perif¨¦ricas?. Reconoce que en las celdas conviven varios presos por falta de espacio y ello hace que ?los insanos creen problemas a los presos normales?.El se?or Salcedo, que antes de ocupar este puesto, en octubre de 1978, se encontraba en la prisi¨®n de M¨¢laga, asegura que no se han tomado represalias especiales contra los presos implicados en los incidentes rese?ados. ?Fue un estallido un tanto inesperado, y adem¨¢s organizado por una minor¨ªa. El hecho es que cuando se dijo "no tomar comida", la inmensa mayor¨ªa lo ignoraba. Hubo un grupo que coaccion¨®?. Asimismo manifiesta que s¨®lo veintid¨®s, de cerca de cuatrocientos reclusos, han sido separados a la tercera galer¨ªa, la m¨¢s segura porque cuenta con puertas de hierro, ?cabe el error humano de que incluso se nos haya pasado alguno de los que realmente particip¨®?.
Por otra parte se?ala que la polic¨ªa antidisturbios ?se limit¨® a respaldar a los funcionarios?, quienes fueron repartiendo la comida celda por celda al haber sido boicoteado por los reclusos el reparto colectivo de la paella dominical. Juan Salcedo reconoce que la plantilla de 98 funcionarios, incluidos servicios administrativos, es insuficiente para atender a mil presos. ?Ha habido domingos que nueve funcionarios deb¨ªan cuidar todo el recinto?.
En relaci¨®n con las represalias denunciadas familiares de los presos aseguran que una madre lleva ocho d¨ªas sin poder comunicar con su hijo, aquejado de desequilibrios ps¨ªquicos, sin que se le explique la raz¨®n de esta incomunicaci¨®n que podr¨ªa estar relacionada con los incidentes ¨²ltimos.
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