La crisis econ¨®mica y el conservadurismo dificultan la expansi¨®n de las artes en Inglaterra
El Reino Unido es un pa¨ªs que tradicionalmente ha disfrutado de una sustancial ayuda gubernamental a las artes, pero la crisis econ¨®mica y la pol¨ªtica gubernamental conservadora est¨¢n creando serias dificultades en las ayudas culturales, que para este a?o se elevan a 36.000 millones de pesetas. La mayor parte de este presupuesto est¨¢ canalizado hacia el Arts Council (Consejo de las Artes), pero esta instituci¨®n se preocupa m¨¢s por mantener la herencia cultural brit¨¢nica y por las llamadas performing arts (artes de espect¨¢culo o representaciones) que por el arte creativo.
Una de las consecuencias de esta crisis econ¨®mica es precisamente la amenaza financiera que se cierne sobre la Opera Nacional Inglesa y el Ballet de Covent Garden, que, junto con el Royal Sadler's Wells Ballet, celebran este a?o el 50? aniversario de su fundaci¨®n (v¨¦ase EL PAIS de ayer). A pesar de todas estas dificultades econ¨®micas, Londres contin¨²a siendo uno de los centros de la cultura mundial. Los festivales brit¨¢nicos siguen siendo famosos, especialmente el de Edimburgo, y la entrada a la mayor¨ªa de los museos es todav¨ªa gratuita.La promoci¨®n oficial de las artes cae bajo la responsabilidad del ministro de Estado para las Artes, en la actualidad Paul Channon, dentro del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia, aunque esta pauta de organizaci¨®n puede variar.
Esta actividad de promoci¨®n se lleva a cabo desde la Oficina de Artes y Bibliotecas, que para 1981-1982 tiene un presupuesto de unos 36.000 millones de pesetas (es decir, un 7% m¨¢s que el a?o anterior, lo cual no basta para paliar los efectos de la inflaci¨®n). La mayor¨ªa de esta ayuda gubernamental se va en subvenciones a organizaciones independientes.
Los nueve principales museos nacionales (existen mil museos en el pa¨ªs) se llevan el 25% de este presupuesto; la Biblioteca Brit¨¢nica, un 21%. La mayor p¨¦rdida est¨¢ destinada al Arts Council (Consejo de las Artes), que recibe un 44% del citado presupuesto (unos 15.200 millones de pesetas, un 14,3% m¨¢s que el a?o anterior).
Ayuda t¨¦cnica y financiera
El Arts Council, fundado en 1946, ayuda t¨¦cnica y financieramente a muchas organizaciones, desde las compa?¨ªas nacionales de ¨®pera, ballet y teatro (que se llevan un 26% de su presupuesto) hasta los grupos experimentales. El Arts Council, adem¨¢s de la ayuda a estas compa?¨ªas nacionales, destina un 7,4% de su presupuesto a la m¨²sica; un 3%, a las compa?¨ªas de baile; un 13%, a otros teatros; un 8,5%, a las giras de ¨®pera por elpa¨ªs; un 9,5%, a las asociaciones regionales de arte, y un 4,8%, a las exposiciones y becas a artistas individuales (entre otras cosas, el Arts Council lleva la famosa galer¨ªa Hayward, de Londres).
Adem¨¢s, el Arts Council destina un 11,8% y un 6,8%, respectivamente, de los fondos que recibe del Gobierno a los Arts Councils de Escocia y de Gales. Irlanda del Norte tiene un Consejo de las Artes independiente del de Londres.
Asociaciones de arte
En el ¨¢mbito regional hay diecisiete asociaciones de Arte en Inglaterra y Gales financiadas conjuntamente por el Arts Council, las autoridades locales y fondos privados. As¨ª, el Ayuntamiento de Londres colabor¨® en la construcci¨®n del Teatro Nacional. Los Ayuntamientos financian, por otra parte, bibliotecas y otros centros y actividades culturales y art¨ªsticas. De la promoci¨®n del arte brit¨¢nico en el extranjero se encarga el Consejo Brit¨¢nico (British Council).
El desarrollo del cine y de la televisi¨®n como arte ha sido centralizado principalmente en el Instituto Brit¨¢nico de Cine (BFI), fundado en 1933, y que para 1981-1982 cuenta con una ayuda gubernamental de 1.200 millones de pesetas (11% m¨¢s que el a?o anterior y un 3,5% del presupuesto de las artes). La agencia de fondos para el cine brit¨¢nico recauda un porcentaje de los precios de las entradas, normalmente un 7%, aunque var¨ªa, que luego utiliza para promocionar este arte en el Reino Unido. Un 30% de las pel¨ªculas proyectadas cada a?o en los cines del pa¨ªs deben ser brit¨¢nicas o de pa¨ªses de la Comunidad Europea. El Gobierno no invierte directamente en esta industria, pero la corporaci¨®n nacional para la financiaci¨®n del cine concede cr¨¦ditos del Gobierno y de otros fondos para la producci¨®n y distribuci¨®n de pel¨ªculas.
El Arts Council una instituci¨®n conservadora
En abril, el Arts Council de Gran Breta?a anunci¨® que practicamente suprimir¨ªa las becas a los escritores, una decisi¨®n a¨²n no definitiva que ha hecho correr mucha tinta a pesar de que esta partida representa tan s¨®lo un 1% de los gastos estatales en las artes del pa¨ªs. Sin embargo, ilustra la orientaci¨®n del Arts Council m¨¢s hacia las instituciones que hacia los individuos, y m¨¢s hacia lo que se llama performing arts (arte de espect¨¢culo o representado) frente al arte creativo.Con esta pol¨ªtica, el Arts Council, creado en 1946 bajo la influencia del economista John Maynard Keynes, se ha convertido en una instituci¨®n conservadora, m¨¢s preocupada en mantener la herencia cultural brit¨¢nica que en abrir nuevas sendas al arte. Cuatro quintos de su presupuesto van a parar a estas artes de espect¨¢culo.
Existe, sin embargo, un acuerdo general de que sin el Arts Council hubieran sido imposibles muchas de las representaciones de estos espect¨¢culos consagrados que tanto han contribuido a la vida de Londres y otras ciudades brit¨¢nicas: la ¨®pera, el ballet y el teatro.
Estas ya cl¨¢sicas instituciones est¨¢n tambi¨¦n en crisis, ya que los espect¨¢culos que montan est¨¢n resultando cada vez m¨¢s costosos, al tiempo que se ven amenazadas por los recortes en el presupuesto brit¨¢nico. El Gobierno Thatcher quiere reducir en un 4%, de aqu¨ª a tres a?os, sus gastos en educaci¨®n, ciencia, arte y bibliotecas. Hay excepciones, y una de ellas es la Royal Shakespeare Company. No se ven demasiado amenazados por los recortes, pues est¨¢n ?en la l¨ªnea cl¨¢sica?, seg¨²n coment¨® a EL PAIS uno de sus portavoces. Tienen tres teatros, dos en Londres y uno en Stratford -la ciudad natal del autor de La Tempestad-, y cuentan con unos 150 actores.
La compa?¨ªa obtiene un 40% de sus ingresos de subvenciones, principalmente del Arts Council, y un 56% de sus taquillas. Su ¨²ltima obra de ¨¦xiio, con la que ha rehecho sus finanzas, ha sido la adaptaci¨®n teatral de la novela de Charles Dickens, Nicholas Nickleby, bajo la direcci¨®n de John Caird y de Trevor Nunn. Para representarla -dura m¨¢s de seis horas y se puede elegir entre verla en dos d¨ªas o en una sola sesi¨®n maraton¨ªana un s¨¢bado- requiere la presencia en el escenario de unos cuarenta actores. Malas lenguas se?alan que la obra fue montada para demostrar a las autoridades que la compa?¨ªa segu¨ªa necesitando todos los actores de que dispon¨ªa.
En cualquier caso, la verdad es que N¨ªcholas Nickleby produce, un lleno cada vez que es representada en el teatro Aldwych, de Londres. La mezcla de clasicismo e innovaci¨®n a¨²n cuenta con el apoyo del p¨²blico londinense, el cual, con su presencia, ha ayudado, por el momento, a ahuyentar del Royal Shakespeare Company el fantasma de los recortes presupuestari¨®s y del n¨²mero de producciones. Muchas otras instituciones desear¨ªan lo mismo.
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