La zona de Tarifa podr¨ªa proporcionar mas de 1.000 vatios de energ¨ªa e¨®lica por metro cuadrado
La energ¨ªa e¨®lica en la zona del estrecho de Gibraltar, especialmente Tarifa y sus alrededores, podr¨ªa proporcionar m¨¢s de mil vatios por metro cuadrado, seg¨²n se deduce de un estudio realizado por el Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial (INTA), con datos suministrados en los a?os cincuenta y sesenta por la Comisi¨®n Nacional de Energ¨ªas Especiales y el Servicio Meteorol¨®gico Nacional (actualmente, Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa).
Sin embargo, los datos proporcinados por dicho estudio son meramente indicativos y servir¨¢n de base para la realizaci¨®n del mapa e¨®lico nacional, el cual ser¨¢ utilizado posteriormente para la implantaci¨®n selectiva de aerogeneradores en las zonas m¨¢s interesantes.Un 2%, aproximadamente, de la energ¨ªa solar que incide sobre la Tierra se transforma en energ¨ªa cin¨¦tica del viento. Las grandes circulaciones e¨®licas a nivel planetario son ocasionadas por el irregular calentamiento de la superficie terrestre en las zonas polares y ecuatoriales. En estas ¨²ltimas, el aire caliente se eleva, para descender en los polos. El aire fr¨ªo, por el contrario, tiende a moverse superficialmente hacia el Ecuador. La rotaci¨®n de la Tierra se encarga de alterar estas circulaciones generales, dando lugar a la aparici¨®n de los alisios (cerca del Ecuador), los ponientes (en latitudes de 40? a 55? Sur y Norte) y las grandes zonas de calma (tr¨®picos de C¨¢ncer y Capricorn¨ªo, altas latitudes, Ecuador). A su vez, estas grandes corrientes son modificadas por efectos t¨¦rmicos a escala menor, por diferencias de calentamiento entre mar y tierra (brisas), y por la orograf¨ªa de cada lugar.
Nuestro pa¨ªs est¨¢, en una primera aproximaci¨®n, bien dotado de recursos e¨®licos para su posible explotaci¨®n. Seg¨²n el estudio realizado por el INTA, puede llegarse a la conclusi¨®n de que en Espa?a hay varias zonas de energ¨ªa e¨®lica muy elevada: Canarias, la regi¨®n del Estrecho, las costas gallegas, el valle del Ebro, Baleares y el extremo noreste peninsular.
La costa gallega figura con una producci¨®n anual potencial de energ¨ªa e¨®lica de alrededor de cuatrocientos vatios por metro cuadrado, Gran Canaria, entre doscientos y mil, y el Estrecho, m¨¢s de mil. La zona centro parece ser una de las m¨¢s pobres en este tipo de energ¨ªa, ya que los estudios realizados s¨®lo le asignan valores de unos cien a 150 vatios por metro cuadrado. En cambio, el valle del Ebro llega a cifras superiores a los trescientos vatios por metro cuadrado.
Sin embargo, los estudios comentados tienen dos importantes limitaciones para ser realmente indicativos de cara a una prospecci¨®n exhaustiva de la energ¨ªa e¨®lica en nuestro pa¨ªs, ya que ofrecen lagunas en la red de observatorios y en las variables parametrizadas.
Adem¨¢s de los valores energ¨¦ticos medios anuales obtenidos tanto por los registradores de la Comisi¨®n Nacional de Energ¨ªas Especiales como por extrapolaci¨®n de valores de velocidades de los vientos del INM, resulta de vital importancia la distribuci¨®n de dicha energ¨ªa a lo largo del tiempo.
Estas fueron, entre otras, las razones primordiales que han conducido a la firma, en la pasada semana, de un convenio de cooperaci¨®n entre tres orgnismos de la Administraci¨®n (direcciones generales de Innovaci¨®n Tecnol¨®gica e Industrial, de Energ¨ªa y del Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa) y uno del sector privado (UNESA) para la elaboraci¨®n de un mapa e¨®lico nacional, primer paso dentro del proceso prospectivo e¨®lico-energ¨¦tico en nuestro pa¨ªs, y que ser¨¢ seguido con posterioridad por el dise?o e instalaci¨®n de los aerogeneradores m¨¢s adecuados. En este primer paso ser¨¢n instalados unos ochenta sensores autom¨¢ticos en otros tantos puntos de la geograf¨ªa espa?ola, con el fin de detectar las ¨¢reas de inter¨¦s real. Una vez detectadas, ser¨¢n sorideadas las variables e¨®licas a diferentes alturas en dichas zonas y ser¨¢n estudiados los efectos de canalizaci¨®n a¨¦rea que ejerce la topograf¨ªa en las mismas.
El siguiente paso, que corresponder¨¢ a los responsables de Industria, ser¨¢ elaborar y recomendar los diferentes tipos de aerogeneradores m¨¢s propicios para cada zona en concreto, en virtud de los sondeos meteorol¨®gicos.
Sin embargo, todo hay que decirlo, la energ¨ªa suministrada por los vientos se enfrenta a un gran problema: la falta de disponibilidad continua, al igual que la energ¨ªa solar. Tal inconveniente s¨®lo ser¨ªa subsanable mediante t¨¦cnicas apropiadas (y lo que es m¨¢s importante, baratas) de acumulaci¨®n, lo que todav¨ªa no ha sido conseguido satisfactoriamente. De todas formas, s¨ª hay actividades, como la agricultura, que podr¨ªan verse beneficiadas de la aplicaci¨®n e¨®lica directa a los riegos. Los diferentes m¨¦todos (aspersi¨®n, riego por agua embalsada, etc¨¦tera) estar¨ªan obviamente condicionados al potencial e¨®lico-energ¨¦tico de cada zona en concreto. En un estudio aproximativo (en virtud de los datos disponibles hasta la fecha) realizado por los doctores S¨¢nchez-Tarifa, Fern¨¢ndez Cuevas y Salv¨¢ Monfort, casi el 80% de la superficie peninsular podr¨ªa explotar este tipo de recurso con fines agr¨ªcolas. Baleares y Canarias gozan, seg¨²n dicho estudio, de condiciones buenas y muy buenas, respectivamente, para dicha explotaci¨®n.
Cabe a?adir, por ¨²ltimo, que un aerogenerador de cincuenta kilovatios ha sido conectado a la red el¨¦ctrica italiana por primera vez en aquel pa¨ªs. Se trata del primer paso, en Cerde?a, de un programa que prev¨¦ la instalaci¨®n en dicha isla de diez generadores e¨®licos similares al ya construido en dos a?os. Si la experiencia resulta positiva, el ENEI (compa?¨ªa nacional italiana de electricidad) construir¨¢ aerogeneradores de cuatro megavatios para ser instalados en aquellas zonas de Italia en las que el viento sea un recurso abundante.
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