Iglesia y humor
El cardenal Taranc¨®n y el humorista Chuiny Ch¨²mez han dicho en estos d¨ªas la misma cosa. Taranc¨®n: ?Con Gobiernos menos cat¨®licos, la Iglesia vive mejor?. Chumy Ch¨²mez: ?Con la democracia, el humorista vive mejor?. Taranc¨®n, en los ¨²ltimos tiempos del franquismo, cuando el ¨®rgano de la catedral de Toledo tocaba mientras se hund¨ªa el Titanic nacionalsindicalista, fue un cura duro, despegado del R¨¦gimen, un cura hacia el futuro. Hizo un discurso de la Corona que yo o¨ª en el despacho del gran ginec¨®logo Hern¨¢ndez, por la radio, mientras ten¨ªamos a una paciente con todo el organismo al aire, que fue como la consagraci¨®n de la nueva ruta democr¨¢tica. Luego, cuando se vio que la democracia iba o veil¨ªa de verdad, la Iglesia, con Taranc¨®n de cruz alzada, empez¨® de nuevo a clamar derechos y dineros. Ahora que Taranc¨®n ya no es presidente de la Conferencia Episcopal, ahora que pasa a la reserva espiritual de Espa?a, el cardenal vuelve a su ser y dice otra vez lo que piensa:?La Iglesia le hizo demasiadas concesiones a Franco. Lo estamos pagando. Con Gobiernos menos cat¨®licos vivimos mejor?.
Pienso que hay una gran verdad en esto, porque Cristo, como todo motor del cambio hist¨®rico, era un poder a la contra. Es, m¨¢s o menos, lo que Tierno Galv¨¢n confiesa en sus memorias: que con Franco ten¨ªa m¨¢s carisma, m¨¢s influencia, M¨¢s misterio.
En cuanto a Chumy Ch¨²mez, ha dicho en la Universidad Meri¨¦ndez y Pelayo que al humor le va bien la democracia, contra ese t¨®pico de que el humor es de derechas o vive de la represi¨®n. Chumy es el maestro inmediato de todos los que hemos intentado el humor, en escritura o dibujo. (Mihura, a quien Haro-Tecglen ha dedicado aqu¨ª un ensayo corto de alcance largo, ser¨ªa el maestro mediato). El verdadero humorista, como el moralista profesional -el cura-, sabe que su trabajo es poner en cuesti¨®n lo que hay, siempre, aqu¨ª, ahora y en todo momento, porque la metaf¨ªsica sirve, cuando menos, como contraste de la f¨ªsica, como ¨¢cido revelador. Mas todo tiene su tr¨ªptico y el obispo de Santander ha dicho, tamb¨¦n en estos d¨ªas, que la m¨²sica profana no debe sonar en los recintos religiosos. Ha expulsado a Bach, Beethoven y Mozart de la procesi¨®n, que va por dentro, como don Marcelo expuls¨® a Paco Ord¨®?ez de la procesi¨®n del Corpus. La Iglesia, pues, sigue intolerante (e ignorante, porque la m¨²sica es la experiencia m¨ªstica de los no m¨ªsticos), pese a lo que diga Taraile¨®n, que est¨¢ en el paro teol¨®gico y habla por libre. El cura, el pol¨ªtico, el humorista, el intelectual, tiene que someterse al contraste de la libertad para no ser un intelectual programado, como los que denunciaba el otro d¨ªa en este peri¨®dico mi querido Garc¨ªa-Sabell, al que felicito por su nombramiento. Y, sobre todo, porque estas profesiones l¨ªmite -pensar, creer, ironizar- tienen que estar poniendo siempre en Cuesti¨®n la realidad, empezando por el que piensa, cree o ironiza. La Iglesia, fue madre madrastra de Franco. El humor fue concesivo con Franco. Chumy y Taranc¨®n, en un mismo d¨ªa, o casi, han aceptado el reto de la libertad. Chumy, que no hizo un solo chiste de Franco, sigue sleado Chumy despu¨¦s de Franco. Arrabal y los socialrealistas muneron culturalmente el 20/N.
Con el cambio de R¨¦gimen, la Iglesia ha perdido el humor y el humor ha dejado de ser una Iglesia (recinto cr¨ªptico de La Codorniz). Los cardenales vuelven a cabrearse contra Ord¨®?ez y Beethoven, contra divorcios y sinfon¨ªas. Y el humor va por libre en unos cuantos columnistas y dibujantes: Peridis es un resultado humor¨ªstico de la democracia. Taranc¨®n es un buen cura porque ironiza. Chumy, cardenal primado del humor, nunca quiso que Hermano Lobo fuese una Iglesia roja. La libertad ha dado, cuando menos, dos hombres libres.
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