El Centro M¨¦dico Valdecilla, de Santander, pone en marcha una pol¨ªtica nacional de trasplantes
El Centro M¨¦dico Nacional Marqu¨¦s de Valdecilla, de Santander, est¨¢ estudiando la reiniciaci¨®n en Espa?a de los trasplantes de coraz¨®n, actualmente en vigor en Estados Unidos y muy desarrollados en el Reino Unido, dentro de una pol¨ªtica coordinada de trasplantes, cuya armonizaci¨®n est¨¢ realizando un equipo de t¨¦cnicos del hospital. Para la consolidaci¨®n de ese Centro Nacional de Trasplantes, Valdecilla cuenta con el apoyo de laboratorios que dominan las t¨¦cnicas respectivas, especialmente las de determinaciones inmunol¨®gicas, adem¨¢s de con servicios en los que la t¨¦cnica de trasplante est¨¢ plenamente desarrollada, como es el caso de ri?¨®n, m¨¦dula y c¨®rnea.
Seg¨²n el director general del Centro M¨¦dico Valdecilla, el doctor Segundo L¨®pez V¨¦lez, ?los estudios previos de necesidades demuestran que pr¨¢cticamente para todas estas t¨¦cnicas, algunas ya de rutina de nuestro hospital, disponemos de medios y personal suficientes?, aunque sean necesarias algunas modificaciones en la estructura hospitalaria, singularmente obras (ya subastadas) para conseguir el ambiente adecuado a determinadas operaciones. L¨®pez V¨¦lez, refiri¨¦ndose al equipo implicado en el desarrollo del programa y al trabajo que lleva realizado en las ¨²ltimas semanas, afirm¨® que ?se trata ¨²nicamente de fijar protocolos y, sobre todo, de unificar las actividades de los diversos servicios para polarizar su acci¨®n al servicio de una pol¨ªtica global de trasplantes y no de meras acciones aisladas?.?Alcanzadas las metas de unas elevadas cotas de calidad asistencial?, el Centro Marqu¨¦s de Valdecilla necesitaba, en opini¨®n de su director general, marcarse unos objetivos prioritarios ?en los que volcar su esfuerzo en los pr¨®ximos a?os?. De esa actividad interdisciplinar, que abarcar¨¢ de momento a sectores como nefrolog¨ªa, cirug¨ªa cardio-vascular, hematolog¨ªa, cirug¨ªa general y oftalmolog¨ªa, se beneficiar¨¢n, dado el car¨¢cter de nacional del hospital santanderino, otras regiones espa?olas.
Desde su constituci¨®n como centro nacional en 1973, en Valdecilla se han realizado 86 trasplantes de ri?¨®n (ocho el a?o en que se iniciaron, 1975; 27, en 1980, y 23, en lo que va de 1981), cuatro de m¨¦dula ¨®sea (tres en 1980 y uno este a?o), y seis trasplantes de c¨®rnea, cuatro de ellos en los seis primeros meses de 1981.
Control de calidad y listas de espera
El innegable deterioro de la sanidad, especialmente sensible en la red hospitalaria nacional, se ha reflejado en Valdecilla a lo largo de las ¨²ltimas semanas en un enfrentamiento entre direcci¨®n y sindicalistas de UGT de Cantabria en torno al control horario, las listas de espera y, en general, la calidad asistencial que se ofrece en el centro. La central socialista, que considera ilegales las sanciones impuestas a cinco administrativos que se negaron a aceptar el control horario si ¨¦ste no se hac¨ªa extensivo a toda la plantilla, ha distribuido unas hojas informativas a los usuarios advirti¨¦ndoles que bajo la evidente mala administraci¨®n de la Seguridad Social se esconde la intenci¨®n de implantar ?un sistema de medicina privada que perjudicar¨ªa a los m¨¢s d¨¦biles econ¨®micamente?.En esa l¨ªnea, se denuncia que, paralelamente a las ?interminables listas de espera? para intervenciones quir¨²rgicas a los beneficiarlos, hay enfermos privados que ?entran por la puerta grande, benefici¨¢ndose de privilegios que no tenemos los que pagamos peri¨®dicamente la Seguridad Social?.
La respuesta de la direcci¨®n del hospital de Valdecilla a estas y otras acusaciones se hace en base al control de calidad que, en su opini¨®n, ?est¨¢ dentro de los par¨¢metros que marcan internacionalmente los ¨ªndices para acreditar la calidad de un centro de acuerdo con las indicaciones del propio Ministerio de Sanidad?.
As¨ª, de acuerdo con los est¨¢ndares propuestos, los controles permanentemente ejercitados en Valdecilla en todos los niveles de la asistencia m¨¦dica indican que los ¨ªndices tolerados de mortalidad que dan reducidos considerablemente en reci¨¦n nacidos (0,75% frente a 1,5% tolerado), en mortalidad materna (0% contra 0,25%), en muertes imputables directamente a anestesia (0% frente a 1 por 5.000), en infecciones (toleradas 2%, Valdecilla 1,34%), en muertes de posoperados (0,7 % frente al 1 % tolerado), o en infecciones posoperatorias (1,8 % frente al 2 %). Para el director general, doctor L¨®pez V¨¦lez, estas cifras, ?con un margen m¨ªnimo de error por no disponer de inform¨¢tica adecuada?, indican que el control de calidad para el hospital Valdecilla ?es absolutamente satisfactorio en cuanto a las actividades t¨¦cnicas de la instituci¨®n, lo que justifica sobradamente que estemos en condiciones de abordar los problemas t¨¦cnicos m¨¢s ambiciosos?.
Por lo que se refiere a las listas de espera, que UGT de Cantabria considera excesivas aludiendo a falta de planificaci¨®n, inexistencia de un control horario o de permanencia en el puesto de trabajo, y preferencia a los privados, todo ello porque, en su opini¨®n, ?el equipo de direcci¨®n no quiere enfrentarse a ciertos sectores del estamento m¨¦dico?, la respuesta de la direcci¨®n detalla la situaci¨®n en cada uno de los servicios, y concluye que se trata de listas de espera ?dentro del l¨ªmite correcto, en la mayor parte de los servicios, si bien el Centro M¨¦dico Marqu¨¦s de Valdecilla tendr¨¢ que soportar, seguramente durante mucho tiempo -en tanto no se resuelva la reforma sanitaria y el desarrollo de la medicina de primer y segundo niveles-, unos problemas que no son espec¨ªficos de un hospital cuya tecnificaci¨®n, incluso la m¨¢s sofisticada, y la capacidad t¨¦cnica de su personal m¨¦dico exigir¨ªan una selecci¨®n estricta de los enfermos tributarios de la acci¨®n hospitalaria?.
Los intentos de control del personal igualitario para todos los estamentos son rechazados porque ?las funciones diversas exigen enjuiciamientos diversos y no es lo mismo controlar a la tripulaci¨®n de un avi¨®n que a quien despacha los billetes en una taquilla?.
Seg¨²n este principio, ?mantenido en todos los hospitales occidentales?, el estamento m¨¦dico tiene que ser controlado por rendimiento y no estrictamente por puntualidad horaria de trabajo.
De casa de salud a centro m¨¦dico nacional
El Centro M¨¦dico Nacional Marqu¨¦s de Valdecilla, creado en 1973 por la fusi¨®n de la antigua Casa de Salud Valdecilla, de fundaci¨®n privada, y la residencia Cantabria, de la Seguridad Social, es, con 3.992 trabajadores, la mayor empresa de la regi¨®n, con un presupuesto para el pr¨®ximo a?o de 8.300 millones de pesetas. Esa agrupaci¨®n funcional y administrativa de dos centros consolidados ser¨ªa complementada en 1976 con la puesta en funcionamiento del edificio de traumatolog¨ªa y cirug¨ªa, y la creaci¨®n de una Facultad de Medicina en el mismo campus hospitalario. La inversi¨®n total ascendi¨® a casi 3.000 millones de pesetas.Para entender la historia del centro m¨¦dico nacional y, en alguna medida, de la propia evoluci¨®n hospitalaria espa?ola hay que remontarse, sin embargo, a 1929, cuando el indiano monta?¨¦s Ram¨®n Pelayo de la Torriente, marqu¨¦s de Valdecilla, despu¨¦s de haber amasado una gran fortuna en Cuba encarga al doctor Gregor¨ªo Mara?¨®n la b¨²squeda de los mejores especialistas en las distintas ramas de la medicina. Paralelamente, un arquitecto recorr¨ªa varios pa¨ªses de Europa para conocer las t¨¦cnicas m¨¢s avanzadas en la construcci¨®n de hospitales. El resultado de ambas gestiones fue una casa de salud, considerada durante muchos a?os mod¨¦lica, y en la que los nombres de algunos de los dieciocho especialistas propuestos por Mara?¨®n trascendieron la fama nacional. Entre ellos merece la pena recordar a los doctores T¨¦llez Plasencia, L¨®pez Albo, Aguilar, D¨ªaz Caneja, Guillermo Arce, Lamelas, Garc¨ªa Bar¨®n, etc¨¦tera.
Como todas las grandes obras que han roto moldes tradicionales, la Casa de Salud Valdecilla naci¨® con un evidente signo pol¨¦mico que, en muchos aspectos, se mantuvo hasta su desaparici¨®n como tal, cuando una parte de sus pabellones fueron derruidos para dar paso al actual edificio de grandes proporciones, tipo de la arquitectura hospitalaria de la d¨¦cada de los sesenta, de influencia americana.
El coste de construcci¨®n y puesta en funcionamiento de la casa de salud, en 1929, ascendi¨® a catorce millones de pesetas, siendo su plantilla de 273 personas. Dos a?os despu¨¦s, en 1931, fecha del primer presupuesto de la entidad, los gastos ascendieron a un mill¨®n y medio de pesetas, con las que se atendieron 184.718 estancias de enfermos, con un coste medio por estancia de ocho pesetas y seis c¨¦ntimos. Cuando en 1973 se constituye en centro m¨¦dico nacional, la casa de salud ten¨ªa un presupuesto de s¨®lo 131 millones, indicativo de un deterioro progresivo cuyas dificultades crecientes hasta 1969 aconsejaron la decisi¨®n de incorporarla a la Diputaci¨®n Provincial de Santander en forma de fundaci¨®n p¨²blica de servicios. Poco despu¨¦s se pondr¨ªa la primera piedra del actual hospital general.
Una organizaci¨®n t¨¦cnicamente revolucionaria
La historia de Valdecilla, en cuyos comienzos particip¨® desde lo merarnente m¨¦dico el doctor Mara?¨®n, no se podr¨ªa entender sin la referencia a la cualidad empresarial del marqu¨¦s fundador, que pudo haber realizado, simplemente, una aportaci¨®n econ¨®mica para la revitalizac¨ª¨®n del entonces existente hospital provincial de San Rafael. Las dotes de organizador en el mundo de los negocios del marqu¨¦s de Valdecilla marcaron, sin embargo, la nueva instituci¨®n, que romp¨ªa la normativa cl¨¢sica en los otros hospitales espa?oles, estructurados en compartimientos pr¨¢cticamente estancos, con escaso esp¨ªritu de trabajo en equipo y una dedicaci¨®n pr¨¢cticamente exclusiva al sector ben¨¦fico.La Casa de Salud Valdecilla naci¨® t¨¦cnicamente revolucionaria, con un organigrama hospitalario basado en servicios muy especializados en su doble faceta m¨¦dica y quir¨²rgica, coordinados entre s¨ª, con consultas externas y marcando ya el nuevo concepto hospitalario con una especial estructura arquitect¨®nica. Consecuencia de esos principios progresistas fue la creaci¨®n de una escuela de enfermeras y de un instituto m¨¦dico de posgraduados, ambas realizaciones las m¨¢s antiguas de Espa?a en su concreta materia, y que podr¨ªan enmarcarse en aportaciones decisivas al sistema hospitalario nacional.
Cuando a finales de los a?os sesenta se empieza a pensar en un nuevo Valdecilla, el equipo dirigido por el doctor L¨®pez V¨¦lez quiso colocar de nuevo a Valdecilla en la vanguardia hospitalaria, en esta ocasi¨®n en el ideal basado en la t¨¦cnica de cuidados progresivos y graduados, con un car¨¢cter din¨¢mico, y la filosof¨ªa de ser ?centro m¨¦dico que sirva de ensayo y muestra de un servicio nacional de salud?. La actual pol¨ªtica de trasplantes, la tendencia investigadora de algunos servicios y una fuerte inversi¨®n consolidan nuevamente esa tendencia en la que es hoy la primera empresa de Cantabria.
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