Preocupaci¨®n en Portugal por la eventual adhesi¨®n de Espa?a a la OTAN
La eventual adhesi¨®n de Espa?a a la Alianza Atl¨¢ntica causa preocupaci¨®n en medios pol¨ªticos y militares portugueses, que han comenzado a hacer llegar a la Organizaci¨®n para el Tratado del Atl¨¢ntico Norte (OTAN) sugerencias para modificar la actual estructura de mando aliada, de forma que Portugal no pudiera quedar sometido en ning¨²n caso a un comando basado en Madrid.La misma preocupaci¨®n se observa en medios oficiosos de la OTAN, donde se afirma que la negociaci¨®n para la adhesi¨®n de Espa?a deber¨ªa contemplar el problema que plantea Portugal, a fin de que no se presenten ?desconfianzas? como las que ya existen, en mayor medida, entre Grecia y Turqu¨ªa.
Seg¨²n la actual estructura de mando de la OTAN, la costa atl¨¢ntica de Andaluc¨ªa y las islas Canarias quedar¨ªan comprendidas en la zona denominada Iberlant (zona ibericoatl¨¢ntica), con un mando radicado en Oeiras (Lisboa, Portugal), dependiente a su vez del SACLANT en Norkfort (Virginia, Estados Unidos). Iberlant no incluye las islas Azores, de soberan¨ªa portuguesa, pero tan importantes son para la Alianza que dependen directamente del mando norteamericano de Norkfort.
Los portugueses temen que si Espa?a se adhiere a la OTAN, el mando de Iberlant podr¨ªa trasladarse a Madrid, y aseguran que esa es una de las condiciones impuestas por el Gobierno espa?ol. La desconfianza de Lisboa es tal que se niegan a aceptar una ?propuesta? inicial aliada, seg¨²n la cual el mando de Iberlant ser¨ªa rotativo entre un almirante espa?ol y otro portugu¨¦s, manteniendo siempre en tercer lugar a un militar norteamericano o brit¨¢nico.
Seg¨²n insin¨²an medios lusitanos recogidos por el semanario Expresso, en su n¨²mero del pasado 11 de julio, existe tambi¨¦n el riesgo de que el espacio a¨¦reo portugu¨¦s quedara confiado para su vigilancia a las fuerzas a¨¦reas espa?olas, puesto que Lisboa dispone s¨®lo de 40 aviones de combate contra los 177 del Ej¨¦rcito espa?ol.
Las propuestas formuladas inicialmente por diplom¨¢ticos y militares portugueses, seg¨²n fuentes oficiosas aliadas, supondr¨ªan una modificaci¨®n profunda de la actual estructura de mando de la OTAN. Se tratar¨ªa, en principio, de rescatar el control de las Azores de forma que dependieran directamente del mando portugu¨¦s, formando un tri¨¢ngulo con el continente y las islas Madeira. El mando de esta nueva zona ser¨ªa confiado a un comando con sede en Lisboa.
Medios oficiosos pr¨®ximos a la diplomacia espa?ola admitieron que el problema de las relaciones hispano-portuguesas en el seno de la Alianza Atl¨¢ntica no deb¨ªa ser menospreciado. Aseguraron que no se hab¨ªa planteado a¨²n esta cuesti¨®n, al menos por las autoridades espa?olas, pero adelantaron a t¨ªtulo personal una posible soluci¨®n para los resquemores lusitanos. Se tratar¨ªa de apoyar la creaci¨®n del mencionado tri¨¢ngulo portugu¨¦s. con sede en Lisboa, y proponer la creaci¨®n de otra zona que comprender¨ªa desde el estrecho de Gibraltar hasta el archipi¨¦lago canario, cuyo mando ser¨ªa confiado a militares espa?oles con base en Rota (C¨¢diz). Este mando estar¨ªa subordinado directamente a un almirante de la base de Norkfort, en Estados Unidos.
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