La exclusi¨®n de los "renovadores" del nuevo secretariado agudiza la crisis interna del PCE
La decisi¨®n del secretario general del Partido Comunista de Espa?a (PCE), Santiago Carrillo, de no permitir la entrada de ning¨²n renovador en el secretariado, m¨¢ximo ¨®rgano decisorio del partido, ha causado un profundo malestar entre los renovadores, sector caracterizado por la cr¨ªtica abierta a los m¨¦todos de Carrillo.De hecho, aunque los renovadores declararon en su d¨ªa que no estaban dispuestos a formar parte de otro ¨®rgano de poder que no fuera el Comit¨¦ Central, lo cierto es que su defenestraci¨®n del secretariado y su limitado acceso al ejecutivo les han llevado a replantearse sus posiciones de futuro: con la fuerza moral que les supone el haber obtenido un respaldo sistem¨¢tico del 30% en el X Congreso, celebrado a finales de julio, y el apoyo indirecto de m¨¢s de 40% de los miembros del Comit¨¦ Central, representado en los 34 votos, sobre 83, que obtuvo Zald¨ªvar, piensan continuar defendiendo sus posiciones, convencidos de que no hay renovaci¨®n posible en el PCE mientras contin¨²e rigi¨¦ndolo Santiago Carrillo, seg¨²n informaron a EL PAIS fuentes de este sector.
De este modo, lo que en principio pudo considerarse una victoria del secretario general, que logr¨® crear divisiones entre los renovadores, al admitir a algunos y vetar a otros en el Comit¨¦ Central, se ha vuelto ahora contra ¨¦l.
De la intervenci¨®n de Carrillo en la sesi¨®n cerrada del Comit¨¦ Central puede deducirse que ¨¦ste no conf¨ªa en los renovadores: reprodujo unas palabras pronunciadas por Julio Segura, en el sentido de que pensaban seguir dando la batalla, defendiendo sus posiciones -no aceptadas por la mayor¨ªa de los delegados-, y utiliz¨® este argurriento para justificar la exclusi¨®n del ejecutivo de Segura, ?el ¨²nico economista presentable que tenemos en el PCE?, seg¨²n expresi¨®n de los renovadores. Lo que no hizo Santiago Carrillo fue recordar la clara advertencia de Lertxuridi en este mismo sentido efectuada durante el congreso, precisamente porque el secretario general de los comunistas vascos s¨ª est¨¢ presente en la nueva direcci¨®n.
En la propuesta de comisi¨®n de candidaturas presentada al pleno del Central.por Santiago Carrillo s¨®lo estaba incluido un renovador, Jos¨¦ Carlos Mauricio, secretario general de los comunistas canarios, junto a cinco oficialistas. Entre ellos, el propio Carrillo, quien demostr¨® as¨ª su inter¨¦s por participar directamente en los trabajos de la comisi¨®n encargada de designar a los candidatos a miembros del comit¨¦ ejecutivo y del secretariado.
Otro renovador, Carlos Alonso Zald¨ªvar, solicit¨® entonces la inclusi¨®n en la comisi¨®n de candidaturas de Roberto Lertxundi, secretario general del PC de Euskadi-EPK y uno de los m¨¢ximos dirigentes de este sector. Fue entonces cuando Carrillo dijo que primero se votaba su propuesta, y s¨®lo en el caso de que ¨¦sta no obtuviera la mitad m¨¢s uno de los votos se someter¨ªa a votaci¨®n del Comit¨¦ Central la inclusi¨®n de Lertxundi. Carrillo consigui¨® sacar adelante su lista e interceptar el paso al renovador vasco. De los 84 miembros que se hallaban presentes en ese momento en la sala, cincuenta votaron la propuesta de su secretario general, diecis¨¦is lo hicieron en contra y diecisiete se abstuvieron.
La exclusi¨®n de "Pasionaria"
Antes de que la comisi¨®n se reuniera para comenzar sus trabajos, Zald¨ªvar present¨® una lista de candidatos al comit¨¦ ejecutivo y al secretariado alternativa a la de Carrillo. En ella, adem¨¢s de los hombres propuestos por el secretario general, se inclu¨ªa la presencia de Dolores Ib¨¢rruri, Pasionaria -los estatutos obligan que la presidenta del partido sea a su vez miembro del ejecutivo-, y la de los renovadores: Eulalia Vintr¨®, Julio Segura, Pilar Brabo, Carlos Alonso Zald¨ªvar, Jos¨¦ Carlos Mauricio y Manuel Azc¨¢rate. No apoyaban, sin embargo, a los candidatos carrillistas Ignacio Gallego, Romero Mar¨ªn, Gonz¨¢lez Jerez, Juan Francisco Pla, Latierro y Anselmo Hoyos, y propon¨ªan que los mencionados renovadores les sustituyeran. Finalmente, Pasionaria no figur¨® entre los candidatos, aunque su exclusi¨®n contraviene los estatutos.Posteriormente, Carrillo solicit¨® una hora para que la comisi¨®n se reuniera, tiempo este que se quintuplic¨®, lo que da una idea de lo espinoso de la negociaci¨®n. Santiago Carrillo, siempre seg¨²n las citadas fuentes, defendi¨® la inclusi¨®n de Cazcarra, el autor del incidente m¨¢s tenso registrado durante el X Congreso, al calificar a los renovadores de socialdem¨®cratas, y abog¨® por dejar fuera a Manuel Azc¨¢rate, tambi¨¦n renovador y experto en temas internacionales en el PCE. Ambas propuestas de Carrillo fueron derrotadas.
Transcurridas las cinco horas, Carrillo present¨® al pleno a los candidatos. Y en su discurso de presentaci¨®n, el secretario general del PCE dijo que lo m¨¢s importante en esos momentos era ?asegurar una direcci¨®n homog¨¦nea capaz de hacer cumplir lo aprobado en el congreso?. Por esta raz¨®n, todos los miembros que componen el secretariado son exclusivamente carrillistas. ?En cambio?, continu¨® explicando Carrillo, ?en el comit¨¦ ejecutivo ha habido mayor apertura?. Se refer¨ªa a la inclusi¨®n de Roberto Lertxundi (neutralizado, por otra parte, por Latierro, su primer enemigo dentro del mismo partido en Euskadi y colocado por Carrillo por encima de ¨¦l en el secretariado), a Manuel Azc¨¢rate, a Sol¨¦ Tura y a Angel Guerre¨ªro. Noobstante, advirti¨®: ?Esta apertura no implica integrar posturas contrapuestas?.
Acusaciones de Carrillo
Antes de terminar, Carrillo record¨® que ?hay que poner fin de manera radical a las corrientes de opini¨®n y a las tendencias, y se ha terminado la ¨¦poca de hacer declaraciones a la Prensa contando las deliberaciones internas?. Despu¨¦s se sucedieron una serie de intervenciones de los renovadores pidiendo explicaciones del porqu¨¦ no se hab¨ªa reelegido a Pilar Brabo y a Zald¨ªvar, responsable de la pol¨ªtica municipal del PCE y miembros del anterior secretariado. Carrillo les acus¨® entonces de haber hecho trabajo fraccional.
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