Calvo Sotelo naveg¨® por la r¨ªa de Ribadeo (Lugo) en su primer d¨ªa de vacaciones
El presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, descansa, desde hace dos d¨ªas, en Ribadeo (Lugo), en su per¨ªodo de vacaciones oficiales, dedicado casi exclusivamente al deporte de la navegaci¨®n a vela y a ba?arse en las playas m¨¢s solitarias de la Costa Verde que ¨¦l y su esposa, Pilar Ib¨¢?ez, conocen casi palmo a palmo.Durante la mayor parte del domingo pasado, el matrimonio se dedic¨® en solitario a la navegaci¨®n a vela, a bordo de su peque?a embarcaci¨®n Juan¨ªn, y a la pr¨¢ctica del remo sobre un bote min¨²sculo que lleva el nombre de su hijo mayor, Poldito. En esta ¨²ltima embarcaci¨®n, el presidente cruz¨® dos veces la r¨ªa de Ribadeo para asistir a una regata local que se celebr¨® el domingo en la cercana villa de Castropol, en Asturias.
Ayer, acompa?ado tambi¨¦n de su esposa, Leopoldo Calvo Sotelo se ba?¨® durante un buen rato en la playa de Las Catedrales, un lugar de incre¨ªble belleza natural, que el presidente se enorgulleci¨® de presentar a los pocos periodistas que le acompa?arnos como ? algo que se parece a la Victoria de Samotracia?, refiri¨¦ndose a los profundos acantilados que circundan la costa.
Leopoldo Calvo Sotelo lleg¨® a su lugar preferido de vacaciones, una villa del norte de Lugo, en la que guarda sus m¨¢s ¨ªntimas relaciones familiares y amistosas, dispuesto a dedicarse exclusivamente al descanso y a la vida personal. El presidente dej¨® bien claro ayer que no piensa mantener ninguna actividad pol¨ªtica espec¨ªfica.
No estar¨¢, por tanto, contra lo que pareci¨® posible inicialmente, ni en la celebraci¨®n del trofeo futbol¨ªstico Terresa Herrera, en La Coru?a, ni en la clausura del curso que est¨¢ celebrando su partido pol¨ªtico en el antiguo campamento del Frente de Juventudes de Gandar¨ªo (La Coru?a). Tampoco parece posible que vaya a recibir visitas que trasciendan el estricto entorno de su vida familiar y privada.
Lejos de la vida oficial, Calvo Sotelo parece dispuesto, en cambio, a mantener una intensa actividad dedicada principalmente al deporte del mar y a sus aficiones m¨¢s personales, como la m¨²sica y el canto. Ayer se mostr¨® muy interesado en reunirse con algunos viejos amigos de Ribadeo, entre los que figura un popular zapatero de la villa, para cantar y escuchar habaneras, como hizo tradicionalmente en todos los a?os que pas¨® en esta localidad lucense.
Cant¨¢brico y habaneras
El presidente del coro local, su primo Carlos Fern¨¢ndez C¨ªd, ser¨¢ uno de sus anfitriones, en este sentido, y le prepara para ello una actuaci¨®n p¨²blica de la Coral, que dirige, y una sesi¨®n privada de habaneras a la que no parece posible que asista este a?o uno de los amigos del presidente, V¨ªctor Moro.
En principio, la ¨²nica actividad oficialmente relacionada con la vida pol¨ªtica la va a mantener el presidente, al reunirse con la Corporaci¨®n municipal de Ribadeo dentro de pocos d¨ªas. Est¨¢ fuera de dudas que Leopoldo Calvo Sotelo haya viajado de vacaciones a Galicia para algo que no sea su estricto descanso personal y, en este sentido, destaca la informalidad de su comportamiento en la villa, lejos de cualquier estridencia oficialista y particularmente dirigido a la b¨²squeda de un tiempo que aqu¨ª en la soledad de su chal¨¦ sobre el Cant¨¢brico, le puede parecer perdido.
Seg¨²n ayer mismo confesaba su esposa, Pilar Ib¨¢?ez. la vida de la familia cambi¨® totalmente estos d¨ªas y s¨®lo el tel¨¦fono les mantiene ligados algunas veces al mundo cotidiano de la Morteloa y al ajetreo de la pol¨ªtica habitual. Toda la familia del presidente est¨¢ compuesta por grandes aficionados al mar y la llegada de los hijos del matrimonio, ayer por la noche, era esperada con alegr¨ªa. Inicialmente, s¨®lo viaj¨® a Galicia con ellos el hijo mayor, Leopoldo, que suele navegar a vela en solitario a corta distancia del padre y que en la noche del domingo asisti¨®, tambi¨¦n solo, a la verbena de la villa asturiana de Figueras, al otro lado de la r¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.