Tensas negociaciones entre la Administraci¨®n y el sector farmac¨¦utico sobre los nuevos precios de los medicamentos

Las negociaciones entre la Administraci¨®n central y el sector farmac¨¦utico para la revisi¨®n de precios de los medicamentos parecen hallarse en un punto cr¨ªtico como consecuencia de las diferencias entre las partes sobre los porcentajes de aumento, seg¨²n fuentes solventes. Del resultado de estas negociaciones depende en gran medida la potenciaci¨®n de la industria farmac¨¦utica espa?ola o el aumento de la penetraci¨®n de las multinacionales en el mercado espa?ol. En medio se encuentran la Seguridad Social, principal costeadora del consumo de medicamentos, y el ciudadano espa?ol, sometido a una inflaci¨®n de productos de elevado precio y no siempre de probada eficacia.

En el pasado mes de junio, el Consejo Superior de Colegios Oficiales de Farmac¨¦uticos, as¨ª como representantes de la industria y distribuidores, mantuvieron una serie de reuniones tras las que evacuaron al MTSSS una serie de consideraciones en las que mostraban los problemas del sector, derivados principalmente de los retrasos en que se ha incurrido para la revisi¨®n de precios correspondiente a este a?o.Informaciones obtenidas por EL PAIS precisan que, en el momento actual, las negociaciones entre la Administraci¨®n central y la industria farmac¨¦utica mantienen las siguientes posturas:

El MTSSS ofrece una subida lineal del 10%.

La Junta Superior de Precios parece dispuesta a llegar al 16% lineal.

Farmaindustria (patronal del sector industrial, con mayor¨ªa de laboratorios nacionales) pide el 22%.

Las multinacionales se conformar¨ªan con el 16%.

Los Colegios de Farmac¨¦uticos desean que la subida sea tal que permita que los m¨¢rgenes comerciales de todos los medicamentos sean del 30% (actualmente llevan ese margen en los productos de m¨¢s bajo precio, que desciende en relaci¨®n con el m¨¢s alto precio del f¨¢rmaco), as¨ª como que la subida se aplique tambi¨¦n al material en stock; la aplicaci¨®n de un redondeo de los precios a 5 y 0, aparte de otras medidas de orden contable y de facturaci¨®n, que simplifiquen trabajo y costos, en el tratamiento inform¨¢tico de la prestaci¨®n farmac¨¦utica de la Seguridad Social.

El mercado espa?ol de medicamentos est¨¢ actualmente repartido en un 51% para las multinacionales y un 49% para la industria nacional. La OMS recomienda a los pa¨ªses el fortalecimiento de su producci¨®n nacional de f¨¢rmacos. Pero la pol¨ªtica sanitaria espa?ola ha permitido el deterioro o estancamiento de los laboratorios espa?oles en beneficio del auge de penetraci¨®n de los extranjeros en nuestro pa¨ªs.

De continuar, en l¨ªneas generales, la misma pol¨ªtica, en 1981, las multinacionales podr¨ªan acaparar el 53,06% del mercado, con un retroceso de la industria espa?ola al 46,83%. Ello fortalecer¨ªa de tal modo a aqu¨¦llas que estar¨ªan en posici¨®n de presionar para llegar a obtener el 75% de la tarta en el plazo de unos cuatro a?os.

Plan de revisi¨®n

En el primer trimestre de 1981, la Secretar¨ªa de Estado para la Seguridad Social encarg¨® a un grupo de expertos del Insalud la elaboraci¨®n de un plan de revisi¨®n de precios de medicamentos mediante contabilidad anal¨ªtica por medio de instrumentaci¨®n electr¨®nica.Este plan establec¨ªa un aumento global del 8% sobre el montante total, pero no de forma lineal para todos y cada uno de los f¨¢rmacos -lo cual beneficia exclusivamente a las multinacionales-, sino atendiendo a criterios discriminatorios para conseguir un equitativo reparto y una clarificaci¨®n en el sector respecto a la verdadera eficacia sanitaria de los mismos.

Dicho plan supon¨ªa incrementar el precio de aquellos f¨¢rmacos -principalmente nacionales- de actual precio m¨¢s bajo y cuyas caracter¨ªsticas sanitarias fuesen de probada eficacia; una notable reducci¨®n a 8.000 de los casi 20.000 productos farmac¨¦uticos actualmente a la venta -cifra esta ins¨®lita respecto a las recomendaciones de la OMS y a los usos en otros pa¨ªses europeos, que mantienen no m¨¢s de 2.000 o 4.000 productos-, y un sistema sujeto a ordenador electr¨®nico para las sucesivas revisiones de precios, que impidiera los actuales tr¨¢ficos de influencia con los que cuentan los laboratorios fuertes para introducir en el mercado medicamentos te¨®ricamente nuevos, a precios muy altos, cuando en realidad no aportan apenas nada respecto a otros ya existentes y que tienen el precio estancado en un bajo nivel.

Dicho plan, que iba radicalmente en beneficio de la terap¨¦utica del enfermo, de la industria espa?ola y de la descarga de costos que sufraga la Seguridad Social, se empez¨® a negociar con Farmaindustria cuando el tiempo legal para efectuar la revisi¨®n de 1981 estaba a punto de terminar. La patronal lo acept¨® en principio.

Los ¨²ltimos cambios en el departamento ministerial paralizaron esta negociaci¨®n, introdujeron en la misma otro plan de revisi¨®n de precios y se inici¨® otra tanda de conversaciones que todav¨ªa perdura.

El paso del tiempo da fuerza a Farmaindustria y, de rechazo, a las multinacionales, para negociar, por cuanto, al haberse incumplido el plazo de revisi¨®n, aqu¨¦lla puede inhibirse legalmente de abonar a la Seguridad Social el llamado descuento general sobre medicamentos, que supone un importe de diez mil millones de pesetas al a?o.

Es evidente que a¨²n van a tardar en ultimarse estas negociaciones. Principalmente porque los redactores del nuevo plan -elaborado a la par que se admiti¨® la dimisi¨®n del secretario de Estado para la Sanidad, Jos¨¦ Barea, que habla promovido el primitivo-, no emplean los medios anal¨ªticos ni electr¨®nicos, sino la contabilidad tradicional.

La conformidad de las multinacionales con el incremento de un 16% lineal, seg¨²n las informaciones facilitadas a este peri¨®dico, explica la dureza de las exigencias del colectivo colegial farmac¨¦utico, que no quieren verse relegados en el reparto, cuando ¨¦ste beneficiar¨ªa inequ¨ªvocamente a los laboratorios extranjeros. Del mismo modo, Farmaindustria eleva su petici¨®n hasta el 22%, porcentaje lejos de alcanzar, pero que permitir¨ªa situar la revisi¨®n de precios en una cota que salvase a algunos laboratonos nacionales.

Las informaciones facilitadas a este peri¨®dico se?alan que, entre el 16% ofertado por la Junta Superior de Precios, y el 10% fijado por el MTSSS -quien, l¨®gicamente, no pude atreverse a mayores, ya que es la Seguridad Social el principal consumidor y pagador de f¨¢rmacos-, parece que dejar¨ªa el aumento en un 12% o un 13%.

Tal como se plantea esta revisi¨®n de precios de los medicamentos, supondr¨ªa un incremento, mayoritariamente pagado por la Seguridad Social, muy superior al que se aprob¨® en su d¨ªa en el Congreso de Diputados como presupuesto de la Seguridad para subvenir a los costes de la prestaci¨®n farmac¨¦utica.