El p¨²blico se empe?¨® en divertirse en Aranjuez
Se supone que una corrida del tipo de la que se celebra todos los a?os el 30 de mayo en Aranjuez se organiza para que el p¨²blico lo pase por todo lo alto. Acudir a ella forma parte de un rito ineludible, del que no puede separarse el paseo entre el trompeteo de las pe?as, chupando caramelos y polos y llevando a los ni?os envueltos en globitos de colores. Luego, en la plaza, hay que dejarse llevar por una especie de orgi¨¢stica rutina, que conduce a ovacionar todo lo que se hace en el ruedo y agitar el pa?uelo pidiendo trofeos, en compa?¨ªa sonora del alaridos de entusiasmo, hasta conseguir que el presidente asome el suyo por el palco. Todo ello, sin importar las condiciones de las reses y c¨®mo se toree y mate al toro.Por eso resulta extra?o que se pidiera la devoluci¨®n del berrendito que sali¨® en segundo lugar, en el que el p¨²blico quiso ver una imperceptible cojera. Seguramente se trataba de ponerse la barba de la seriedad, al menos por una vez, para que no se diga que la plaza de Aranjuez es menos severa que la de Las Ventas. Y resulta tambi¨¦n ins¨®lito que no se ovacionara con fuerza a Curro Romero, que se qued¨® quieto en el cuarto de la tarde y consigui¨® algunos muletazos con finura y torer¨ªa. Si no pudo sacar m¨¢s fue por las condiciones de flojedad del toro, que no ten¨ªa mucho recorrido.
Plaza de toros de Aranjuez
Tres toros de Carlos N¨²?ez, lidiados en primero, quinto y sexto lugar, y los tres restantes, de N¨²?ez Moreno Guerra. Todos chicos y anovillados, excepto el sexto, de m¨¢s cuajo. El segundo, un toro de Carlos N¨²?ez, fue devuelto al corral por supuesta cojera. Curro Romero, pitos, divisi¨®n. Palomo Linares, dos orejas, dos orejas y rabo. Manzanares, una oreja, dos orejas.
Palomo y Manzanares se llevaron un mont¨®n de trofeos. Cada uno en su l¨ªnea torearon a los flojitos toros de N¨²?ez, que hab¨ªan sido escogidos precisamente para contribuir al ¨¦xito de esta corrida. Manzanares, con un toreo muy templado, sin entregarse en ning¨²n momento. Palomo, con m¨¢s coraje, con m¨¢s aspavientos, con m¨¢s recursos para la galer¨ªa. Manzanares fall¨® con la espada en el sexto, pues el toro muri¨® tras un pinchazo, otro pinchazo hondo y un descabello. Pero, pese a todo, se pidieron con fuerza, y se concedieron, las dos orejas, porque de lo que se trataba era de divertirse.
Por a?adidura, la corrida contaba con un presidente que parec¨ªa estar a las ¨®rdenes de los toreros, y as¨ª obedec¨ªa con rapidez las peticiones de cambio de tercio y de dosificaci¨®n de los puyazos y las bander?llas que hab¨ªan que poner a cada toro. De todos modos, no.se dej¨® coaccionar cuando el pe¨®n Bojilla hac¨ªa gestos ostensibles, con el rabo del toro en la mano, para que se cortara este trofeo en el primer toro de Palomo. El p¨²blico se empe?¨® en que su ¨ªdolo, el torero de Linares, se llevara este trofeo y pidi¨® ruidosamente el rabo para el matador despu¨¦s de la muerte del quinto toro. Cuando el matador daba la vuelta al ruedo, acompa?ado de la cuadrilla, el pe¨®n Bojilla se dirigi¨® al palco del presidente y, con la mano en el trasero, hizo un gesto para indicar que, por fin, su maestro hab¨ªa obtenido el ansiado trofeo.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.