Juicio totalmente negativo de la izquierda y prudencia esperanzada de la derecha
La gesti¨®n del Gobierno de Calvo Sotelo es enjuiciada con gran dureza por las fuerzas pol¨ªticas izquierda, que la consideran claramente negativa. Ello contrasta con el tono esperanzado del juicio de los partidos de derecha, y la prudencia con que se aborda el tema desde los principales partidos nacionalistas, aunque con claras quejas sobre la marcha del proceso auton¨®mico, en el caso vasco. La siguiente encuesta recoge las opiniones de los principales partidos del arco parlamentario y las nacionalidades hist¨®ricas.
AGUSTIN RODRIGUEZ SAHAGUNPresidente de UCD
?Creo sinceramente que la gesti¨®n del Gobierno, que preside Calvo Sotelo, ofrece en estos primeros cien d¨ªas un balance netamente positivo. En el orden econ¨®mico, se ha trabajo en una negociaci¨®n con las centrales sindicales y organizaciones empresariales, que permite una pol¨ªtica activa de empleo, y que espero pueda culminar satisfactoriamente.
En el tema auton¨®mico se ha avanzado en la negociaci¨®n con otras fuerzas pol¨ªticas para la mejor ordenaci¨®n del proceso y la consolidaci¨®n final del mismo, en un modelo del Estado al mismo tiempo fuerte y eficaz.
En lo que se refiere al terrorismo se ha desarrollado el marco legal con la tipificaci¨®n como delito aut¨®nomo de la pertenencia a los comandos de informaci¨®n, y la aplicaci¨®n de la legislaci¨®n antiterrorista, como excepcionalidad que permite la actividad selectiva, que empieza a demostrar sus posibilidades de eficacia en esta lucha, a pesar de la espectacularidad de algunas de las ¨²ltimas acciones?.
ALFONSO GUERRA
Vicesecretario general del PSOE
?No creo que sea posible analizar los cien primeros d¨ªas de Calvo Sotelo como presidente del Gobierno con la misma ¨®ptica con que se juzga en el mismo per¨ªodo a los gobernantes que acceden al poder e inician una nueva gesti¨®n, como puede ser el caso, para poner un ejemplo, de Fran?ois Mitterrand. La gesti¨®n de Calvo Sotelo no es nueva, porque no es nuevo ¨¦l mismo, que antes de ser presidente hab¨ªa ocupado cargos de m¨¢xima responsabilidad en los Gobiernos precedentes, porque no es nuevo su Gobierno, pr¨¢cticamente id¨¦ntico al anterior, y porque, como luego explicar¨¦, tampoco es nueva, aunque haya a quien se lo parezca, su forma de gobernar.
Por otra parte, estos cien d¨ªas han sido fuertemente at¨ªpicos, por motivos que est¨¢n en la mente de todos. Leopoldo Calvo Sotelo pas¨® en pocos d¨ªas de afirmar en el Parlamento que "la transici¨®n ha terminado", a encontrarse como presidente de un Gobierno cuyo principal problema es c¨®mo lograr que la transici¨®n no termine de golpe.
Bajo este prisma hay que analizar el ¨²ltimo per¨ªodo: ?est¨¢ hoy la democracia m¨¢s fuerte que hace cien d¨ªas? Estoy convencido de que si esta pregunta se le formulase al propio Calvo Sotelo, con la mano en el coraz¨®n, no ser¨ªa capaz de responder afirmativamente. No puede estar m¨¢s fuerte la democracia cuando en este tiempo el Gobierno ha mantenido una actitud de par¨¢lisis disfrazada de impasibilidad ante los problemas b¨¢sicos con que se encontr¨® al iniciar su gesti¨®n: la desactivaci¨®n del golpe, el terrorismo, el paro y las autonom¨ªas.
Puede pensarse que estos cien d¨ªas deber¨ªan haber servido, al menos, para resolver aquello que, aparentemente, produjo la ca¨ªda del antecesor de Calvo Sotelo: la divisi¨®n interna de su partido. No creo que sea necesario evocar episodios recientes para demostrar que no ha sido as¨ª. Algo ha cambiado, sin embargo, en este aspecto: antes, los distintos grupos de UCD luchaban entre s¨ª para obtener la hegemon¨ªa dentro del partido; ahora, ya s¨®lo se preocupan de inventar nuevos tinglados electorales al margen de UCD.
Dec¨ªa al principio, que Calvo Sotelo no es nuevo por su forma de gobernar. Y la verdad es que, pese a sus esfuerzos por dar la contraimagen de Su¨¢rez, los cambios no van m¨¢s all¨¢ del tr¨¢nsito, que apreciamos en lo que vale, del achulapamiento discotequero al gesto cansino y displicente del Five o'clock tea. En lo dem¨¢s, la continuidad es mucho mayor de lo que parece. Dos rasgos caracter¨ªsticos de Su¨¢rez eran el practicar una pol¨ªtica exclusivamente de imagen, sin entrar nunca en la resoluci¨®n de los problemas de fondo, y la debilidad cong¨¦nita de sus gobiernos que le obligaba constantemente a buscar apoyos externos para sobrevivir. Cualquiera reconocer¨ªa estos dos rasgos en el actual Gobierno de Calvo Sotelo.
Hoy estamos dispuestos los socialistas a prestar nuestro esfuerzo y nuestra colaboraci¨®n para defender la democracia. Hoy se necesitan decisiones y no s¨®lo programas, y por eso ofrecimos nuestra presencia all¨ª donde se toman las decisiones, en la mesa del Consejo de Ministros. Despu¨¦s hemos aceptado ese mal suced¨¢neo que se ha dado en llamar concertaci¨®n, y eso ha dado lugar a que se diga que el PSOE apoya al Gobierno. La verdad es que el PSOE, m¨¢s que apoyar al Gobierno, lo soporta, y lo hace en el doble sentido de la palabra.
Los socialistas estamos dispuestos a seguir permitiendo que el Gobierno se apoye en la oposici¨®n, mientras eso sirva para afianzar la democracia: es decir, para extender las libertades, y no para que desde el Gobierno se intente hacer retroceder a RTVE al ariasalgadis mo, para combatir el terrorismo, y no para que se produzcan errores, como el de Almer¨ªa, para perseguir a los golpistas, y no para dejarse enga?ar por los chorizos (o lo que fueran), para construir el Estado auton¨®mico, y no para que don Fernando Abril se dedique a boicotear a Calvo Sotelo y de paso a la autonom¨ªa del Pa¨ªs Valenciano. Y, desde luego, ser¨ªa mal¨ªsimo que el Gobierno cayese en la tentaci¨®n de pensar que puede tener distra¨ªda a la oposici¨®n en negociaciones que nunca se sabe muy bien a d¨®nde conducen para prepararse mientras tanto una plataforma electoral que le permita impedir lo que todas las encuestas auguran, con esa machacona insistencia tan caracter¨ªstica de la realidad. Incautos ya quedan pocos.
Los socialistas hicimos la ¨²ltima campa?a electoral con el eslogan que en su d¨ªa fue criticado, pero que hoy adquiere pleno sentido
"Un Gobierno firme para un pa¨ªs seguro". Nuestros actuales esfuerzos se encaminan a hacer realidad ese eslogan, aunque sea desde la oposici¨®n, porque todo los sacrificios son pocos para defender la libertad, y porque no queremos que la debilidad del Gobierno pueda hacer pensar a los ciudadanos que quien se encarga de guardar el bosque es el guardabosques incendiario?.
FRANCESC FRUTOS
Secretario general del PSUC
?Calvo Sotelo inici¨® su mandato con un programa claro que representaba una involuci¨®n hacia la derecha en el terreno econ¨®mico, social, en el terreno de las relaciones internacionales -con el planteamiento de una r¨¢pida incorporaci¨®n de Espa?a en la OTAN- y en el terreno de la democratizaci¨®n.
En el terreno auton¨®mico, y en especial en el de las autonom¨ªas hist¨®ricas, el Gobierno contin¨²a actuando, no como si fuesen una parte del Estado, sino como si se tratase de elementos marginales.
En lo que hace referencia a la democratizaci¨®n de la vida p¨²blica, de los aparatos del Estado, los resultados est¨¢n a la vista, como desgraciadamente demuestran los hechos de Almer¨ªa.
Calvo Sotelo ha rechazado la propuesta de constituir un Gobierno de amplia base parlamentaria con la participaci¨®n de los socialistas y con el apoyo comunista. Tampoco ha abierto un proceso de negociaci¨®n, de concertaci¨®n, con todas las fuerzas pol¨ªticas que permitiera llegar a acuerdos sobre los temas m¨¢s importantes para la vida del pa¨ªs.
En conjunto, pues, Calvo Sotelo se ha situado no en la defensa de los intereses del conjunto de la sociedad, sino en la defensa de unos intereses muy concretos, como son los del gran capital espa?ol e internacional?.
Federico Melchor, miembro de la permanente del PCF, opina que en estos cien d¨ªas ha habido ?mucho ruido -y sangre- de metralletas?, pero ?pocas nueces en el bolsillo de los parados, la cesta de las amas de casa, la soluci¨®n de los agobiantes problemas de Espa?a?.
JORGE VERSTRYNGE
Secretario general de Alianza Popular
?Ciertamente, no puede decirse que los acontecimientos habidos durante estos cien primeros d¨ªas de Calvo Sotelo han constituido la habitual tregua que suele acompa?ar a los relevos en la presidencia de los Gobiernos, ni han supuesto el margen de confianza que se da a todos los Gobiernos de pa¨ªses democr¨¢ticos en sus primeros pasos.
Hacer un juicio de valor ante tan dif¨ªcil y aciago per¨ªodo sin tener en cuenta todas las consecuencias que los sucesos del 23-F han tra¨ªdo no ser¨ªa justo.
En los ¨²ltimos d¨ªas estamos asistiendo a acontecimientos que, protagonizados por miembros del partido en el Gobierno, nos llevan a pensar si en estos cien d¨ªas no se pod¨ªa haber gobernado con m¨¢s energ¨ªa y con mayor celeridad en cuestiones tan importantes como puede ser la pol¨ªtica que el Gobierno y UCD van a desarrollar hasta el pr¨®ximo proceso electoral, o en el tema econ¨®mico o en el de la seguridad ciudadana. Lo cierto es que sigue la necesidad para Espa?a, m¨¢s ahora que nunca, de un Gobierno que sea capaz de devolver la confianza y la fe en el sistema democr¨¢tico y que garantice la paz y la convivencia ciudadana.
No se puede seguir gobernando desde una minor¨ªa inestable que traiga, a la postre, como consecuencia de dicha situaci¨®n el facilitar, como se facilit¨® en Francia con la victoria de la izquierda, un cambio en la forma de sociedad, que Espa?a en estos momentos ni desea ni puede permitirse?.
CARLOS GARAIKOETXEA
Presidente del Gobierno vasco
?Personalmente no considero demasiado oportuno emitir hoy un juicio sobre la actuaci¨®n del presidente Calvo Sotelo, entre otras cosas porque cien d¨ªas no constituyen un per¨ªodo de tiempo significativo frente a la magnitud de los problemas que debe afrontar. Por ello, me limito a constatar, porque es de justicia, que ha debido afrontar un panorama realmente complicado, especialmente centrado en los siguientes problemas:
La situaci¨®n econ¨®mica, frente a la que parece advertirse una actitud bastante decidida, de la que puede ser un buen exponente la determinaci¨®n de impulsar con mayor empe?o la inversi¨®n p¨²blica, seg¨²n parece desprenderse de los Presupuestos en preparaci¨®n para 1982.
El problema de la seguridad ciudadana y el terrorismo. Este ¨²ltimo, en lo que concierne a Euskadi, no se va a solucionar, por muy eficaces que sean las actuaciones policiales (algunas de cuyas extralimitaciones tendr¨¢n que ser decididamente atajadas), si no se afrontan las demandas de autogobierno con lealtad y decisi¨®n. O se aceptan los planteamientos civilizados que propugnan pac¨ªficamente un autogobierno muy profundo, el m¨¢s profundo que permiten Constituci¨®n y Estatuto, compatible con un Estado fuerte, o el fracaso de las v¨ªas institucionales primar¨¢ inexorablemente a los radicales que s¨®lo creen en las v¨ªas violentas, y aqu¨ª debo decir con toda convicci¨®n que el proceso auton¨®mico se est¨¢ encorsetando y ralentizando alarmantemente. Los resultados pueden ser fatales.
Creo que el presidente Calvo Sotelo est¨¢ haciendo un meritorio esfuerzo para defender la democracia tras el 23 de febrero. Yo s¨®lo le pedir¨ªa que no caiga en la tentaci¨®n de dar el frenazo auton¨®mico, porque, al menos en Euskadi, se crear¨ªan las condiciones ideales para lograr lo contrario?.
RAMON TRIAS FARGAS
Presidente de Convergencia Democr¨¢tica de Catalu?a
?Creo que esta costumbre de enjuiciar los resultados de una gesti¨®n pol¨ªtica durante sus primeros cien d¨ªas no conduce a gran cosa. Al fin y al cabo, una Administraci¨®n necesita casi cien d¨ªas para tomar posesi¨®n de sus despachos.
Por otro lado, el curso de la sociedad sigue imperturbable su marcha sin preocuparse de los cambios pol¨ªticos. Ya la designaci¨®n constitucional del presidente del Gobierno, Calvo Sotelo, naci¨® bajo el signo de la tormenta pol¨ªtica m¨¢s grave que hayamos padecido desde la muerte del general Franco.
No me extra?a, por eso mismo, la falta de resultados espectaculares, y me reafirmo en mi alto concepto de la calidad moral, de la competencia profesional y de la dedicaci¨®n altruista de Calvo Sotelo.
Quisiera recordarle lo que ¨¦l mismo nos dijo en su discurso de aceptaci¨®n, que, a mi juicio, ten¨ªa m¨¢s enjundia cuando se refer¨ªa al m¨¦todo, que no cuando mencionaba los fines. Ning¨²n pol¨ªtico tiene fines perversos o, por lo menos, ning¨²n pol¨ªtico los manifiesta. Lo importante son los m¨¦todos. Y en relaci¨®n a los m¨¦todos, creo que el presidente del Gobierno debe mantener su valent¨ªa a la hora de indicar objetivos; debe conservar su horror a pactos secretos, trapicheos y cambalaches entre pol¨ªticos y entre grupos pol¨ªticos; debe gobernar con firmeza y con prudencia, sin que la segunda le haga claudicar de la primera?.
JUAN MARIA BANDRES
Euskadiko Ezkerra (EE)
?El nacimiento accidentado del Gobierno Calvo Sotelo, interrumpido el 23 de febrero por los golpistas, ha dejado huella, y el trauma no se ha superado todav¨ªa. Estamos en una democracia conminada. Los grandes problemas, como el paro, la carest¨ªa de la vida, la violencia y el golpismo latente, no pueden resolverse en poco m¨¢s de tres meses. Sin embargo, ateni¨¦ndonos a hechos concretos, el saldo es negativo.
Se ha producido una legislaci¨®n represiva en materia de libertades, y de ah¨ª est¨¢n la ley de Defensa de la Constituci¨®n o la de los Estados de Alarma, Excepci¨®n y Sitio. Se registran recortes y retrasos en el tema de las autonom¨ªas, aunque se les llame de otra manera. Ha habido un desbordamiento de los sectores m¨¢s reaccionarios del aparato del Estado, que se reflejan en los tristes sucesos de Almer¨ªa, el enfrentamiento del comisario Ballesteros con el poder judicial, la petici¨®n de un sindicato policial para que se ilegalicen fuerzas pol¨ªticas vascas, o la detenci¨®n indiscriminada de miembros de Herri Batasuna?.
ALEJANDRO ROJAS MARCOS
Primer secretario del PSA
?Quiero se?alar cinco puntos oscuros en los cien d¨ªas de Calvo Sotelo como presidente del Gobierno:
Primero: respecto del desarrollo de la democracia, estos cien d¨ªas nos han introducido inexorablemente en una espiral involucionista. La actuaci¨®n del Gobierno en cuanto a terrorismo y a golpismo no ha podido ser m¨¢s desafortunada, y el papel desempe?ado por el propio Calvo Sotelo en su explicaciones parlamentarias sobre el asalto del Banco Central en Barcelona han llenado de perplejidad a la opini¨®n p¨²blica.
Segundo: la pol¨ªtica de relaciones exteriores de Calvo Sotelo no lleva a la satelizaci¨®n de Estados Unidos y nos hunde en el m¨¢s estrepitoso fracaso respecto de la entrada en el Mercado Com¨²n. El Gobierno de Calvo Sotelo va a conseguir en un tiempo r¨¦cord, de un lado, que Espa?a entre en la OTAN, y que se renueven las bases cedidas a las fuerzas armadas de Estados Unidos, todo ello al margen del Parlamento, y, de otro lado, que el acceso al Mercado Com¨²n se haga pr¨¢cticamente imposible.
Tercero: en el terreno auton¨®mico aplica el informe Garc¨ªa de Enterr¨ªa, del cual lo grave no es que paralice la construcci¨®n del Estado de las autonom¨ªas, sino que lo hace absolutamente deforme, por el trato que da a las autonom¨ªas consolidadas.
Cuarto: desde el punto de vista econ¨®mico, ya lo anunciamos el d¨ªa de la investidura, "que su proyecto econ¨®mico s¨®lo va a favorecer a las zonas ricas de Espa?a". En Andaluc¨ªa, la otra cara de ese proyecto est¨¢ representada por la situaci¨®n en que se encuentran Intelhorce, de M¨¢laga; Santana, de Ja¨¦n; Astilleros, de C¨¢diz; Hytasa, de Sevilla. Adem¨¢s, el Gobierno de Calvo Sotelo incumple sus compromisos de empleo comunitario, y el Plan de Urgencia de Andaluc¨ªa queda, de hecho, paralizado.
Quinto: en Andaluc¨ªa nunca se le olvidar¨¢ como el promotor de la eliminaci¨®n del Grupo Parlamentario Andalucista, obsesionado por impedir todo protagonismo a cualquier grupo parlamentario nacionalista que no sea catal¨¢n o vasco?.
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