Mal momento, sin excepciones, para los fabricantes de autom¨®viles
La reciente subida generalizada de precios en los autom¨®viles, llegada en un momento de franca recesi¨®n en el mercado interior y en las exportaciones, supondr¨¢ un agravamiento en dicha recesi¨®n y, por tanto, un agravamiento de la profunda crisis por la que atraviesa el sector. Seg¨²n los datos de ANFAC de los primeros meses del a?o, la producci¨®n ha disminuido considerablemente, las ventas han bajado de forma generalizada en todas las actividades del sector y el alto nivel de existencias ha crecido a¨²n m¨¢s. Es de esperar, por tanto, que la situaci¨®n laboral se deteriore.
En estas condiciones, la subida realizada esta pasada semana, de un promedio generalizado del 5%, aproximadamente, no s¨®lo no contribuir¨¢ a mejorar el problema, sino que, antes a¨ªcontrario, producir¨¢ un agravamiento del mismo.Los fabricantes espa?oles, en los primeros meses del a?o, contabilizaron fuertes retrocesos tanto en la producci¨®n como en las ventas interiores y en las exportaciones. Con respecto a la producci¨®n, las bajas oscilan alrededor del 40% en el caso de Seat, Talbot y Citro?n, con respecto al mismo per¨ªodo del pasado a?o, juzgado como muy malo por todos los componentes del sector. Hasta Renault, que hasta hace poco parec¨ªa salir airosa de la crisis generalizada, como ¨²nica excepci¨®n a la misma, tambi¨¦n retrocedi¨® en su producci¨®n, con lo que ya ninguno de los cinco fabricantes espa?oles se salva de la situaci¨®n.
En las ventas interiores, la propla Renault y Citro¨¦n forman el d¨²o de empresas con importantes retrocesos, mientras que Talbot, Seat y Ford mejoraron sensiblemente con respecto al mismo per¨ªodo del pasado a?o.
Con respecto a la exportaci¨®n, que hasta hace poco hab¨ªa servido para aliviar un poco la gravedad de la situaci¨®n para los fabricantes espa?oles, la crisis es un a¨²n m¨¢s generalizada. Las cifras de unidades exportadas bajaron en todos los casos, salvo el de Ford, que se mantuvo en una situaci¨®n similar al mismo per¨ªodo de los primeros meses del pasado a?o. Pero el resto, y sobre todo Seat, perdieron much¨ªsimas ventas.
La exportaci¨®n puede agravarse mas
Esta situaci¨®n, aplicable tambi¨¦n a otros ramos del sector, se ver¨¢ agravada ahora por el alza de los precios de los autom¨®viles y por el problema que, sin duda, se plantear¨¢ con las exportaciones. En la Europa comunitaria, y sobre todo en el Reino Unido, comienzan a alzarse vorces de protesta por la entrada en diferentes pa¨ªses de coches fabricados en Espa?a. Las quejas se centran, fundamentalmente, en la competencia desleal, agravada por la crisis que padecen tambi¨¦n los fabricantes de autom¨®viles de aquellos pa¨ªses. Para el Gobierno brit¨¢nico, por ejemplo, que padece la grav¨ªsima situaci¨®n de la British Leyland, aut¨¦ntica sangr¨ªa econ¨®mica, la venta de coches espa?oles es dif¨ªcilmente admisible, porque, seg¨²n ha hecho saber el Gobierno de Londres, la entrada en Espa?a de autom¨®viles brit¨¢nicos est¨¢ gravada con fort¨ªsimas cargas arancelarias que hacen muy dif¨ªcil su posterior venta en el mercado espa?ol.Por otra parte, el hecho de que, salvo en el caso coyuntural de Seat, el resto de los fabricantes pertenezcan a multinacionales con sede en otros pa¨ªses dif¨ªcultar¨¢ a¨²n m¨¢s el problema de la exportaci¨®n. Dif¨ªcilmente soportar¨¢ una firma francesa, que pasa por una situaci¨®n dif¨ªcil en su propio pa¨ªs, que los coches que se vendan en el mismo no est¨¦n fabricados en sus plantas nacionales, sino importados desde Espa?a.
Los fabricantes espa?oles cargan todas sus culpas en la crisis econ¨®mica y en la Administraci¨®n. La desproporcionada fiscalidad, que grava los autom¨®viles, primero, en su compra, y luego, cada a?o, y el elevado precio de la gasolina son las dos razones fundamentales que argumentan los fabricantes como causa.de todos sus males. Pero no indican que, siendo claros componentes de la retracci¨®n, no son los ¨²nicos. La falta de planificaci¨®n, la pol¨ªtica industrial y econ¨®mica, el acabado de sus productos y el abandono en el que, generalmente, dejanal usuario una vez que le han vendido un coche son razones, por lo menos, tan importantes como las anteriores. Sin olvidar tampoco el elevado precio de los autom¨®viles.de fabricaci¨®n nacional, incrementado recientemente en un 5%.
Nuevos expedientes de regulaci¨®n pueden llegar en breve
Por todo ello, la t¨®nica general del sector no tiene visos de soluci¨®n. El mercado espa?ol es potencialmente bueno. El nivel de motorizaci¨®n es todav¨ªa muy bajo. En Espa?a, por cada mil habitantes hay pr¨¢cticamente la mitad de coches que en la Europa occidental y casi la cuarta parte que en Estados Unidos. Pero a ese mercado hay que prestarle una atenci¨®n radicalmente opuesta a la que, hasta ahora, le ha dedicado la Administraci¨®n y los fabricantes. Los primeros, porque para la Administraci¨®n espa?ola el autom¨®vil ha sido, y sigue siendo, un recurso muy f¨¢cil como fuente de ingresos. Y los segundos, porque la ¨¦poca en la que los coches, m¨¢s que venderse, se despachaban ha terminado ya y ahora tienen que acostumbrarse a una pol¨ªtica de ventas en competencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.