La solidaridad es esencial en el proceso de autonom¨ªa educativa, seg¨²n los socialistas
La intervenci¨®n de la diputada socialista Mar¨ªa Izquierdo en el seminario sobre Regionalizaci¨®n de la Ense?anza, que contin¨²a sus trabajos en la Universidad Internacional Men¨¦ndez y Pelayo, discurri¨® entre la clarificaci¨®n de los t¨¦rminos por los que camina el actual proceso de concertaci¨®n en torno al tema auton¨®mico y el inter¨¦s de los socialistas porque se garantice un ¨¦nfasis absoluto -en el principio de solidaridad, perfectamente compatible con el progreso del calendario auton¨®mico.
En el ¨¢mbito concreto de la regionalizaci¨®n de la ense?anza, junto a una sucinta exposici¨®n del programa educativo socialista a partir de la presunci¨®n de un conocimiento suficiente del mismo por parte de los expertos que participan en el seminario, Mar¨ªa Izquierdo critic¨® con dureza el proceso de transferencias y de estructuraci¨®n administrativa, ?tal y como se est¨¢ haciendo por parte de UCD y de las minor¨ªas nacionalistas?. En su opini¨®n, ni se efect¨²an los cambios precisos en la actual administraci¨®n educativa, ni se est¨¢ llevando a cabo la simplificaci¨®n, adecuaci¨®n y ordenaci¨®n precisas, ni existe una planificaci¨®n y programaci¨®n previas sobre c¨®mo ha de quedar constituido el modelo conjunto.Estas lagunas del proceso, que la diputada socialista califica de irresponsable, determina un peligroso grado de improvisaci¨®n que, en cierto modo, podr¨ªa estar constituyendo la explicaci¨®n de gran parte de las desconfianzas surgidas entre grandes espacios de opini¨®n p¨²blica ante la construcci¨®n del Estado de las autonom¨ªas.
Pero esta desconfianza, tan generalizada como evidente, se agrava sobre todo en los territorios que a¨²n se encuentran en los estadios iniciales del proceso auton¨®mico, con el temor, la sospecha o la duda sobre c¨®mo van a funcionar los mecanismos de compensaci¨®n de las desigualdades econ¨®micas que constituyen el punto de partida de dicho proceso.
Para Mar¨ªa Izquierdo, estos temores pueden estar bastante fundados si el principio de solidaridad, consustancial al de la autonom¨ªa de las nacionalidades y regiones, tal y como la Constituci¨®n n¨ªtidamente establece, se queda en el mero terreno de las grandes declaraciones de principios. Las cosas todav¨ªa se complican mucho m¨¢s cuando se comprueba que el grado de desarrollo educativo de las regiones que est¨¢n ya en la fase final del proceso de su autonom¨ªa es considerablemente mayor que el de aquellas otras que todav¨ªa tienen por delante un calendario extremadamente dilatado hasta llegar a ese mismo nivel de competencias auton¨®micas.
La representante del PSOE piensa que todas esas dudas y temores s¨®lo pueden disiparse si se mantiene una actitud firme a la hora de exigir una correcta y eficaz aplicaci¨®n de los mecanismos de compensaci¨®n econ¨®mica entre las diversas regiones.
Regionalizaci¨®n y democracia
El an¨¢lisis del fen¨®meno de la regionalizaci¨®n de la ense?anza en Am¨¦rica Latina, expuesto por Germ¨¢n W. Rama, director del proyecto de las Naciones Unidas Desarrollo y educaci¨®n en Am¨¦rica Latina y el Caribe, encuentra considerables puntos de conexi¨®n con las precisiones de Mar¨ªa Izquierdo en torno a la cuesti¨®n de la solidaridad.El ponente, a trav¨¦s del estudio comparativo entre los conceptos de regionalizaci¨®n de Espa?a y de Am¨¦rica Latina, provoc¨® profundos motivos de reflexi¨®n entre algunos de los participantes en el seminario. Para quienes, entre ¨¦stos, conocen muy de cerca la realidad de determinadas zonas deprimidas de las regiones espa?olas, resulta entre doloroso y sorprendente comprobar hasta qu¨¦ punto las enormes desigualdades en el grado de desarrollo social, econ¨®mico y educativo, se repiten con perfiles asombrosamente id¨¦nticos en Espa?a y en el mundo latinoamericano.
Resulta obligado dejar constancia tambi¨¦n del impacto provocado por la exposici¨®n del profesor Rama en relaci¨®n con la equ¨ªvoca simbiosis que tal vez con demasiada precipitaci¨®n, algunos pol¨ªticos espa?oles de la transici¨®n han establecido entre regionalizaci¨®n y democratizaci¨®n.
Obviamente, el profesor Rama, experto de la Unesco, de nacionalidad uruguaya, no entr¨® de ning¨²n modo en el an¨¢lisis del proceso pol¨ªtico espa?ol; simplemente puso de manifiesto que el papel de la regionalizaci¨®n como instrumento de democratizaci¨®n social puede ser una condici¨®n necesaria, pero no suficiente. En su opini¨®n, la democratizaci¨®n guarda relaci¨®n con el acceso al poder por parte de los grupos populares, pero incluye otras dimensiones importantes en el terreno concreto de la educaci¨®n. As¨ª, el cambio del modelo cultural que transmite la escuela, la renuncia a una pedagog¨ªa autoritaria, el desarrollo de la educaci¨®n preescolar o la profunda transformaci¨®n de los moclelos de formaci¨®n del profesorado. La relaci¨®n no exhaustiva de todas estas condiciones, inexcusables en un proceso de democratizaci¨®n, cuestiona seriamente muchos de los postulados sobre los que se asienta demasiadas veces el discurso auton¨®mico en Espa?a.
Si no ins¨®lito, es cuando menos infrecuente que el final de la exposici¨®n de una ponencia de contenido tan simplemente t¨¦cnico en apariencia, como la aportada a este seminario por el profesor Rama, sea coronada con una salva de aplausos.
Ahuyentados por el prejuicio, entre arrogante, chovinista o simplemente fr¨ªvolo, con que los espa?oles acostumbramos a encarar casi siempre la cuesti¨®n latinoamericana, muchos de los ausentes de la sesi¨®n prota?crilzada por Germ¨¢n W. Rama, lamentar¨ªan despu¨¦s la p¨¦rdida de una extraordinaria oportunida para conocer con cuanto rigor se pueden encarar todas las premisas sociales, econ¨®micas, culturales, did¨¢cticas y pedag¨®gicas, sobre las que se asienta la planificaci¨®n educativa que, dicho sea de paso, resulta una pr¨¢ctica bastante ins¨®lita entre nosotros.
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