Arabia Saud¨ª, el pa¨ªs m¨¢s poderoso del golfo P¨¦rsico
Arabia Saud¨ª es un pa¨ªs muy poco conocido a pesar de la importancia crucial que tiene hoy en el mundo. Los medios de difusi¨®n prestan una atenci¨®n muy sesgada a su realidad, ya que se centran b¨¢sicamente en la pol¨ªtica saud¨ª respecto al petr¨®leo y en an¨¦cdotas m¨¢s o menos significativas y pintorescas sobre la riqueza de emires yjeques, y sobre ciertos aspectos de la vida social como la ejecuci¨®n de ad¨²lteros, la amputaci¨®n de manos de ladrones, etc¨¦tera. Poco o nada se sabe de la historia del pa¨ªs y de su realidad pol¨ªtico-social.Arabia Saud¨ª, tal como hoy se conoce, es un pa¨ªs creado en 1932 por la acci¨®n personal de Abdel Aziz ibn Saud. La familia Saud es una familia importante del Nejed, que es la zona central de la pen¨ªnsula.
Abdel Aziz fue en su tiempo el gobemante cuya autoridad estaba fuera de discusi¨®n. Era el conquistador, el im¨¢n, el l¨ªder indiscutible, pero su muerte en 1953 sobrevino en un momento de grandes cambios en el mundo ¨¢rabe. Le sucede su hijo Saud, que va a reinar desde 1953 hasta 1964. Durante este per¨ªodo, la vulnerabilidad del r¨¦gimen saud¨ª alcanz¨® su nivel m¨¢s alto, ya que a la debilidad y extravagancia del rey hab¨ªa que a?adir la aparici¨®n de ideas modemas como nacionalismo secular, socialismo y democracia, y fen¨®menos pol¨ªticos ¨¢rabes como el nasserismo, cuya influencia se sinti¨® r¨¢pidamente en todos los pa¨ªses ¨¢rabes del Oriente Pr¨®ximo. Las finanzas del pa¨ªs estaban al borde de la bancarrota y los d¨ªas del r¨¦gimen saud¨ª parec¨ªan contados. Ante esta situaci¨®n, Saud es obligado a dejar el poder en 1958 en manos de su hermano Feisal. En 1960, Saud vuelve, pero la guerra del Yemen comienza en 1962 y dej a patente la necesidad vital para el r¨¦gimen de un hombre de la autoridad y talla de Feisal. As¨ª, finalmente, Saud es expulsado definitivamente en 1963 y Feisal es nombrado rey en 1964.
Feisal (1964-1975) consigue detener el deterioro de la situaci¨®n, y parece lograr ese dif¨ªcil equilibrio entre desarrollo, modernizaci¨®n y mantenimiento de los valores tradicionales que es el mayor desaf¨ªo de las monarqu¨ªas tradicionales. El problema clave es, pues, c¨®mo mantener la aceptaci¨®n de un sistema basado en valores tradicionales ante unas circunstancias de riqueza enorme, capacidad limitada de gesti¨®n del Gobierno e influencia de ideolog¨ªas pol¨ªticas modernas. Durante el reinado de Feisal, el equilibrio fue posible gracias al enorme prestigio personal de Feisal y al desarrollo de una tecnocracia administrativa.
Factores extemos
Claro est¨¢, que este equilibrio interno se ve afectado a menudo por circunstancias externas. Durante el reinado de Saud, las intervenciones exteriores se limitaron a ciertas escaramuzas con Estados Unidos sobre la base Dahran, la ruptura de relaciones con el Reino Unido tras la crisis de Suez y poco m¨¢s. Feisal tuvo una pol¨ªtica mucho m¨¢s activa, empezando por s¨² enfrentamiento con Nasser en Yemen del Norte. Desde la derrota ¨¢rabe en 1967, Feisal adopta una diplomacia agresiva en los dos problemas prioritarios para ¨¦l, detener el avance comunista y el tema palestino. Desde entonces, el Gobierno saud¨ª ha sido mucho m¨¢s exigente respecto a Estados Unidos y su pol¨ªtica en Oriente Pr¨®ximo.
Si Estados Unidos es el aliado natural de Arabia Saud¨ª en su lucha contra el comunismo, el apoyo americano a Israel obliga a Arabia Saud¨ª a mantener sus distancias respecto a Estados Unidos, y de ah¨ª la condena de los acuerdos de Camp David y el aislamiento del otro poder moderado del mundo ¨¢rabe que es Egipto.
Familia real
La familia real es, sin duda, la protagonista de esta historia. El rey Abdel Aziz utiliz¨® el matrimonio como medio pol¨ªtico para conseguir alianzas, afianzar su reino reci¨¦n creado y hacer part¨ªcipes del poder a las tribus conquistadas. De esta manera, tuvo diecis¨¦is esposas, que le dieron 52 hijos vatones y 54 hijas. Hoy en d¨ªa, es dif¨ªcil estimar el n¨²mero exacto de pr¨ªncipes, ya que crecen en una'tasa muy alta. Hay estimaciones que van desde los 8.000 a los 12.000 miembros entre varones y mujeres. Claro que s¨®lo un n¨²mero reducido tiene influencia, siendo los 32 hijos de Abdel Aziz que todav¨ªa viven la parte m¨¢s importante del grupo. En una familia de estas dimensiones, y con los intereses que hay en juego, es normal que se hable a menudo de disputas, fracciones, etc¨¦tera...
Desde luego, hay una evidente divisi¨®n por clanes seg¨²n el origen de la madre. As¨ª, hay que distinguir, dentro de los hermanos, los que son hijos de una misma madre (full-brothers, en ingl¨¦s) de los que son hijos de madre diferente (half-brothers). En este sentido, el clan m¨¢s importante es el de los sudairis, hijos de Abdel Aziz y de una sudairi que es una de las familias m¨¢s importantes del pa¨ªs. Seis de los siete miembros de este clan tienen puestos importantes: Fahed es el pr¨ªncipe heredero; Sultan, ministro de Defensa y Aviaci¨®n Civil; Naif, ministro del Interior; Turki, viceministro de Defensa; Salman, gobemador de Riyadh, y Ahmed, viceministro del Interior. Estos sudairis forman el bloque de la rama m¨¢s proamericana y liberal. Favorecen la pol¨ªtica de aumento de producci¨®n petrol¨ªfera en momentos dif¨ªciles y de precios moderados. Han fomentado la educaci¨®n y una cierta modemizaci¨®n.
La fracci¨®n m¨¢s conservadora tiene por cabeza visible a AbdaRah, y son partidario- s de la conservaci¨®n del petr¨®leo y de una l¨ªnea nacionalista ¨¢rabe que supone un acercamiento mayor a los reg¨ªmenes ¨¢rabes progresivos. Una idea del equilibrio que se pretende establecer la da el hecho que Abdallah sea el jefe de la Guardia Nacional y segundo en la sucesi¨®n. No obstante, ante un peligro exterior, la familia act¨²a como un bloque y, adem¨¢s, las decisiones importantes se toman por consenso entre los pr¨ªncipes m¨¢s importantes. El rey dista mucho de ser un monarca absoluto, aunque la familia si tiene el monopolio del poder, al tener los ministerios claves y el poder a nivel provincial.
El Ej¨¦rcito es, sin duda, un factor importante en Arabia Saud¨ª. Su n¨²mero es muy reducido y se habla de unos 35.000 en el ej¨¦rcito propiamente dicho, 25.000 en la Guardia Nacional y menos de 10.000 en las fuerzas de seguridad que dependen del Ministerio del Interior. Las cifras exactas son desconocidas, pero en ning¨²n caso parece que se llegue a un total de 70.000 hombres. Si bien el Ej¨¦rcito es peque?o, su presupuesto es rriuy grande, alcanzando unos 20.000 millones de d¨®lares anuales, que en gran parte se van en la construcci¨®n de gigantescas ciudades militares de dudoso valor estrat¨¦gico y, al parecer, muy vulnerables. La ciudad militar en Hafr Al Baten ser¨¢ capaz de albergar 70.000 personas, es decir, doble del Ej¨¦rcito regular actual. De ah¨ª que el pr¨ªncipe Sultan llegara a hablar del servicio militar obligatorio para llegar a 200.000 hombres en 1985, pero quiz¨¢ debido a la impopularidad de la medida, no se ha vuelto a mencionar el tema. En cuanto a material, mantenimiento, etc¨¦tera, la dependencia de Estados Unidos y del personal militar americano es casi absoluta. Este hecho fue comentado el a?o ¨²ltimo, ante la adquisici¨®n de los awacs tanto por los mismos americanos como por Gadafi. La reciente destrucci¨®n por la aviaci¨®n israel¨ª de la central nuclear iraqu¨ª en Tamuz no ha hecho sino reforzar los temores sobre esta dependencia. Es tambi¨¦n un secreto a voces la oposici¨®n entre Sultan y Abdallah sobre la defensa nacional, adquisici¨®n de material, etc¨¦tera.
A largo plazo, este aumento del poder e influencia del ej¨¦rcito puede ser desestabilizador para el r¨¦gimen actual. Ya en 1969 un grupo de oficiales intent¨® un golpe militar que llev¨® a la detenci¨®n de hasta 2.000 personas. Sin tener en cuenta ciertas noticias aparecidas sobre inten*.onas recientes, no es descartable en el futuro un movimiento nacionalista y antifeudal que podr¨ªa ir desde un Nasser secular a un Gadafl isl¨¢mico.
De la clase media se suele decir que est¨¢ satisfecha con la situaci¨®n actual, ya que aunque la distribu ci¨®n de la riqueza es muy desigual, el dinero llega a todos los rincones del pa¨ªs. Sin embargo, desde los acontecimientos de La Meca se ha hablado de dislocaciones sociales, creciente descontento Pol¨ªtico, etc¨¦tera, que indican que la situaci¨®n no es tan tranquida como aparece. Hay que tener en cuenta que el saud¨ª medio carece de medios de expresi¨®n pol¨ªtica. Es indudable que observa unas diferencias de masiado graves y que est¨¢ sometido a la fuerte tensi¨®n del cambio y de la doble moral entre el austero y puritano wahabismo oficial y la corrupci¨®n, alcohol juego que se saben habituales entre los dirigentes.
La religi¨®n
El aparato religioso, los ulemas, est¨¢n unidos a la familia Saud desde el siglo XVIII, y constituyen uno de los pilares del r¨¦gimen. Los ulemas est¨¢n contra muchos de los cambios en la sociedad saud¨ª, por considerar que est¨¢n deteriorando los valores y la moral del Islam. Hay momentos en los que consiguen m¨¢s concesiones. Por ejemplo, tras los acontecimientos de La Meca han conseguido que se proh¨ªba a las mujeres saud¨ªes el ir a estudiar al extranjero (sin embargo, hay 14.000 estudiantes varones s¨®lo en Estados Unidos). De todas formas, el clero no va a plantear un enfrentamiento como lo ocurrido en Ir¨¢n.
Las minor¨ªas chiitas han sido desde noviembre de 1979 el mayor desaf¨ªo que ha debido enfrentar el r¨¦gimen. La forman 300.000 personas situadas en la provincia del Este, es decir, de donde procede el petr¨®leo. En noviembre de 1979, simult¨¢neamente a la toma de la mezquita de La Meca, y con ocasi¨®n d¨¦ las fiestas chiitas, hubo manifestaciones importantes, sobre todo en Qatif, donde se habla de hasta 36 muertos. Las manifestaciones se hab¨ªan precedido con la detenci¨®n de activistas chiitas. Hay que considerar que esta minor¨ªa ha sido discriminada y apartada del poder hasta en el Gobierno provincial. Formaban la mayor parte de los trabajadores de Aramco, aunque parece que recientemente hay una pol¨ªtica que tiende a separarles de un lugar tan sensible. En cualquier caso, por primera vez, el r¨¦gimen no ha utilizado la ¨²nica arma de la represi¨®n, sino que ha dispuesto unos programas de gasto masivo en la zona, ha liberado a presos pol¨ªticos, etc¨¦tera, en un intento, con ¨¦xito seg¨²n parece, de acercarse a los chiitas y eliminar las tensiones.
es t¨¦cnico comercial del Estado y ha vivido varios a?os en Arabia Saud¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.