Energ¨ªas alternativas

Quiz¨¢ la declaraci¨®n m¨¢s sorprendente que contiene el comunicado final de la cumbre de Ottawa sea el reconocimiento de los l¨ªderes de los siete pa¨ªses m¨¢s industrializados del mundo de que ?el desarrollo de la energ¨ªa nuclear ha sido decepcionantemente lento?. A esta especie de mea culpa el texto oficial a?ade: ?Pensamos que hay que favorecer su aceptaci¨®n por la opini¨®n p¨²blica?. Nunca es demasiado tarde, es cierto, pero sobre este tema habr¨ªa que a?adir que el enorme coste pol¨ªtico, econ¨®mico y social que el retraso implica es una de las principales causas de la gravedad y la persistencia de la actual crisis econ¨®mica mundial.Si el petr¨®leo es cada d¨ªa m¨¢s caro, salvo alg¨²n par¨¦ntesis de estabilidad, si es una fuente de energ¨ªa que, se agota y, quiz¨¢ antes, pueda acabar con los equilibrios b¨¢sicos de la econom¨ªa mundial, est¨¢ claro que ha habido tiempo, y quiz¨¢ lo hay todav¨ªa, para poner en marcha energ¨ªas alternativas, por dif¨ªciles, lentas y caras que resulten. Lo que no puede seguir haci¨¦ndose es decir que viene el lobo, porque nadie hace caso, hasta que cualquier d¨ªa el lobo, llegue de verdad. Llevamos demasiados a?os perdiendo el tiempo. Menos mal que, por fin, los l¨ªderes pol¨ªticos de Occidente lo han reconocido.

, 24 de julio