Arenga patri¨®tica de Reagan a los oficiales de la Academia de West Point
Rodeado de, excepcionales medidas de seguridad, el presidente norteamericano, Ronald Reagan, exalt¨® en West Point el ?nuevo esp¨ªritu? de patriotismo que vive otra vez Estados Unidos, superadas las aberraciones pasajeras de falta de confianza y el s¨ªndrome de Vietnam.
El presidente habl¨® ante 906 nuevos oficiales del Ej¨¦rcito norteamericano graduados en la c¨¦lebre Academia Militar de West Point, en el Estado de Nueva York.Las 15,000 personas que asistieron al acto en el estadio Michie pasaron previamente por detectores de metal, para evitar el eventual desliz de pistolas u otras armas. Agentes del servicio secreto y polic¨ªa militar verificaron al mismo tiempo las acreditaciones de los periodistas. Nadie olvida que el pasado 30 de: marzo el presidente Ronald Reagan sufri¨® un intento de asesinato, cuyo autor, John Hinckley, se hab¨ªa colocado en primera fila entre los fot¨®grafos y operadores de televisi¨®n que esperaban la salida de Reagan de un c¨¦ntrico hotel de Washington.
Ronald Reagan defendi¨® en West Point el refuerzo del potencial militar norteamericano, recordando que fue el ¨²nico cap¨ªtulo del presupuesto federal para 1982 que vio aumentar su dotaci¨®n. Presupuesto aprobado por ?un Congreso donde no hab¨ªa dem¨®cratas o republicanos, s¨®lo americanos?, dijo Reagan refiri¨¦ndose a la victoria pol¨ªtica lograda hace unas semanas en el Capitolio.
?Prepararse para la guerra es una de las maneras m¨¢s efectivas para preservar la paz?, declar¨® Reagan, citando la frase del primer presidente de Estados Unidos, George Washington.
Situando la defensa como cap¨ªtulo primordial para el poder¨ªo estadounidense, Reagan se?al¨® los ¨²ltimos incrementos salariales para el personal militar, que alcanzar¨¢n el 16,2% en 1981.
Sin nuevos ?ataques? verbales particulares; contra la Uni¨®n Sovi¨¦tica, en contra de lo que viene siendo tradicional en toda alocuci¨®n p¨²blica de Ronald Reagan, el presidente de Estados Unidos se mostr¨® contrario a la instauraci¨®n del registro militar obligatorio.
La medida, que hab¨ªa sido propuesta por el presidente Jimmy Carter a ra¨ªz de la invasi¨®n sovi¨¦tica en Afganist¨¢n y la situaci¨®n provocada por la toma de rehenes en Ir¨¢n, fue motivo de serias protestas entre los j¨®venes estadounidenses. Reagan mantiene sus promesas electorales, oponi¨¦ndose al registro obligatorio, primer paso para un eventual servicio militar en caso de crisis.
El presidente anunci¨® en West Point que Caspar Weinberger, secretario de Defensa, estudia, a propuesta de la Casa Blanca, la creaci¨®n de una fuerza militar especial, integrada en permanencia por voluntarios, capaz de sustituir el programa de registro militar obligatorio en tiempo de paz.
Simult¨¢neamente al acto presidencial en West Point, el vicepresidente, George Bush, habl¨® ante la nueva promoci¨®n de cadetes en la Academia de la Marina, situada en Ann¨¢polis (Estado de Maryland), a unos cuarenta kil¨®metros de Washington. Bush record¨® el papel ?crucial? de la Marina en la defensa de Estados Unidos, en un acto ensombrecido por el accidente ocurrido horas antes en el portaviones Nimitz, en las costas de Florida, que cost¨® la vida a catorce infantes de Marina al estrellarse un avi¨®n de caza en la cubierta.
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