Neumon¨ªa
En relaci¨®n con el grave desarrollo de lo que se ha querido llamar ?epidemia de neumon¨ªa at¨ªpica?, quisiera comunicarle la inquietud suscitada en los medios que frecuento, inquietud que, por supuesto, comparto, y que presumo se trata de una sensaci¨®n generalizada.Esta inquietud, que en algunos casos llega a ser verdadera alarma, se encuentra sustentada por las siguientes razones:
1. A los veinte d¨ªas de presentarse los primeros casos de neumon¨ªa at¨ªpica, siguen sin conocerse, al menos oficialmente, el germen causante y el origen de la citada enfermedad. Somos conscientes de las dificultades que entra?a la investigaci¨®n en tan corto espacio de tiempo de estos factores, aun contando con acreditados especialistas extranjeros. En este sentido pensamos que, desde el punto de vista cient¨ªfico, se est¨¢n poniendo los medios necesarios y realizando los mayores esfuerzos. Sin embargo, ciertos factores objetivos y comprobados, como pueden ser los g¨¦rmenes encontrados en los fallecidos, la r¨¢pida y violenta iniciaci¨®n. de la epidemia, la propagaci¨®n en el aire atmosf¨¦rico siguiendo trayectorias determinadas, el hecho de afectar a personas, animales y plantas, el posterior contagio por v¨ªa digestiva, etc¨¦tera, son factores que perfilan hip¨®tesis que deber¨ªan haberse se?alado con mayor claridad.
2. La falta de rigurosa informaci¨®n, incluso de falseamiento, de dicha informaci¨®n. La mejor raz¨®n de Estado, el evitar la muerte de los ciudadanos de dicho Estado. Deber¨ªa alertarse a las personas al¨¦rgicas al antibi¨®tico del tratamiento de la enfermedad, o a los que padecieran determinados trastornos. La alarma puede tambi¨¦n originarse por la sensaci¨®n de impotencia ante determinados problemas o el miedo a exigir responsabilidades.
3. La falta de rigurosas medidas preventivas. A pesar de las dificultades que, no dudamos, lleva consigo este tipo de problemas, deber¨ªan haberse dictado normas rigurosas de prevenci¨®n y, en algunos casos, de obligado cumplimiento, no simples consejos m¨¦dicos, que posiblemente hubieran evitado alguna desgracia ya irreparable.
4. En el caso en que las v¨ªctimas sigan aumentando y el problema se agrave por la falta de hospitales y unidades de vigilancia intensiva, desconocemos cu¨¢les son los planes y las medidas que se van a aplicar./
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