El fallo destaca la prioridad de las leyes org¨¢nicas sobre los estatutos de autonom¨ªa

El fallo del Tribunal Constitucional fue considerado en Catalu?a como la primera manifestaci¨®n legal concreta de que la filosof¨ªa de la armonizaci¨®n auton¨®mica ser¨¢ aplicada a Catalu?a. En efecto, el fallo destaca la prioridad de las leyes org¨¢nicas sobre el desarrollo de los contenidos b¨¢sicos de los estatutos de autonom¨ªa, pese a que ¨¦stos sean tambi¨¦n leyes org¨¢nicas que adem¨¢s fueron plebiscitadas en los ¨¢mbitos de su aplicaci¨®n.La total sumisi¨®n de toda la legislaci¨®n auton¨®mica a la legislaci¨®n general, y en la pr¨¢ctica su desarrollo reglamentario, convierte al Parlamento catal¨¢n en una asamblea inoperante o en todo caso sometida al criterio ajeno.

Jur¨ªdicamente el fallo se basa en una interpretaci¨®n restrictiva para las autonom¨ªas del art¨ªculo 149 de la Constituci¨®n, que atribuye al Parlamento espa?ol el establecimiento de las ?bases del r¨¦gimen jur¨ªdico de las administraciones p¨²blicas?. Con esta interpretaci¨®n, el significado de la expresi¨®n ?competencias exclusivas?, presente en el Estatuto catal¨¢n, queda reducido a un orden que contrasta con su contenido sem¨¢ntico.

La ¨²nica reacci¨®n pol¨ªtica registrada ayer en Barcelona provino del presidente del Parlamento catal¨¢n, Heribert Barrera, que manifest¨® a este diario que ?si alguien quisiera fomentar el independentismo catal¨¢n, seguro que no lograr¨ªa hacerlo tan bien como el Gobierno central?. Esta valoraci¨®n se sustentaba en el car¨¢cter popular que posee en Catalu?a el rechazo de la divisi¨®n provincial. Este rechazo es el sentimiento m¨¢s arraigado en el catalanismo pol¨ªtico, despu¨¦s de la defensa de la lengua y cultura catalana. Es significativo que incluso pol¨ªticos del franquismo, como Santiago Udina Martorell, expresase reiteradamente bajo la dictadura su total oposici¨®n a la divisi¨®n provincial.

El camino seguido por los intentos de restablecer en Catalu?a la divisi¨®n territorial, basada en las comarcas y. las vegueries, es particularmente complejo. El presidente preauton¨®mico, Josep Tarradellas, hubiese podido sin dificultad alguna llevarlo a cabo. Fueron tiempos en que el entonces ministro del Interior, Rodolfo Mart¨ªn Villa, manifestaba textualmente a la Prensa que ?en el tema de las diputaciones la pelota est¨¢ en campo catal¨¢n? (sic). Pero el octogenario pol¨ªtico prefiri¨® utilizar a los presidentes franquistas de las diputaciones catalanas -que, no obstante, en ¨¦ste y en otros temas se situaban a su izquierda- en beneficio propio, con la pretensi¨®n, luego fallida, de perpetuarse en la presidencia de la Generalidad.

Ayer, Pujol prefiri¨® el silencio. Todo el Gobierno catal¨¢n estuvo reunido toda la jornada, fuera de Barcelona, en una inexplicada ?jornada de reflexi¨®n?, por decirlo en los ins¨®litos t¨¦rminos usados por el servicio de Prensa de la Generalidad.