Los balances anuales de las empresas
M¨¢s por obligaci¨®n que por voluntad, los responsables de las empresas estatales y de las privadas tenemos que presentar todos los a?os y por estas fechas el balance anual del ejercicio anterior. Todos los responsables tratamos de ofrecer lo mejor posible, a trav¨¦s de la informaci¨®n contable, los resultados econ¨®micos de la empresa, y por ende, buscamos una justificaci¨®n de nuestra actuaci¨®n, como si estuviese ¨²nicamente en nuestras manos el haber tenido ¨¦xitos o fracasos al ofrecer n¨²meros positivos o negativos, sin tomar en cuenta que en una econom¨ªa abierta, como en la que nos desenvolvemos, nuestras gestiones estuviesen aisladas y no fuesen parte integrante de la situaci¨®n econ¨®mica compleja y dif¨ªcil, por no decir de crisis, en la que nos encontramos.De esta forma, hablamos muy ligeramente de beneficios o p¨¦rdidas, sin atenernos a los c¨¢nones tradicionales de la contabilidad, llamando beneficios a lo que no son sino p¨¦rdidas, usando guarismos contables y, entre otros, como son: no considerar gastos importantes la depreciaci¨®n del equipo -amortizaci¨®n- para producir beneficios o exagerando su depreciaci¨®n -amortizando exageradamente- y con el objeto de producir p¨¦rdidas, y, peor a¨²n, las empresas estatales, olvid¨¢ndose por completo de sus subvenciones.
Al actuar de esta manera, el concepto beneficio o p¨¦rdida viene a, convertirse en un concepto subjetivo, administrado a gusto y medida de quien presenta el balance para benepl¨¢cito de los consejos de administraci¨®n p¨²blicos o privados.
Antes de hablar de beneficios o p¨¦rdidas, deber¨ªamos comparar los resultados propios con los de otras empresas del sector -estudio en el espacio-, y si no se tiene informaci¨®n de la competencia, analizar los resultados propios compar¨¢ndolos anualmente -estudio en el tiempo- Una vez realizados estos estudios, en lugar de hablar de beneficios o p¨¦rdidas, se deber¨ªa seguir el ejemplo de la presentaci¨®n de datos de la contabilidad sajona, que antes de extenderse en los conceptos anteriores, presentan sus cashflows comparados de a?o en a?o. M¨¦todo, tal vez, el ¨²nico objetivo para conocer y comparar fehacientemente los resultados de la explotaci¨®n econ¨®mica de la empresa.
Motivo de estas reflexiones es el art¨ªculo aparecido en el peri¨®dico EL PAIS el 27 de junio de 1981, que, al igual que en el a?o anterior, publica que la compa?¨ªa Trasmediterr¨¢nea ha tenido un beneficio, en esta ocasi¨®n, de unos 392 millones de pesetas, esto es, en el ejercicio de 1980.
Juzguemos y comparemos extractos de las cuentas de resultados de dos empresas del mismo sector, una estatal y otra privada, para sacar consecuencias (en miles de pesetas):
Sin echar mano para nada del concepto amortizaci¨®n, que puede llevar a la argucia contable de mayor o menor beneficio, o de mayor o menor p¨¦rdida, vemos que el cash flow de la compa?¨ªa Trasmediterr¨¢nea es negativo, y no s¨®lo que sus ingresos por explotaci¨®n no cubren los costes variables, sino peor a¨²n, que est¨¢n por debajo de los costes fijos, es decir, que con un cash flow negativo se come su capital, se descapitaliza anualmente, claro est¨¢, luego recibe la subvenci¨®n de 5.641,1 millones de pesetas, en 1979, y de 5.975,5 millones de pesetas, en 1980, e, ir¨®nicamente, arroja beneficios contables de 392,1 millones de pesetas, en 1979, y de 392,6 millones de pesetas, en 1980.
El caso de Naviera Pinillos es diferente: tiene un cash flow positivo en los dos a?os y en su decisi¨®n est¨¢ en dedicar todo a amortizar (que no es suficiente en un per¨ªodo de inflaci¨®n, debido al alto coste de reposici¨®n del inmovilizado material) -pol¨ªtica aconsejable- o a amortizar en parte y, la otra parte, a distribuir dividendos -pol¨ªtica no aconsejable.
Creemos que ya ha llegado la hora de las transparencias, debemos llamar a las cosas por su nombre y al saldo de la cuenta de resultados de ingresos por debajo de los costes de explotaci¨®n: p¨¦rdidas. Y, no por un saldo de esta naturaleza, tiene menos m¨¦rito la gesti¨®n de los responsables de las empresas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.