Confusi¨®n de los italianos ante los referendos de hoy
Las ¨²ltimas encuestas sobre los cinco referendos, que votar¨¢n hoy m¨¢s de 42 millones de italianos, indican que uno de cada cuatro electores no sabe, ni siquiera, qu¨¦ es lo que se vota. Estas previsiones indican tambi¨¦n que, salvo la sorpresa que pueda proporcionar el elevado n¨²mero de indecisos o la abstenci¨®n, no pasar¨¢ ninguna de las cinco consultas populares: dos sobre el aborto (uno pr¨¢cticamente derogatorio de la actual ley, propuesto por los cat¨®licos conservadores del Movimiento por la Vida, y el otro, promocionado por los radicales, que pide la m¨¢xima liberalizaci¨®n del mismo), otra sobre la licencia para llevar armas, la cuarta sobre la abolici¨®n de la pena de cadena perpetua y la quinta sobre la derogaci¨®n de algunos de los poderes especiales concedidos a la polic¨ªa.
Estos tres ¨²ltimos tambi¨¦n han sido propuestos por los radicales. El resultado de esta qu¨ªntuple votaci¨®n tiene un marcado contenido pol¨ªtico.Cuando el ciudadano normal de Italia acuda a los colegios electorales, a partir de la ma?ana de hoy y hasta las dos de la tarde del lunes, se encontrar¨¢ en la cabina de voto con cinco papeletas, cada una de un color distinto, en las que hay dos recuadros, uno con el s¨ª y el otro con el no (deber¨¢ colocar una cruz en la que desee). El desconcierto y la desinformaci¨®n, a pesar de los esfuerzos de los medios de comunicaci¨®n de los partidos, es grande.
En primer lugar, porque votar no no significa abolir los art¨ªculos de ley existente en cada caso, sino todo lo contrario: oponerse a que esas normas sean derogadas, y viceversa, en el caso del s¨ª.
En segundo lugar, porque en cada papeleta de voto figura el texto de los art¨ªculos de la norma a refrendar, en una letra menuda, dif¨ªcil de leer en muchos casos, y, lo que es peor, en una jerga jur¨ªdica que s¨®lo los que tengan una formaci¨®n elevada pueden entender.
?La soluci¨®n a esta confusi¨®n de asuntos? No pocos electores votar¨¢n o bien todo s¨ª, con lo que apoyar¨¢n, simult¨¢neamente, la propuesta de los cat¨®licos conservadores y las superaperturista de los radicales sobre el aborto y dem¨¢s propuestas que han planteado, o bien dar un no qu¨ªntuple, lo que favorece, en l¨ªneas generales, a los partidos laicos de centroizquierda (excepto los radicales).
De todas maneras, la consulta del domingo y lunes, tal como se ha desarrollado la campa?a propagand¨ªstica, tiene un marcado contenido pol¨ªtico y social, en el que entran en juego aspectos muy vinculados a la vida social y pol¨ªtica.
De entrada, cabe destacar el contraste que supone, por ejemplo, el planteamiento de un refer¨¦ndum sobre la abolici¨®n de la cadena perpetua, con la realidad espa?ola. Mientras en nuestro pa¨ªs se habla, ante la grav¨ªsima espiral de terrorismo que sufrimos, de la reinstauraci¨®n de la pena de muerte, en Italia, que conoce tambi¨¦n este horrendo fen¨®meno, se plantea, precisamente, no volver a la pena capital, sino abolir el m¨¢s grave castigo que contemplan las leyes del pa¨ªs: la detenci¨®n por toda una vida.
Tambi¨¦n entraron en juego, a prop¨®sito del aborto, los derechos c¨ªvicos. Para el frente laico (comunistas, socialistas, socialdem¨®cratas y liberales), el triunfo de la abolici¨®n de facto de la ley que regula la interrupci¨®n de la maternidad, propuesta por los cat¨®licos conservadores, significar¨ªa en realidad un grave paso atr¨¢s en las conquistas de los derechos de la mujer.
Dentro de este marco de interpretaci¨®n pol¨ªtica hay que contemplar tambi¨¦n el fen¨®meno que constituye la experiencia de democracia directa que supone al refer¨¦ndum y el grado de incidencia que tienen en ella los partidos pol¨ªticos. Constitucionalmente, cualquier ciudadano tiene derecho a proponer la reforma de una ley, parcial o total, siempre que recoja 500.000 firmas, comprobadas, de apoyo.
Si se suman los votos recogidos por los distintos partidos en las ¨²ltimas elecciones y se traspasan a los cinco referendos, se obtendr¨ªa que, salvo el del aborto del Movimiento por la Vida, quedar¨ªa 43,6 % para el s¨ª y el 54,5 % para el no laico; las restantes consultas dar¨ªan un abrumador resultado para la papeleta negativa. Sin embargo, resulta poco probable que, por ejemplo, el refer¨¦ndum radical sobre el aborto obtenga s¨®lo el 3,4% de votos favorables.
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