Aplazada, a petici¨®n del Gobierno espa?ol, la visita del ministro del Interior franc¨¦s a Madrid

El ministro del Interior franc¨¦s, Gast¨®n Defferre, ha aplazado, a petici¨®n del Gobierno espa?ol, la visita oficial que ten¨ªa prevista hoy, martes, a Madrid, en el curso de la cual estaban programados diversos contactos con su hom¨®logo espa?ol, Juan Jos¨¦ Ros¨®n, en los que se iban a abordar principalmente aspectos de la lucha contra el terrorismo vasco. El aplazamiento de la visita est¨¢ relacionado con unas declaraciones que Deferre ha realizado recientemente al semanario franc¨¦s Le Nouvel Observateur, en las que se precisa que ?Francia no conceder¨¢ la extradici¨®n de los refugiados vascos?.

Estas declaraciones est¨¢n, al parecer, en abierta contradicci¨®n con las de otros miembros del Gobierno franc¨¦s, entre ellos el .ministro de Asuntos Exteriores, Claude Cheysson, partidario de conceder algunas de las extradiciones.Fuentes pr¨®ximas a la diplomacia espa?ola comunicaron ayer a EL PAIS que el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, conoci¨® el contenido de las declaraciones de Gast¨®n Deferre cuando a¨²n se encontraba de visita oficial en M¨¦xico. A la vuelta de este pa¨ªs, Calvo Sotelo se puso en contacto telef¨®nico con el primer ministro franc¨¦s, Pierre Mauroy, a quien le comunic¨® la reacci¨®n negativa que se hab¨ªa producido en Espa?a hacia las declaraciones de su ministro y le sugiri¨® un aplazamiento de la visita, hecho ¨¦ste que fue admitido por la Administraci¨®n gala. Defferre, inicialmente, visitar¨¢ Espa?a el pr¨®ximo 29 de julio.

Paralelamente a las reacciones oficiales espa?olas a las declaraciones de Defferre y al aplazamiento de la visita de ¨¦ste, el vicesecretario general del Partido Socialista Obrero Espa?ol, Alfonso Guerra, declar¨® en la localidad asturiana de Gij¨®n que para su organizaci¨®n ?ser¨ªa una decepci¨®n que el, Gobierno de Mitterrand no resolviera tampoco lo que no pudo solucionar Giscard en relaci¨®n con las actividades de bandas armadas que act¨²an en Espa?a y tienen su refugio en Francia?. El socialista Guerra a?adi¨® que pol¨ªticamente lo importante no es el tanto que se consiga o no con la extradici¨®n, sino impedir que Francia sea plataforma de terroristas.

Tirantez entre Francia y Espa?a

Las declaraciones del ministro franc¨¦s del Interior, seguidas de violentas reacciones por parte de la Prensa madrile?a, ?envenenan de nuevo las relaciones entre Par¨ªs y Madrid?, estimaba ayer la opini¨®n gala, tal como lo recalcaba un editorial de primera p¨¢gina del diario independiente Le Monde. Los medios oficiales par¨ªsienses, como los espa?oles de la capital francesa, desdramatizan el asunto, en espera de que Defferre, definitivamente, viaje a Madrid. De permit¨ªrselo sus trabajos parlamentarios (en los pr¨®ximos d¨ªas presenta a discusi¨®n en la Asamblea su ambicioso plan de descentralizaci¨®n), su entrevista con Ros¨®n podr¨ªa celebrarse antes de agosto, informa desde Par¨ªs Feliciano Fidalgo.

Tres fuentes oficiosas distintas de otros tantos ministerios dejan entender claramente que las declaraciones de Defferre hay que tomarlas al pie de la letra, es decir, que el ministro, ?para dejar claras las cosas antes de carearse con Ros¨®n, y para no negociar en falso, prefiri¨® expresar de antemano lo que piensa el Gobierno franc¨¦s de la naturaleza del problema vasco (?es una lucha pol¨ªtica?) y de su consecuencia inmediata: ?No hay extiradiciones?. En estos mismos medios se anota ?la coherencia del ministro al exponer como pol¨ªtico el problema vasco franc¨¦s y al mostrarse dispuesto a dialogar con los terroristas independentistas corsos?. Conviene anotar que Defferre, antes de que fuese publicada su entrevista con Le Nouvel Observateur, la ley¨® tres veces.

En otros ministerios franceses ligados m¨¢s directamerte a las relaciones con Espa?a, de igual manera que en Matignon (residencia del primer ministro) ni se ha desmentido ni se piensan matizar las declaraciones de Defferre, este ¨²ltimo se crey¨® que podr¨ªa hacer p¨²blico un comunicado, pero ?no volver¨¢ a hablar m¨¢s?, se dijo anoche.

Le Monde, en su editorial, da una de cal y otra de arena. Halaga la decisi¨®n de no conceder extradiciones, porque ?Francia quiere volver a ser tierra de asilo ? y porque ?Espa?a es, ciertamente, una democracia, pero a¨²n se muere por tortura, como en el caso de Jos¨¦ Arregui?. Y, por otra parte, le reprocha al ministro del Interior el no aludir apenas a la lucha contra el terrorismo en la que Francia debe cooperar. El mismo editorialista estima que es ?una prueba de ligereza? por parte de Defferre ignorar que el Gobierno de Calvo Sotelo ?necesita de un m¨ªnimo de buena voluntad de parte de Par¨ªs para conjurar la amenaza de un golpe de Estado ?.

A la vista de la nueva reca¨ªda de las relaciones entre los dos pa¨ªses, y teniendo en cuenta que la declaraci¨®n de Defferre revela una doctrina perfectamente establecida de antemano por el Gobierno, otros informadores se preguntan ?qu¨¦ ocurri¨® recientemente, cuando Calvo Sotelo se entrevist¨® con el primer ministro, Pierre Mauroy, y con el presidente Mitterrand?. No entendi¨® lo que le dijeron las autoridades francesas, o no se lo dijeron claramente, o fue ¨¦l quien maquill¨® el contenido del contencioso para la opini¨®n espa?ola.