Un desequilibrado intent¨® poner una bomba en el Vaticano
Un hombre de unos cuarenta a?os, sin documentos, al parecer desequilibrado, estuvo a punto de causar una matanza ayer en la bas¨ªlica de San Pedro. Un inspector de Polic¨ªa del Vaticano lo descubri¨® en el momento en que hab¨ªa encendido una mecha de un metro de largo conectada a una bomba casera. Era un tubo de metal de veinticinco cent¨ªmetros de largo y veinte de ancho, que conten¨ªa medio kilo de dinamita y tres kilos de perdigones de escopeta.Fue cogido en el momento en que apagaba el encendedor con que hab¨ªa dado fuego a la mecha. La polic¨ªa vaticana le puso las esposas en el acto y lo entreg¨® a la polic¨ªa italiana. Poco se ha conseguido saber tras el primer interrogatorio. "No quer¨ªa", dijo, "matar a nadie. S¨®lo quer¨ªa quemarme vivo". Y como prueba hizo oler al polic¨ªa su chaqueta, al parecer impregnada en gasolina.
Seg¨²n las primeras informaciones, ese hombre se llama Giuseppe Santangelo, es de la provincia de Salerno, un ex marinero, pero sin trabajo, que lleva mucho tiempo en Roma, sin casa. Dorm¨ªa en los bancos de la estaci¨®n T¨¦rmini. Ahora ser¨¢ sometido a un examen psiqui¨¢trico.
Hip¨®tesis de compl¨® en el Vaticano
Lo que hubo en el Vaticano fue mucho p¨¢nico, porque la bas¨ªlica estaba abarrotada. Eran las 9.30 horas y estaba para empezar la solemne celebraci¨®n de la fiesta de San Pedro, presidida por el secretario de Estado, cardenal Agostino Cassaroli, en representaci¨®n del Papa.
Mucha gente sali¨® corriendo en cuanto oy¨® que hab¨ªa una bomba en San Pedro a dos pasos del altar de la Confesi¨®n. Precisamente el cardenal Cassaroli, en la homil¨ªa de la misa, habl¨® del atentado al Papa, "que ha dejado", dijo, "at¨®nita y consternada a toda la humanidad". Seg¨²n Cassaroli, el atentado fue un compl¨®, ya que "alguien arm¨® la mano de Agca".
Por primera vez, alguien en el Vaticano ha hecho referencia a un compl¨® Cassaroli agreg¨®: "Alguna persona (o tal vez varias personas) puso un arma en una mano enemiga para atacar al Papa".
El domingo, Juan Pablo II grab¨® un discurso que la radio vaticana transmiti¨® a mediod¨ªa. La voz del Papa era a¨²n temblorosa, cansada y sin su cl¨¢sica fuerza; pero se trat¨® del discurso m¨¢s largo pronunciado despu¨¦s del atentado.
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