B¨¦lgica se afirma como uno de los principales interlocutores econ¨®micos de Argelia
Una delegaci¨®n gubernamental belga, encabezada por el primer ministro adjunto para temas econ¨®micos, Willy Claes, y el ministro de Comercio Exterior, Robert Urbain, concluy¨® ayer una visita oficial a Argelia, con la firma de una serie de acuerdos de cooperaci¨®n destinados a hacer de Bruselas uno de los primeros interlocutores de este pa¨ªs africano, en el terreno econ¨®mico. Con la perspectiva de llegar a una balanza comercial del orden de los 26.000 millones de francos belgas a finales de este a?o, B¨¦lgica se sit¨²a ahora en cuarto lugar de los pa¨ªses vendedores a Argelia, detr¨¢s de Francia, Alemania Federal y Estados Unidos.
Las relaciones econ¨®micas argelino-belgas se han visto impulsadas por la firma reciente de un contrato de compra de gas natural l¨ªquido argelino (GNL) a un precio de 4,80 d¨®lares el mill¨®n de unidades t¨¦rmicas norma brit¨¢nica, que es el m¨¢s alto de los obtenidos por Argelia, y representa, en la pr¨¢ctica, un alineamiento de la termia gas con la producida por el crudo, tesis esta que constituye la base de las renegociaciones que mantiene Argel con otros clientes, entre ellos Enag¨¢s.La delegaci¨®n belga rechaz¨® ayer, en declaraciones a este corresponsal, que al haber autorizado a la firma Distrigaz, de ese pa¨ªs, a firmar tal contrato, hubiera contribuido a ?romper el frente occidental de los compradores de gas natural argelino?. Seg¨²n el ministro Urbain esto no es as¨ª por las siguientes razones: el contrato no ser¨¢ operativo hasta 1982, cuando la base de 4,80 d¨®lares ser¨¢, posiblemente, aceptada por otros clientes (actualmente, el pa¨ªs que paga el gas argelino m¨¢s caro es el Reino Unido, a 4,60 d¨®lares, muy por encima de los cuatro d¨®lares que abona Enag¨¢s), en tanto que los beneficios que representa, para Bruselas, rentabilizar la planta de desgasificaci¨®n de Zeebrugge, en Flandes, justificar¨ªa un gesto de esa naturaleza.
Seg¨²n el ministro, por primera vez en la historia de B¨¦lgica este pa¨ªs se ha comprometido comercialmente en una operaci¨®n por encima del a?o 2000. El contrato Distrigaz concierne la venta de 5.000 millones de metros c¨²bicos anuales de GNL, de 1982 al a?o 2002, y el precio base evolucionar¨¢ sobre la base de la equivalencia energ¨¦tica con el del crudo ligero argelino.
En el terreno de las compensaciones destinadas a equilibrar la balanza comercial argelino-belga, actualmente deficitaria para el primer pa¨ªs (11.000 millones de francos belgas, el a?o pasado), Bruselas ha concedido a Argel la cl¨¢usula de pa¨ªs privilegiado.
Las relaciones con
Si las relaciones entre la firma estatal argelina Sonatrach y la Enag¨¢s espa?ola son calificadas, en Argel, de satisfactorias, a efecto de resolver el largo contencioso de los precios del GNL, los medios argelinos estiman que sus interlocutores de la empresa espa?ola admiten la existencia de un marasmo a nivel gubernamental, que se traduce en una falta de perspectivas comerciales.Una pol¨ªtica de intercambios comerciales m¨¢s din¨¢mica parece ser la esperanza oculta que albergan los responsables argelinos a la hora de enjuiciar el estado de las relaciones econ¨®micas con Espa?a.
Enag¨¢s
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.