Los euromisiles y el riesgo de hecatombe nuclear

Mientras se hac¨ªan los preparativos para la pasada conferencia semestral de primavera de los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN se desarrollaba en la Universidad de Groninga (Holanda) una reuni¨®n de muy distinto signo. Se trata de la Conferencia sobre la Guerra Nuclear en Europa, una asamblea que respond¨ªa a la inquietud despertada en los pueblos europeos por la creciente nuclearizaci¨®n del continente. La conferencia de Groninga puso de relieve que la amenaza de una guerra nuclear se ha incrementado peligrosamente en los ¨²ltimos tiempos. Y seg¨²n muy calificados participantes, la localizaci¨®n de esa guerra, si se produce, ser¨¢ Europa. Tal fue la conclusi¨®n a la que se lleg¨® en Groninga. Uno de los participantes m¨¢s destacados, el contralmirante norteamericano retirado Gene R. LaRocque, manifest¨® que existe el convencimiento creciente de que nos dirigimos inexorablemente hacia una guerra at¨®mica en Europa. A juicio del militar norteamericano, director del Center for Defense Information, entidad privada con domicilio en Washington, parece injusto que la guerra nuclear que se est¨¢ preparando sea librada en naciones que no tienen intervenci¨®n sobre la decisi¨®n de usar las armas nucleares. Los puntos devista de LaRocque sintetizaron las apreciaciones de la mayor¨ªa de los participantes en la conferencia de Groninga, particularmente los holandeses, quienes se resisten al emplazamiento de los nuevos misiles norteamericanos a mediano alcance en su territorio. Precisamente, los aleatorios resultados de las elecciones celebradas en Holanda a mediados del pasado mayo fueron considerados como una se?al de la oposici¨®n al emplazamiento de misiles nucleares que les dio el electorado holand¨¦s a sus dirigentes pol¨ªticos. "El Grupo de Planificaci¨®n Nuclear de la OTAN, que tiene la responsabilidad de trazar los rumbos de las naciones de la Alianza en materia de guerra nuclear, ha urgido a los Estados europeos a adquirir r¨¢pidamente armas nucleares m¨¢s precisas y destructivas", ha afirmado el almirante LaRocque. Pero, como puntualizaron otros participantes en la conferencia de Groninga, a medida que se despliegan m¨¢s armas nucleares seincrementan tambi¨¦n los riesgos que puede causar una guerra. El almirante norteamericano plante¨® adem¨¢s el problema del creciente militarismo en la sociedad estadounidense, que se aleja as¨ª de las soluciones pol¨ªticas. "Estamos siendo conducidos por los militares. Los militares, en los Estados Unidos, son la fuerza dominante de la sociedad", afirm¨® LaRocque, a?adiendo que los norteamericanos critican al clero, a los jueces e incluso a sus esposas, pero nunca al Estado Mayor Conjunto. Sobre los riesgos crecientes de guerra at¨®mica ha manifestado George McGovern, ex senador por Dakota del Sur y candidato presidencial dem¨®crata, que tanto Estados Unidos como la Uni¨®n Sovi¨¦tica tienen la capacidad para pulverizar nuestro planeta en cuesti¨®n de minutos. Cree el pol¨ªtico norteamericano que Estados Unidos deber¨ªa dar el primer paso para poner fin a la loca carrera armamentista y buscar la distensi¨®n con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, pues las posibilidadesde una aniquilaci¨®n total son m¨¢s fuertes que las posibilidades de sobrevivir. "Que no se escriba en nuestras l¨¢pidas que sab¨ªamos lo que sucedi¨® en Hiroshima, pero no dimos el primer paso para evitarlo", recalc¨® el ex senador norteamericano. Por su parte, el pacifista Philip Berrigan considera que est¨¢ en juego la supervivencia de la familia humana. Cree que Estados Unidos est¨¢ desarrollando una capacidad de "ataque anticipado" con la intenci¨®n de iniciar un holocausto nuclear. La carrera armamentista es la mentira suprema", dijo el ex sacerdote cat¨®lico, y a?adi¨® que, a pesar de los informes en contra, Estados Unidos lleva una gran delantera a la Uni¨®n Sovi¨¦tica en armamentos nucleares. La aparente finalidad del complejo militar-industrial es fomentar el armamentismo agresivo m¨¢s bien que concentrarse en la defensa. Los anteriores puntos de vista no son compartidos ni de lejos por el presidente norteamericano, Ronald Reagan, quien losconsidera t¨ªpicos del "s¨ªndrome de Vietnam", es deci ir, las posiciones antimilitaristas y pacifistas que se extendieron por Estados Unidos como consecuencia de la intervenci¨®n desastrosa en el sureste de Asia. En el discurso pronunciado durante las ceremonias de graduaci¨®n que se desarrollaron el 27 de mayo de 1981 en la Academia Militar de West Point dijo Reagan que "el debate, si hay alguno, ser¨¢ sobre qu¨¦ armas, no si deber¨ªamos sustituir los armamentos por los tratados y los acuerdos".. La b¨²squeda de la paz debe proseguir, pero, seg¨²n Reagan, existe una mejor posibilidad de hallarla si Estados Unidos mantiene su fortaleza militar mientras la busca. Y para justificar la pol¨ªtica armamentista de Estados Unidos, impulsada por su Administraci¨®n, el presidente Reagan, que es protestante, no vacila en acudir a las alocuciones pontificias, citando al papa P¨ªo XII "Dios ha puesto en manos de Norteam¨¦rica una afligida humanidad". Pues bien, as¨ª estamos. Para consolar a esta dolorida humanidad de sus aflicciones, el se?or Reagan y su Gobierno nos regalan con una profusi¨®n de misiles de alcance medio con carga nuclear y, como postre, la, bomba neutr¨®nica. Es decir, la llamada bomba supercapitalita... Ya podemos estar tranquilos.