El ej¨¦rcito salvadore?o rechaza tajantemente cualquier negociaci¨®n con la guerrilla
Desde su punto de vista, la propuesta de negociaci¨®n, que respalda la Internacional Socialista, no ser¨ªa sino un s¨ªntoma de debilidad de la guerrilla, que se siente incapacitada para inclinar de su lado la balanza militar. El social-cristiano Rub¨¦n Zamora, dirigente del Frente Democr¨¢tico Revolucionario (FDR), opina justamente lo contrario: "Precisamente porque somos fuertes, porque tenemos capacidad militar y el apoyo pol¨ªtico del pueblo es por lo que planteamos una salida pol¨ªtica que permita comprobar la fuerza real de los dos bandos".La b¨²squeda de una salida pol¨ªtica est¨¢ motivada, seg¨²n las fuerzas rebeldes, porque en otro caso la guerra va a ser muy larga. "Ninguno de los contendientes puede derrotar al enemigo a corto plazo, y las fuerzas revolucio narias no est¨¢n interesadas en que se siga derramando sangre". "No rechazamos las elecciones", contin¨²a Rub¨¦n Zamora, "pero creemos que un proceso electoral s¨®lo tiene sentido si hay condiciones para que el pueblo pueda expresarse libremente".
Incluso una instituci¨®n con servadora como el Colegio de Abogados de San Salvador se ha negado a participar en la elaboraci¨®n de las leyes electorales, porque opina que en las actuales circunstancias no existe ninguna garant¨ªa para la limpieza del proceso. En todo el pa¨ªs rige la ley marcial, est¨¢n suspendidos los derechos de reuni¨®n y asociaci¨®n, y todos los medios informativos est¨¢n sometidos a censura previa.
"En esta situaci¨®n", a?ade Zamora, "las elecciones pueden servirle al r¨¦gimen para hacer otra mascarada, pero la oposici¨®n no tendr¨¢ la menor oportunidad de manifestarse. Y eso sin tener en cuenta que las fuerzas armadas han publicado una lista de 138 personas entre las que se encuentran todos los l¨ªderes de la oposici¨®n, a los que han prometido per seguir sin descanso como terroristas y traidores a la patria".
La victoria militar, prioritaria
Para el ministro de Defensa, todo esto no pasan de ser bagatelas. La paz s¨®lo puede llegar como fruto de un aplastamiento militar de la guerrilla. "Las condiciones est¨¢n a nuestro favor. No podr¨ªa decir que la subversi¨®n haya sido derrotada totalmente, pero el ¨¦xito est¨¢ cerca". Primero, la victoria militar; luego, las elecciones. Esta parece ser la consigna del Ej¨¦rcito. "Las elecciones podr¨¢n celebrarse. Para febrero o marzo tendremos un control absoluto del pa¨ªs".
Las condiciones en que se vayan a realizar los comicios no parecen preocupar a los militares. Al fin y al cabo, en las actuales circunstancias el partido rn¨¢s progresista que podr¨¢ presentarse a las elecciones ser¨¢ el democristiano, suficientemente "domesticado" despu¨¦s de compartir el poder con los militares durante m¨¢s de a?o y medio.
Pero en las filas democristianas no existe, la unanimidad que el presidente Duarte pretende hacer ver. Varios de sus dirigentes opinan que es necesario llegar a alg¨²n tipo de acuerdo con la oposici¨®n para poner t¨¦rmino a la guerra. De lo contrario, cualquier elecci¨®n no pasar¨ªa de ser una farsa.
De nada sirven las garant¨ªas del ministro de "Defensa: "Las fuerzas armadas no vetar¨¢n a ning¨²n partido, siempre que respete las leyes". La oposici¨®n s¨®lo aceptar¨ªa la salida a la luz p¨²blica despu¨¦s de haber concertado una serie de condiciones garantizadas por mediadores internacionales. Entre esas condiciones est¨¢n el cese de la represi¨®n, derogaci¨®n de las leyes de guerra, plena libertad de expresi¨®n y sustituci¨®n de los altos mandos del Ej¨¦rcito.
Esta ¨²ltima exigencia, que las fuerzas rebeldes consideran b¨¢s¨ªca para la fiabilidad de bualquier proceso electoral, endurece l¨®gicamente la posici¨®n de la c¨²pula militar, consciente de que todo acuerdo con la oposici¨®n significar¨ªa su defenestraci¨®n pol¨ªtica.
De ah¨ª que los militares traten de negar por encima, de todo que las organizaciones guerrilleras tengan un verdadero prop¨®sito negociador. "Hemos capturado un documento en el que revelan que quieren la mediaci¨®n s¨®lo como una t¨¢ctica militar que les permita ganar tiempo", afirma Garc¨ªa. El FMLN rechaza esta afirmaci¨®n como una insidia. En todo caso, una de las fuerzas guerrilleras, las Fuerzas Populares de Liberaci¨®n (FPL), se ha mostrado habitualmente reacia a Cualquier negociaci¨®n, aunque el desarrollo de la guerra parece haber moderado su actitud a este respecto.
Algunos de los m¨¢ximos dirigentes de la guerrilla manifiestan abiertamente en sus informes internos que la negociaci¨®n es el ¨²nico camino para evitar al pa¨ªs una destrucci¨®n casi total. Precisamente porque. en otro caso el FMLN tiene capacidad para seguir luchando por largo tiempo.
Washington apoya al Ej¨¦rcito
El ¨²nico factor que puede forzar la negociaci¨®n es Estados Unidos, pero la Administraci¨®n Reagan comparte, hoy por hoy, la teor¨ªa del Ej¨¦rcito salvadore?o de que es posible destruir a la guerrilla antes de las elecciones de marzo. L¨ªderes socialistas que han intentado una aproximaci¨®n a las autoridades norteamericanas hablan de una extremada cerraz¨®n ante cualquier propuesta negociadora. La opci¨®n estadounidense sigue siendo la guerra contra la infiltraci¨®n comunista para pacificar el pa¨ªs antes de los comicios.
Un ginec¨®logo, Jorge Bustamante, es el encargado de preparar estas elecciones como presidente del Consejo Electoral. En una oficina protegida por numerosos soldados, este m¨¦dico salvadore?o asegura que el clima de violencia disminuir¨¢ a medida que el pueblo vea que son posibles unas elecciones limpias.
"Podr¨¢n participar todos aquellos que respeten las reglas democr¨¢ticas. Esto deber¨¢ decidirlo el Consejo de Elecciones, y no estamos dispuestos a dejarnos manipular por nadie. Nuestro apoyo es el llamamiento que hicieron las fuerzas armadas el 15 de octubre de 1979, en el que se comprometieron a que el pueblo pudiera elegir a sus representantes".
Jorge Bustamante no tiene inconveniente en admitir que en El Salvador todas las elecciones habidas desde 1931 han sido fraudulentas. "Efectivamente, las urnas llegaban semivac¨ªas a las alcald¨ªas, y al d¨ªa siguiente aparec¨ªan llenas. Esto ha sido as¨ª. Pero por primera vez la ley electoral va a imponer severas sanciones a quien manipule el proceso, incluyendo destituciones de comandantes militares o alcaldes por hacer proselitismo".
Al m¨¢ximo responsable del proceso no le preocupa demasiado que no se haya hecho ning¨²n censo desde 1970. "Para votar es necesaria una c¨¦dula de identidad que muchos campesinos no la sacan nunca porque no la necesitan. Pero seremos rigurosos. Quien quiera votar tendr¨¢ que sacar la c¨¦dula, de lo contrario no podr¨¢ hacerlo. Si vota el 51% del electorado lo consideraremos un ¨¦xito".
En la actualidad hay cinco partidos inscritos legalmente. Uno de ellos es el Movimiento Nacional Revolucionario (MNR), integrado hoy en el FDR, y que dirige el presidente de esta coalici¨®n opositora, Guillermo Ungo. "El FDR no est¨¢ inscrito", dice Jorge Bustamante; "por ahora es s¨®lo una coalici¨®n de apoyo a la guerrilla. Si deponen las armas y se acogen a la amnist¨ªa podr¨¢n participar tambi¨¦n".
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