Muri¨® el actor asturiano Jos¨¦ Su¨¢rez, gal¨¢n del cine espa?ol de la posguerra

En la noche de anteayer falleci¨® en Moreda (Asturias) Jos¨¦ Su¨¢rez, uno de los galanes del cine espa?ol del franquismo, que inici¨® su carrera con la pel¨ªcula Altar mayor, basada en la novela de Concha Espina, y alcanz¨® su cota m¨¢s alta con Calle Mayor, de Juan Antonio Bardem, una pel¨ªcula que c¨®ntenla un trasfondo de cr¨ªtica social a la vida espa?ola de entonces.

Jos¨¦ Su¨¢rez naci¨® en Trubia (Asturias) en 1919. De revisor de ferrocarril dio por casualidad el salto al cine, que se revel¨® como su aut¨¦ntica vocaci¨®n. En 1943 entr¨® a formar parte de la n¨®mina de galanes espa?oles con Altar mayor. M¨¢s tarde consigui¨® una cierta penetraci¨®n en el cine de Italia, pa¨ªs en el cual lleg¨® a trabajar con directores como Francesco Rossi.Despu¨¦s de participar en 58 pel¨ªculas reapareci¨® s¨®lo espor¨¢dicamente. En La trastienda, de Jorge Grau, hizo el papel de un sacerdote del Opus que convenci¨® a un m¨¦dico de la obra de la necesidad de romper sus relaciones pecaminosas con una enfermera (Mar¨ªa Jos¨¦ Cantudo). El ejercicio de los cargos de alcalde y jefe local del Movimiento del Ayuntamiento de Aller y una trombosis le alejaron definitivamente del cine.

Su¨¢rez vivi¨® sus ¨²ltimos a?os en Moreda, aislado y en unas condiciones f¨ªsicas y econ¨®micas muy precarias. Sus ¨²nicos ingresos proced¨ªan de una casa que hab¨ªa hecho con el dinero de sus pel¨ªculas y de una pensi¨®n de la Mutualidad de Artistas. Jos¨¦ Su¨¢rez se declar¨® siempre identificado con el r¨¦gimen surgido de la guerra civil espa?ola. En una entrevista publicada en la revista Asturias Semanal el 29 de agosto de 1970 expresaba deseos contradictorios: por una parte, proyectaba la direcci¨®n de alguna pel¨ªcula; por otra, ya comenzaba a sentir la necesidad de descansar en alg¨²n rinc¨®n de Asturias.

Aparte de las consideraciones cr¨ªticas que merecieron las pel¨ªculas en las que actu¨® como int¨¦rprete principal, Jos¨¦ Su¨¢rez ser¨¢ recordado por haberle dado al cine espa?ol la imagen de un gal¨¢n cuya int¨¦rnacionalidad fue reconocida.

Jos¨¦ Su¨¢rez compuso una amplia filmograf¨ªa, en la que rara vez se encuentran trabajos interpretativos de gran relieve. Supo, sin embargo, realizar su trabajo con discreci¨®n. Si no dispon¨ªa de un gran talento, tampoco exager¨® sus ambiciones. El envaramiento que muchas veces daba a sus personajes fue utilizado por los directores, ehcarg¨¢ndole con frecuencia papeles de inspector de polic¨ªa, obligado siempre por el esquema de cine negro a una frialdad distanciadora.

Juan Arrtonio Bardem le entendi¨® mejor, contrat¨¢ndole para el personaje del t¨ªmido Juan en Calle Mayor (1956), quien, obligado por sus amigotes del casino, seduce a la solterona del pueblo, con quien no debe.al final casarse. Inspirada en La se?orita de Trev¨¦lez, de Carlos Arniches (que Edgar Neville ya hab¨ªa llevado al cine, respetando con acierto su clave sainetesca), la pel¨ªcula de Bardem obtuvo un claro ¨¦xito internacional, que permiti¨® a Jos¨¦ Su¨¢rez ser conocido en ,otros pa¨ªses.

Italia le reclam¨®, ofreci¨¦ndole trabajos tan interesantes como el de Francesco Rosi en El desaf¨ªo (1958), y otros de menos envergadura: Los italianos est¨¢n locos, Siete hombres de oro, El magistrado... El g¨¦nero de aventuras (alimentado por la coproducci¨®n) le especiafli¨® en cierta, manera. En Espa?a continu¨® su tipo: Diego Corrientes, de Antonio Isasi, lo convirti¨® en bandolero; A tiro limpio, de P¨¦rez Dolc, en peligroso gangster; Once pares de botas, de Rovira Beleta, en intr¨¦pido futbolista.

Jos¨¦ Su¨¢rez, sin embargo, no alcanz¨® una popularidad concreta; su trabajo se reparti¨® en pel¨ªculas de corte muy diverso, y quiz¨¢ ello le perjudic¨® como estrella.