Sobre golpismo, terrorismo

A los tres meses exactos del 23 de febrero los espa?oles volvernos a tener el coraz¨®n en un pu?o bajo la amenaza del terrorismo golpista. Si entonces se humill¨® al Parlamento y se quiso pisotear la Constituci¨®n que el pueblo espa?ol libremente se diera a s¨ª mismo, ahora se trata de forzar la liberaci¨®n de los mayores responsables de aquel grav¨ªsimo delito y se hace poniendo en juego la vida de dos centenares de inocentes.( ... )Pero hoy, los datos que poseemos son m¨¢s que suficientes para definir este gesto como terrorismo puro sin atenuantes, con much¨ªsimos agravantes. Formen quienes formen el grupo agresor es absurdo lo que piden N, vand¨¢lico el modo de pedirlo. Ni las personas para las que se pide la libertad aceptar¨¢n jam¨¢s una liberaci¨®n con chantaje (habr¨ªa que perder para ello el ¨²ltimo resto de honor) ni el Gobierno puede tener la m¨¢s m¨ªnima vacilaci¨®n en su negativa a tan absurdas peticiones.

El hecho resultar¨ªa mucho m¨¢s grave si se confirmaran las sospechas de que algunos de los asaltantes-pudicran ser miembros de alg¨²n Cuerpo armado o hubieran re cibido de ¨¦l las armas que portan. Aunque los datos que inclinan a ello parecen serios, nos resistimos a¨²n a creer tan disparatada hip¨®tesis. No es posible que tras el ejemplo colectivo de obediencia y disciplina que las Fuerzas Armadas y la propia Guardia Civil en su ampl¨ªsima mayor¨ªa dieron el 23 de febrero, pudieran hoy, reincidir algunos poni¨¦ndose al rasero de los atraca dores de Bancos o secuestradores de personas. Una hip¨®tesis as¨ª, de confirinarse, conducir¨ªa a conclusiones, muchos m¨¢s radicales que obligaran a cortar de ra¨ªz la corrupci¨®n all¨ª donde est¨¦. Pues no hay corrupci¨®n m¨¢s grave en un Cuerpo armado que la indisciplina de sus miembros.( ... )

No queremos hoy profundizar especialmente en las ra¨ªces de este nuevo ataque a la democracia. Tiempo tendremos en los pr¨®ximos d¨ªas, y confiamos en que podremos hacerlo con mayor paz que hoy. Pero s¨ª queremos, al menos, se?alar que no habr¨¢ dejado de influir en lo que hoy ocurre en Barcelona el clima de exaltaci¨®n del golpismo que se ha venido tolerando en estos tres meses. Una mucho mayor rapidez en el juicio de los encausados habr¨ªa dejado ya las cosas en su sitio. Asombrosamente. en estos meses hemos asistido al espect¨¢culo de un creciente entusiasmo, de los golpistas, como si en realidad hubieran conseguido sus objetivos el pasado 23 de febrero. Y por el pa¨ªs se difund¨ªa la sensaci¨®n de impunidad de quienes entonces delinquieron, junto a otra continuada sensaci¨®n de debilidad y de indecisi¨®n en quienes tienen la autoridad para impedirlo. Con ello no s¨®lo se resquebraja la autoridad de los gobernantes; el mismo papel de la disciplina en los ej¨¦rcitos queda disminuido.( ... )

, 24 de mayo