Los oficialistas "hacen pi?a" con el secretario general en el debate de su gesti¨®n
Los veintid¨®s oradores que intervinieron ayer en el debate sobre el informe de Santiago Carrillo reflejaron claramente la tensi¨®n que existe entre los sectores del PCE. Los oficialistas trataron por todos los medios de hacer una pi?a con el secretario general, con leves matices -como los aportados por el secretario general del PSUC-, mientras renovadores y federalistas criticaron con dureza el modelo de partido de Carrillo y las invitaciones a marcharse que se les hace desde el sector mayoritario. De esta forma, el debate sobre la gesti¨®n de Carrillo se transform¨® en una clara toma de posiciones de cara al resultado final de este X Congreso.
En palabras de Fernando P¨¦rez Royo, portavoz de la minor¨ªa andaluza (cr¨ªtica), resulta especialmente lamentable que durante la exposici¨®n del informe de Carrillo se aplaudieran doce veces los ataques a las tendencias, al ?enemigo interior?, y en cambio s¨®lo hubiera dos aplausos para las cr¨ªticas a UCD y Coalici¨®n Democr¨¢tica. Sucedi¨® esta exposici¨®n a la del portavoz de la mayor¨ªa andaluza, Antonio Romero, quien dijo que los profesionales no tienen motivos de queja, puesto que tienen un 30% de representantes en el congreso, o sea, mucho m¨¢s de lo que suponen entre la militancia del partido. Esta afirmaci¨®n levant¨® protestas.Roberto Lertxundi, portavoz de la delegaci¨®n vasca, expres¨® sus dudas de que el modelo de partido propuesto por Carrillo permita realizar la estrategia eurocomunista en la pr¨¢ctica. ?Desde el IX Congreso (1978) no hemos avanzado en la creaci¨®n de un partido democr¨¢tico, sino que hemos retrocedido?, afirm¨®. Dijo que no se pod¨ªa hacer ?de la discrepancia, herej¨ªa?; insisti¨® en que no deben buscar los enemigos del partido dentro del partido; y respondi¨® a las alusiones de Carrillo -en el sentido de que quien no est¨¢ conforme puede marcharse-, con la frase de que ?hay que abrir las puertas, pero no para que se marche nadie, sino para que entren los que han salido?, que fue muy ovacionado por gran parte de los delegados. Asimismo critic¨® que el PCE no exija mayor control parlamentario de la aplicaci¨®n de la ley antiterrorista, que en ocasiones -dijo- est¨¢ sirviendo para cubrir el allanamiento de derechos y la tortura.
Otra intervenci¨®n significativa de la postura renovadora fue la de la corriente minoritaria de Madrid, que fue presentada por Jos¨¦ Luis Malo. En una exposici¨®n m¨¢s ponderada de la que proyectaba este sector el d¨ªa anterior, argument¨® que en el informe de Carrillo se atacan frontalmente las tendencias, pero no se avanza soluci¨®n alguna que permita la libre expresi¨®n individual y colectiva. ?Lo que est¨¢ en el centro del debate es el partido necesario para la realizaci¨®n de la estrategia eurocomunista; y este partido tiene que resolver el problema de la participaci¨®n y de la libertad de expresi¨®n?.
"A toda m¨¢quina, hacia las masas"
Frente a estos argumentos, los oficialistas, o partidarios de Carrillo, atacaron directamente por el flanco del fraccionamiento y de los peligros que ofrecen las tendencias para la ruptura de la unidad del PCE. ??Es que la clase obrera nos demanda un partido con tendencias organizadas??, se pregunt¨® Adolfo Pi?edo, representante de la mayor¨ªa de Madrid (oficialista). ?No son tendencias organizadas lo que necesitamos, sino amplias posibilidades de debate: una tribuna en Mundo Obrero, por ejemplo, donde cada cual pueda expresarse individualmente ?. Y refiri¨¦ndose a los argumentos de los cr¨ªticos, afirm¨® tambi¨¦n: ?Lo que se nos propone no es un partido de nuevo tipo, con posiciones renovadoras, sino un partido de viejo tipo, con posturas conservadoras y a la defensiva?.Y para curarse en salud ante ciertas cr¨ªticas, Pi?edo afirm¨® rotundamente: ?Los que estamos de acuerdo con el informe pensamos con nuestra cabeza, y no con la de Santiago Carrillo?, frase que fue muy bien acogida por los partidarios de esta posici¨®n. Como colof¨®n, Pi?edo propuso que, tras el X Congreso, cese el debate sobre los problemas internos, y el partido sea capaz de ?dirigirse a toda m¨¢quina hacia los movimientos de masas y la clase obrera
Menos alineado con la tesis de Carrillo, aunque anunciando el voto de la mayor¨ªa de los delegados catalanes a su informe, el secretario general del PSUC dijo que ?har¨ªamos mal en continuar este debate despu¨¦s del congreso?. Seg¨²n Francesc Frutos. ?el problema no es el de corrientes, s¨ª, corrientes, no. Los planteamientos de mayor¨ªas y minor¨ªas son los m¨¢s socialdem¨®cratas que pueden hacerse; la cuesti¨®n real es la profundizaci¨®n de la democracia, del debate y de la acci¨®n pol¨ªtica?. Asimismo invit¨® a que se excluyan del partido los que no acepten colectiva y democr¨¢ticamente las resoluciones aprobadas.
La postura minoritaria de la delegaci¨®n del PSUC fue mantenida por Alfredo Clemente, quien representaba a los convencionalmente considerados como duros o prosovi¨¦ticos. En su breve intervenci¨®n invit¨® a que no se tergiversen sus posiciones, entre las que cit¨® el rechazo expl¨ªcito del eurocomunismo, la negativa al electoralismo, la lucha por la paz y la disoluci¨®n de los bloques militares, el apoyo decidido a los ?mal llamados movimientos marginales?, estrategia de unidad de la izquierda y una l¨ªnea de ?resistencia al gran capital?. Asimismo advirti¨® que no debe amenazarse con sanciones a los disidentes. porque en Catalu?a -seg¨²n su opini¨®n ?supondr¨ªa sancionar a la mayor¨ªa de los militantes del PSUC?.
La informaci¨®n sobre el X Congreso del PCE ha sido realizada por y Joaqu¨ªn Prieto.
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