El juicio de Bilbao por presuntas pr¨¢cticas abortivas ser¨¢ a puerta cerrada
El presidente del tribunal que el pr¨®ximo martes juzgar¨¢ en Bilbao a nueve mujeres acusadas de haber abortado, y a otras dos acusadas de haber causado tales abortos, ha decretado el secreto de la vista, que se celebrar¨¢, por tanto, a puerta cerrada, en contra de la voluntad expresada por las encausadas. En el auto del tribunal se citan ?evidentes razones de orden p¨²blico? para justificar la medida.Las once mujeres fueron procesadas en 1976, si bien los presuntos delitos de que eran acusadas databan en algun caso de hasta ocho a?os antes. Dos primeros intentos de celebrar el juicio, en junio y octubre de 1979, fueron suspendidos en el ¨²ltimo. momento por motivos de procedimiento. En la ¨²ltima fecha se?alada, coincidiendo con la celebraci¨®n del refer¨¦ndum del Estatuto vasco, la presencia de corresponsales de Prensa de todo el mundo contribuy¨® a ampliar internacionalmente la enorme expectaci¨®n que el juicio hab¨ªa suscitado en Euskadi y en toda Espa?a.
En aquella ocasi¨®n, las mujeres eran partidarias de que el juicio se celebrase a puerta cerrada. Sin embargo, en los veinte meses transcurridos su posici¨®n ha ido evolucionando, en particular al comprobar la emoci¨®n y solidaridad suscitada por su caso, y ahora hab¨ªan expresado su intenci¨®n de solicitar del presidente del tribunal que la vista fuera p¨²blica.
Razones de moralidad
El presidente, C¨¦sar Gonz¨¢lez Herrero, ha dictado, sin embargo, un auto oponi¨¦ndose a tal posibilidad. En uno de sus considerandos se razona que ?aparte de discutibles razones de moralidad o buenas costumbres que pudieran afectar al respeto de todas o algunas de las personas encausadas o a sus ¨¢mbitos familiares, la libertad o independencia de los tribunales ( ... ) deben ser defendidas para el desarrollo de su funci¨®n de juzgar, impidi¨¦ndose toda presi¨®n o coacci¨®n o desorden en defensa o en contra de las acusadas, razones por las que, dadas las circunstancias concurrentes, ya puestas de manifiesto en el anterior se?alamiento del juicio, aconsejan ( ... ), por evidentes razones de orden p¨²blico, decretar el secreto de los debates, celebr¨¢ndose el juicio a puerta cerrada?.El auto cita como fundamento jur¨ªdico de su decisi¨®n el art¨ªculo 120-1 de la Constituci¨®n. Dicho art¨ªculo dice textualmente que ?las actuaciones judiciales ser¨¢n p¨²blicas, con las excepciones que prevean las leyes de procedimiento?. En cuanto a las ?circunstancias concurrentes ya puestas de manifiesto ?, citadas en el auto, se refiere probablemente a la presencia frente a las puertas del Palacio de Justicia de Bilbao, el 26 de octubre de 1979, de varios cientos de personas y, entre ellas, de al menos una veintena de corresponsales de Prensa, radio y televisi¨®n de todo el mundo.
Por otra parte, alrededor de seiscientas personas, en su mayor parte mujeres, asistieron el viernes por la noche a un mitin en apoyo al derecho al aborto, que se celebr¨® en la sala Olimpia, en Madrid. En la reuni¨®n participaron representantes de los grupos feministas, una mujer de las recientemente detenidas por realizar pintadas en apoyo a las mujeres que ser¨¢n juzgadas el martes en Bilbao y una componente de la Asamblea de Mujeres d Vizcaya, llegada para informar de la situaci¨®n de las once personas que ser¨¢n juzgadas el martes y d los actos de solidaridad para con ellas que se est¨¢n realizando.
Justa Montero, feminista perteneciente a la Liga Comunista Revolucionaria, se?al¨® que el juicio del pr¨®ximo martes es muy importante porque se pretende establecer un precedente para celebrar despu¨¦s otros similares en localidades como Sevilla, Cerdanyola y Elche.
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