El se?or alcalde, el arzobispo y las se?oras acompa?adas

Las historias de amor parece que no tienen cabida en la Pamplona de 1981. El alcalde de la ciudad, el socialista Juli¨¢n Balduz, decidi¨® hace unos meses separarse de su mujer e iniciar una nueva etapa junto a una concejala del Ayuntamiento de Pamplona, Camino Osl¨¦, tambi¨¦n socialista, que, a su vez, acababa de romper las relaciones matrimoniales con su marido.Esta historia, tan simple y tan personal, se ha convertido en el objeto de las cr¨ªticas de una parte de la sociedad pamplonesa que no puede aceptar tama?o atropello y que es incapaz de respetar las vidas ajenas. Tan mal debe estar -para algunos- lo que ha hecho Juli¨¢n Balduz, que hasta el arzobispo de Pamplona, monse?or Jos¨¦ Mar¨ªa Cirarda (que en su ¨¦poca de obispo de Bilbao, cuando la oprobiosa dictadura, era conocido por la progres¨ªa como Cirardeta), ha tomado postura y le dej¨® al pobre alcalde sin darle la paz, durante la celebraci¨®n de la misa en honor a San Ferm¨ªn, el pasado d¨ªa 7.

Monse?or Cirarda, no se sabe si por despecho o por olvido, no le dio la paz al alcalde y fueron el resto de los concejales los que desfilaron ante Juli¨¢n Balduz para estrechar su mano, algunos con abrazo incluido. Los concejales sospechaban que la iglesia de Pamplona no le iba a perdonar a Juli¨¢n Balduz el atrevimiento de separarse de su mujer y se pusieron de acuerdo, t¨¢citamente, para estrechar su mano a la hora de darse fraternalmente la paz. En los tendidos de sol, las pe?as han gritado estos d¨ªas osl¨¦ (apellido de la concejala con la que Balduz vive su idilio) en lugar del ol¨¦ tradicional.

Ayer se celebr¨® en la plaza de toros de Pamplona una corrida vasco-landesa. Los organizadores del acto llenaron el casco viejo de la ciudad con carteles anunciadores del espect¨¢culo -en realidad, es un espect¨¢culo curioso este de las corridas vasco-landesas- en los que aparec¨ªa una olvidada coletilla nacional-sindicalista: entrada gratuita para mujeres acompa?adas (no se sabe por qui¨¦n). Para seguir con la tradici¨®n faltaba aquello de ?ni?os y militares sin graduaci¨®n, entrada gratis?.

El encierro de los toros de la ganader¨ªa de Ferm¨ªn Boh¨®rquez. result¨® ayer peligroso. Unicamente participaron tres astados, ya que el resto fue rechazado .

A pesar de todo, la carrera result¨® peligrosa, porque uno de los toros se qued¨® rezagado y fue dando sustos en la ¨²ltima mitad del recorrido. Este morlaco hiri¨® de gravedad al joven pamplon¨¦s Alvaro de Pablos, en el callej¨®n, siendo alcanzado en el muslo izquierdo, en donde los m¨¦dicos le apreciaron una herida producida por asta de veinte cent¨ªmetros de profundidad. Otro corredor, Juan Rejalagar, de Barcelona, tambi¨¦n fue cogido en el muslo izquierdo.