Ballet Nacional: el artificio de la amplificaci¨®n electr¨®nica
Cuando una compa?¨ªa de ballet extranjera viene a Madrid con los d¨ªas contados y el Palacio de Deportes se llena a rebosar, cualquier cr¨ªtica hacia la no idoneidad de este recinto para espect¨¢culos coreogr¨¢fico-musicales queda desmontada ante la hermos¨ªsima realidad de haber podido atender a tanta demanda y, por a?adidura, a precios muy asequibles.Cuando la compa?¨ªa actuante es el Ballet Nacional no parece que debiera haber problemas en hacer tantas actuaciones como aconsejase la respuesta popular y , en consecuencia, la baza del Palacio de Deportes ya va siendo menos defendible. Si adem¨¢s : el inmenso recinto no alcanza ni mucho menos a llenarse en la primera sesi¨®n de cada espect¨¢culo, e incluso resgistra pobres entradas en las sucesivas (pobres, por supuesto, en funci¨®n de las localidades habilitadas), se tambalea ya aquella discutible decisi¨®n. Y la cr¨ªtica negativa acaba por pedirla a gritos una instalaci¨®n ac¨²stica en la que cabe la distorsi¨®n, el no saber a veces de d¨®nde proviene el sonido, o el ahogo de sonidos reales en un mare m¨¢gnum de ecos y resonancias que impiden el seguimiento del espect¨¢culo coreogr¨¢fico como un espect¨¢culo tambi¨¦n musical.
Allegro de concierto (Granados), Baile por ca?a, Asturias (AIb¨¦n iz), Diez melod¨ªas vascas (Guridi), Suite flamenca y Fantas¨ªa galaica (E
Halffter). Ballet Nacional Espa?ol. Director: Antonio.
El artificio de la amplificaci¨®n electr¨®nica supone siempre un distanciamiento respecto de los artistas, lo cual afecta especialmente al cap¨ªtulo del flamenco: el cantaor s¨®lo con la desnudez de su voz, de su grito, puede captar, atraer y envolver a su p¨²blico. Y cuando no se trata de amplificar, sino de reproducir m¨²sica de los cl¨¢sicos espa?oles grabada previamente, uno est¨¢ en la obligaci¨®n moral de sumarse al disgusto de los m¨²sicos profesionales.
Dicho todo esto no es salirse por la tangente afirmar ahora que el espect¨¢culo ser¨¢ otro cuando se lleve a un teatro y que si en el mismo hay foso, y se emplea, el aplauso ser¨¢ limpio de reservas. Hasta entonces, dejemos constancia de los puntos m¨¢s sobresalientes de la variada sesi¨®n, en la que tuvieron excelentes intervenciones tres bailaoras de muy distinto car¨¢cter, como son Marcela del Real, Merche Esmeralda -sensacional en soleares y seguidillas- y ese fen¨®meno de elegancia y hondura que se llama Manuela Vargas.
Cristina Hernando y Juan Mata dieron gran dimensi¨®n expresiva al Presagio de la Fantas¨ªa galaica, de Ernesto Halffter, coreograf¨ªa de Antonio con la que se cerraba la velada, y en la que tambi¨¦n se aplaudi¨® con fuerza el colorista n¨²mero de las aguadoras.
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