La acusaci¨®n particular en el sumario de Almer¨ªa solicitar¨¢ procesamientos por asesinatos
La acusaci¨®n particular en el sumario que se instruye sobre la muerte de tres j¨®venes, mientras permanec¨ªan detenidas por la Guardia Civil de Almer¨ªa, el pasado d¨ªa 10 de mayo, presentar¨¢ hoy, ante el juez instructor propuesta de procesamientos por asesinatos contra varios miembros de la Benem¨¦rita integrantes de la caravana que conduc¨ªa a los detenidos hacia Madrid, con sus medidas inherentes, seg¨²n afirm¨® ayer a EL PA?S Dar¨ªo Fern¨¢ndez Alvarez, letrado que lleva dicha acusaci¨®n en nombre de las familias de las v¨ªctimas.
Estas peticiones est¨¢n fundanientadas, seg¨²n ha podido saber este peri¨®dico, en las revelaciones que se ha logrado establecer mediante las pruebas periciales y declaraciones testificales aportadas al sumario, especialmente en las dos ¨²Itimas jornadas.Estas revelaciones, que contradicen de manera sustancial la versi¨®n oficial de los hechos, apuntan la posibilidad de que el veh¨ªculo en el que viajaban las v¨ªctimas no se hubiera ca¨ªdo por un terrapl¨¦n, como augura la versi¨®n del Gobierno sino que podr¨ªa haber sido empujado desde la carretera, cayendo hacia atr¨¢s, es decir, en direcci¨®n contrarla a la de su marcha. Este hecho estar¨ªa basado en la posibilidad de que el veh¨ªculo se encontrara en punto muerto tras su ca¨ªda, de acuerdo con la demostraci¨®n pericial unida al sumario, que ha podido ser conocida en medios solventes, ajenos a los letrados interesados en el sumario.
De otra parte, la testificaci¨®n de los pescadores que trataron de sofocar el incendio en el que resultaron calcinadas las v¨ªctimas, afirma que la Guardia Civil impidi¨® que se prestara la ayuda ofrecida por los referidos pescadores, a los que se asegur¨® que "los heridos hab¨ªan sido ya evacuados".
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La Guardia Civil impidi¨® que unos pescadores socorrieran a las v¨ªctimas de Almer¨ªa
Viene de primera p¨¢gina
Los miembros de la Guardia Civil que participaron en los sucesos de Almer¨ªa, en los que resultaron muertos, mientras permanec¨ªan detenidos como supuestos terroristas, tres j¨®venes, impidieron que fuera sofocado el incendio registrado en el veh¨ªculo en el que viajaban las v¨ªctimas en su traslado hacia Madrid. Un guardia civil de paisano, que se identific¨® como miembro de la brigadilla de Almer¨ªa, rehus¨® la ayuda que ofrec¨ªa un grupo de pescadores que pasaron por el lugar del incendio mientras ¨¦ste ten¨ªa lugar, al tiempo que aseguraba que las v¨ªctimas del accidente hab¨ªan sido ya evacuadas para su asistencia sanitaria.
Estos hechos, que ya hab¨ªan sido denunciados por el portavoz comunista en la Comisi¨®n de Interior del Congreso, Sim¨®n S¨¢nchez Montero, en el transcurso del informe gubernamental sobre c¨®mo hab¨ªan ocurrido los sucesos, contradicen sustancialmente la vesi¨®n oficial, seg¨²n la cual, tras caer el autom¨®vil por un terrapl¨¦n se incendi¨® ?sin que el auxilio que se pretende prestar de inmediato a los ocupantes pueda ser efectivo?.
De otra parte, declaraciones de los guardias civiles implicados en el sumario aseguran que no existi¨® la referida oferta de ayuda por parte de nadie.
Sin embargo, como se desprende de las declaraciones sumariales realizadas ayer por cinco pescadores miembros del club almeriense El Palmeral, que pasaron en autom¨®vil por el lugar de los hechos en la madrugada del domingo d¨ªa 10, el ofrecimiento de ayuda fue rechazado por la Guardia Civil, que asimismo impidi¨® a estas cinco personas descender de su veh¨ªculo, oblig¨¢ndoles a continuar su marcha.
Seg¨²n ha manifestado a EL PA?S Francisco de Casas Peinado, ?hemos declarado ante el juez lo mismo que pudimos ver en aquella madrugada?. Casas Peinado viajaba en referido veh¨ªculo donde los cinco pescadores se dirig¨ªan hacia Z¨²jar (Granada), junto al conductor del mismo, que fue quien habl¨® con la Guardia Civil. ?Ser¨ªan las siete menos veinte de la ma?ana del domingo d¨ªa 10 cuando pasamos por la carretera de Gergal, y en un determinado punto vimos un ,gran resplandor y posteriormente, a medida que nos acercamos, unas fuertes llamaradas que sub¨ªan hasta la carretera desde un barranco. El conductor del veh¨ªculo, en el que viaj¨¢bamos otras cuatro personas que ¨ªbamos a participar en una competici¨®n de pesca, par¨® el coche y trat¨® de bajarse. En ese momento, un hombre de paisano, que se identific¨® como miembro de la brigadilla de la Guardia Civil, nos impidi¨® abrir el veh¨ªculo y nos inform¨® que los accidentados en el siniestro del coche que ard¨ªa en el barranco hab¨ªan sido ya evacuados. "Aqu¨ª no pasa nada", nos dijo, y nos oblig¨® a seguir nuestro camino?.
Este relato, repetido a EL PA?S por Casas Peinado, coincide sustancialmente con las declaraciones prestadas por los otros cuatro pescadores que viajaban en el mismo veh¨ªculo, seg¨²n ha podido saber EL PA?S. Los otros cuatro pescadores que ayer prestaron declaraci¨®n ante el juez especial que instruye el sumario por estos sucesos, de manera individual, fueron Juan L¨®pez Almecija, que conduc¨ªa el veh¨ªculo, Jos¨¦ Linares Hern¨¢ndez, Enrique Quesada Troncoso Y Antonio Esteban Ruiz.
Nueva etapa en el sumario
Estas declaraciones, sobre cuyo contenido se negaron a aportar datos los abogados de la acusaci¨®n particular y de la defensa, suponen el comienzo de una nueva etapa en el sumario y marcan el camino hacia nuevas investigaciones sumariales.
De otra parte, parece establecido que ocho de los diez guardias civiles que integraban la caravana que conduc¨ªa detenidas a las v¨ªctimas hacia Madrid no habr¨ªan respondido a la orden de abrir fuego sobre el veh¨ªculo que ocupaban los tres j¨®venes muertos. En la versi¨®n oficial sobre los hechos se se?ala que, al observar el teniente coronel jefe de la comandancia que mandaba la expedici¨®n c¨®mo se arrojaban del Ford Fiesta en el que iban las v¨ªctimas, los dos guardias civiles que les acompa?aban, y una vez efectuada la oportuna maniobra por el veh¨ªculo que marchaba detr¨¢s para evitar el atropello de los dos guardias civiles, ¨¦ste orden¨® abrir fuego a las ruedas para evitar que huyeran los detenidos. No obstante, parece que tan s¨®lo dispararon el referido teniente coronel, su teniente ayudante y el guardia conductor del coche que ocupaban los tres guardias civiles, raz¨®n por la que son tan s¨®lo estos tres miembros de la Benem¨¦rita los afectados por la petici¨®n de procesamiento hecha por el fiscal.
Asimismo, las pruebas periciales unidas ayer al sumario sobre la base de los informes t¨¦cnicos presentados por dos ingenieros industriales que han estudiado la situaci¨®n en la que se encuentra el veh¨ªculo siniestrado, podr¨ªan establecer la posibilidad de que ¨¦ste se encontrara en punto muerto en el momento de caer por el terrapl¨¦n desde la carretera. De confirmarse este supuesto, supondr¨ªa una nueva contradicci¨®n con la versi¨®n oficial, seg¨²n la cual el coche, a una velocidad aproximada de cuarenta kil¨®metros a la hora, derrap¨® y fue a caer por el terrapl¨¦n como consecuencia de la propia inercia de su marcha, y una vez sin control, al haber sido abandonado por su conductor, uno de los dos guardias civiles que saltaron del veh¨ªculo para evitar la supuesta agresi¨®n de que eran objeto por parte de los detenidos.
A este respecto, la acusaci¨®n particular, que tampoco aport¨® nuevos datos sobre el informe pericial de los ingenieros industriales, por imped¨ªrselo el secreto sumarial, abund¨® en su evidencia de que el coche cay¨® por el terrapl¨¦n en direcci¨®n contraria a su marcha. Esta creencia se sustenta -seg¨²n explic¨® Dar¨ªo Fern¨¢ndez Alvarez- en la constataci¨®n de la secuela de cristales rotos que quedaron sobre el terrapl¨¦n tras la ca¨ªda del veh¨ªculo, as¨ª como en determinadas manchas de pintura que pueden apreciarse en algunas piedras sobre las que rod¨® el veh¨ªculo.
Abunda a favor de esta creencia el testimonio, ya incluido en el sumario, de un hermano de una de las v¨ªctimas y varios amigos de aqu¨¦l que inspeccionaron la zona de accidente al d¨ªa siguiente de ocurrir ¨¦ste.
De otra parte, seg¨²n ha podido saber EL PA?S en medios pr¨®ximos a la Guardia Civil, parece que a medida que avanza la investigaci¨®n sumarial y surgen nuevos datos que contradicen la versi¨®n oficial de los sucesos, el clima de opini¨®n que originalmente se detectaba entre la propia instituci¨®n, y que se caracterizaba por una especie de pacto de silencio sobre lo ocurrido, comienza a registrar determinadas opiniones favorables a la exigencia de responsabilidades personales.
Coincidiendo con esta constataci¨®n, tambi¨¦n parece complicarse el contencioso que afecta al abogado de la acusaci¨®n particular, al que la Guardia Civil de Almer¨ªa, al menos por parte de algunos jefes y oficiales de la comandancia de esta ciudad, est¨¢ poniendo estos d¨ªas dificultades para el ejercicio de su profesi¨®n -de acuerdo con el testimonio del propio letrado- en la asistencia a un sargento de dicha comandancia, que permanece desde hace dos meses arrestado por una falta grave de r¨¦gimen interno.
En este sentido, el propio sargento, Jos¨¦ Bonill, con el que EL PA?S logr¨® ayer hablar breves momentos, ha desmentido la nota de la comandancia, en la que se niega que Dar¨ªo Fern¨¢ndez estuviera asistiendo al referido suboficial, as¨ª como que fuera expulsado de aqu¨¦lla por el capit¨¢n Masegosa, tal como asegura que ocurri¨® el propio letrado.
Por ¨²ltimo, por lo que se refiere a la posible exhumaci¨®n de los cad¨¢veres, el juez instructor a¨²n no se ha pronunciado al respecto, y dos de los forenses que intervienen en la causa, con los que ha hablado este peri¨®dico, Antonio Plaza Amador y Basilio Comp¨¢n Hanza, aseguraron que les sorprender¨ªa que el magistrado ordenara la referida exhumaci¨®n.
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