La ley sobre el Divorcio y L'Osservatore Romano

Como cat¨®lico, casado, viudo y vuelto a casar, padre de seis hijos y abuelo de seis nietos, no puedo por menos de demostrar mi indignaci¨®n ante la campa?a desatada en contra de ?nuestra ley sobre el Divorcio? que los representantes del pueblo espa?ol han aprobado recientemente y que nuestro Rey est¨¢ a punto de sancionar.Mucho se ha dicho y escrito reprobando esta campa?a ant¨ªdivorcista, con la que much¨ªsimos espa?oles cat¨®licos estamos de acuerdo. Pero en todo lo que se ha dicho y escrito contra la campana antidivorcista, que yo sepa, no he encontrado algo que se refiera o aclare el verdadero sentido del sacramento del matrimonio.

Seg¨²n leo en EL PAIS de hoy, en su p¨¢gina 18, la edici¨®n semanal en lengua espa?ola de L'Osservatore Romano, publica un art¨ªculo bajo el t¨ªtulo ?Dolor por la introducci¨®n de la ley de Divorcio en Espa?a?, en el que, entre otras cosas, se dice refiri¨¦ndose a las amplias posibilidades de la aplicaci¨®n de la ley-: ?...seg¨²n las cuales la disoluci¨®n del v¨ªnculo matrimonialse deja en la pr¨¢ctica a la discreci¨®n y disponibilidad de los mismos c¨®nyuges?. En todos, menos en uno, de los sacramentos que imparte la Santa Madre Iglesia Cat¨®lica, el sacerdote oficiante es, adem¨¢s, ministro

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del Se?or. Digo en todos menos en uno porque, precisamente, ese menos uno es el sacramento del matrimonio, en el que el sacerdote oficiante, si bien representa a Cristo, es solamente un mero testigo, siendo los ministros del Se?or los propios contrayentes, que se acogen a s¨ª mismos y se imparten el sacramento del matrimonio y se prometen, no juran, la uni¨®n matrimonial siempre y cuando por ambos c¨®nyuges se cumplan las condiciones que ambos prometen en el momento de vincularse ante el sacerdote testigo del acto, como lo es el juez en el matrimonio civil.

Si las condiciones prometidas no se cumplen por uno o los dos contrayentes, de hecho, ?no ha quedado roto el v¨ªnculo? I