Glauber Rocha, uno de los principales directores del "nuevo cine brasile?o", muri¨® a los 43 a?os
Glauher Rocha, uno de los directores m¨¢s representativos del llamado ?nuevo cine brasile?o?, muri¨® durante la ma?ana de ayer, en la cl¨ªnica Bambina de Botafogo, de R¨ªo de Janeiro, a consecuencia de una bronconeumon¨ªa. El director, autor, entre otras, de las pel¨ªculas Dios y el diablo en la tierra del sol, Tierra en trance, Antonio das Mortes, Cabezas cortadas y La edad de la Tierra, hab¨ªa sido hospitalizado el viernes pasado, tras el regreso de una gira por Portugal. Ten¨ªa 43 a?os.
Glauber Rocha hab¨ªa nacido en Vitoria de Conquista, Bah¨ªa (Brasil), en 1938. Abandon¨® su carrera de Derecho para dedicarse al periodismo y, posteriormente, al cine. Ejerci¨® primero la cr¨ªtica cinematogr¨¢fica y pronto se convirti¨® en uno de los principales te¨®ricos del cinetna novo brasile?o (Revisi¨®n cr¨ªtica del cine brasile?o, 1963).Destac¨® como uno de los elementos m¨¢s rebeldes del grupo del nuevo cine brasile?o y se distinaui¨®, sobre todo, por la b¨²squeda de un cine nacional y popular. ?Queremos hacer pel¨ªculas de autor, cuando el cineasta pasa a ser un artista comprometido con los grandes problemas de su tiempo; queremos hacer pel¨ªculas de combate en la hora del combate y pel¨ªculas para construir en el Brasil un patrimonio cultural?, hab¨ªa eserito en aquella ¨¦poca.
La b¨²squeda concreta de cine nacional-popular la inici¨® Rocha con dos cortos: O patio y A cruz na pra?a. Previamente hab¨ªa colaborado con Luiz Paulino, en Rampa. En 1961 realiz¨® su primer largometraje, Barravento, que, a pesar de que qued¨® incompleto, se present¨® como una obra combativa, ya que describ¨ªa los resortes inconscientes de la rebeli¨®n a trav¨¦s de una historia que narra los lazos m¨¢gicos que unen a los pescadores con el mar por medio de la macumba.
Su siguiente pel¨ªcula, Dios y, el diablo en la tierra del sol (1963), constituy¨® en su tiempo una pieza clave del nuevo cine brasile?o y contribuy¨® eficazmente a la difusi¨®n de ¨¦ste en Europa. Luis Bu?uel consider¨® esta pel¨ªcula como ?¨²nica en la historia del cine? tras haberla visto en el Festival de Cannes en 1965. Esta fue una de las pel¨ªculas m¨¢s conflictivas, sobre todo porque pretend¨ªa desmontar los mitos de muerte, Dios y diablo, que oprimen a los campesinos.
Posteriormente, Glauber Rocha realiz¨® Tierra en trance ( 1966) y Antonio das Mortes (1968), que le confirmaron como una de las cabezas de lista del cine latinoamer¨ªcano. Sali¨® de Brasil y dirigi¨® poco despu¨¦s dos pel¨ªculas, una en Africa, El le¨®n de las siete cabezas (1970) y otra en Espa?a Cabezas coriadas, tambi¨¦n en 1970. Despu¨¦s se apart¨® de la pr¨¢ctica cinematogr¨¢fica por motivos pol¨ªticos, hasta que en 1972 reemprendi¨® su actividad como director y realiz¨® C¨¢ncer, a la que sigui¨®, algunos a?os despu¨¦s, La edadde la Tierra, que fue presentada en el Festival de Venecia en 1980 y, que fue severamente cr¨ªticada por los medios especializados.
A pesar de que Glauber Rocha viv¨ªa desde 1980 en Europa (Par¨ªs, Roma y Lisboa), La edad de la Tierra signific¨® su regreso an¨ªmico a Brasil, despu¨¦s de varios a?os de exilio interior y exterior . La entrega personal que Rocha hace en esta pel¨ªcula a la causa tercermundista le vali¨® admiraci¨®n en unos y duras cr¨ªticas en otros.
En el plano personal, Glauber Rocha qued¨® muy afectado por la incomprensi¨®n que se produjo en el ¨¢mbito de la cr¨ªtica cinematogr¨¢fiea internacional hacia La edad de la Tierra. Deprimido por este hecho, Rocha confes¨® a un periodista que se preparaba para un nuevo exilio, esta vez no pol¨ªtico, sino ?interior, un exilio ¨ªntimo para intentar analizar el punto donde se encontraba y buscar una salida?.
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