Fuerte oposici¨®n en UCD a un Gobierno con independientes

Viene de primera p¨¢gina

Fernando Abril Martorel, diputado de UCD por Valencia y miembro de la ejecutiva centrista muy ligado al ex presidente Suarez, del que fue ¨ªntimo colaborador en el Gobierno, hizo una tajante declaraci¨®n a la agencia Efe en estos t¨¦rminos: ?No creo que el presidente del Gobierno cometa una torpeza de ese calibre. El rumor deben ser los deseos de Antonio Garrigues. Calvo Sotelo sabe muy bien que es el presidente de un Gobierno de UCD apoyado por los votos de UCD, que, en definitiva, es el primer partido de este pa¨ªs con m¨¢s de 100.000 militantes?.

?Antonio Garrigues?, a?adi¨® Abril Martorell, ?es claramente un pol¨ªtico con una falsa etiqueta de independiente y, por tanto, cualquier tipo de colaboraci¨®n ministerial suya requiere una clarificaci¨®n previa de actitudes pol¨ªticas. Esto supone que previamente hay que solicitar el ingreso en UCD y ser militante activo con derechos y obligaciones que corresponden a un miembro del partido pol¨ªtico?.

Aqu¨ª nadie parece dispuesto a respetar sus or¨ªgenes, comentaba a EL PAIS un destacado l¨ªder socialdem¨®crata centrista. A Su¨¢rez, a veces le costaba reconocer la fuente real de su primer nombramiento, luego refrendado por dos veces en las urnas, y a Calvo Sotelo le perturba ahora aceptar que su investidura naci¨® de una decisi¨®n del partido Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico.

El gran designio

Desde su acceso a la presidencia del Gobierno el 25 de febrero, Leopoldo Calvo Sotelo ha oscilado respecto al partido que le encumbr¨® entre dos posiciones l¨ªmite, seg¨²n un ex ministro miembro de la ejecutiva centrista. Algunos de los consejeros a¨²licos del presidente entre los que se menciona destacadamente a P¨ªo Cabanillas, le han animado a veces a llevar a cabo ?su gran designio?: la formaci¨®n de un Gobierno de grandes personalidades independientes -Claudio Boada, L¨®pez de Letona, Osorio, P¨¦rez del Bricio, Arcilza, Dur¨¢n Farell-, m¨¢s all¨¢ de la cantera de median¨ªas del partido a la que se refiri¨® displicente al nombrar a Garc¨ªa Sabell. Ese Gobierno acumular¨ªa en su favor un activo de prestigio aprovechando al m¨¢ximo el margen electoral que expira el 3 de marzo de 1983, y en la cresta de la ola se acometer¨ªa la reedici¨®n de aquella operaci¨®n fundacional llevada a cabo en mayo de 1977, que acab¨® siendo la Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico. Frente a esta aventura, los actuales l¨ªderes del partido, designados por los compromisarlos en el Congreso de Palma de Mallorca, exhiben los activos con que cuenta la actual UCD: m¨¢s de 30.000 concejiles, m¨¢s de 3.500 comit¨¦s locales. m¨¢s de 100.000 militantes. Toda una estructura que no se puede improvisar y que no se va a dejar uncir ni manipular, pese a los resortes que cabe movilizar desde la Presidencia del Gobierno.

La otra alternativa que Leopoldo Calvo Sotelo ha venido considerando, seg¨²n las fuentes centristas aludidas, es la de desembarcar en UCD. Los m¨¢s astutos le sugirieron aplazar tal acci¨®n hasta despu¨¦s de las elecciones gallegas, fijadas para el pr¨®ximo 20 de octubre, de las que s¨®lo cabe esperar quebrantos para los centristas. Durante algunos meses las posibilidades de Calvo Sotelo en la c¨²spide de la popularidad en todos los sondeos han sido omn¨ªmodas y su instrumento para llevarlas a cabo parec¨ªa no ser otro que Rodolfo Mart¨ªn Villa, al que se pensaba atribuir el puesto de secretario de acci¨®n electoral dentro de la Ejecutiva de UCD.

Rev¨¢lidas pendientes

Ha pasado el tiempo. Ahora el calendario se?ala un inmediato debate parlamentario sobre la colza, donde aparecen responsabilidades del Ministerio de Sanidad, pero tambi¨¦n del de Comercio y de los de Agricultura, Industria y Hacienda y, en definitiva, por elevaci¨®n, del propio presidente del Gobierno como coordinador de todos esos departamentos.

Algunos recuerdan adem¨¢s que Calvo Sotelo, para hacer hueco a Luis Ortiz, cambi¨® de cartera a Jes¨²s Sancho Rof, que de ser por formaci¨®n y mentalidad un excelente ministro de Obras P¨²blicas ha quedado en un penoso ministro de Sanidad. Luego insisten en trazar una evaluaci¨®n poco positiva de los reducidos nombramientos ministeriales de Leopoldo Calvo Sotelo y aducen para ello que Alberto Oliart no ha demostrado la energ¨ªa necesaria ni parece, pese al tiempo transcurrido, haber hecho pie por completo en su departamento. Tambi¨¦n se?alan la pobre impresi¨®n que traducen las palabras de Mat¨ªas Rodr¨ªguez Inciarte en su toma de posesi¨®n al definirse ?como hombre de Leopoldo?, con ecos de vicios tiempos ya superados.

A la rev¨¢lida de la colza hay que unir el posterior debate ya anunciado sobre la adhesi¨®n de Espa?a a la Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte (OTAN), donde la oposici¨®n socialista ha tomado tajantes posiciones p¨²blicas a las que tendr¨¢ que hacer honor. Y antes de fin de a?o espera la discusi¨®n de los Presupuestos Generales del Estado, que, a falta de un programa econ¨®mico como declaraba uno de los l¨ªderes socialdem¨®cratas, puede tambi¨¦n calentarse.

Centro-izquierda ganador

En definitiva, los hombres de Arlab¨¢n, sede de la Ejecutiva centrista, han pasado de un apoyo incondicional a Leopoldo Calvo Sotelo, que inclu¨ªa su propia autoinmolaci¨®n si hubiera sido precisa, a una actitud de respaldo siempre que se les explique con claridad al reclam¨¢rselo ?para qu¨¦, c¨®mo y con qui¨¦n?. Cualquier intento de desmontar desde la Moncloa a los actuales dirigentes de UCD, entre los que parece m¨¢s afianzado el presidente, Agust¨ªn Rodr¨ªguez Sahag¨²n, les encontrar¨¢ combatiendo para imped¨ªrselo.

Frente a la seducci¨®n de la gran derecha que abanderail Oscar Alzaga y Miguel Herrero de Mi?¨®n, a quienes se considera en Arlab¨¢n emisarios de los oran,des poderes econ¨®micos, los dirigentes de UCD esgrimen un dato que estiman definitivo: despu¨¦s del 2,3-F no se ha registrado corrimiento alguno del voto hacia la derecha. Por el contrario, los ¨²ltimos sondeos, los m¨¢s rigurosos y fiables, con proyecci¨®n nacional, que guardan como el m¨¢s preciado tesoro y a los que tuvo acceso EL PAIS, seg¨²n unas intenciones de voto del 23% al centro-izquierda, del 23% al centro, y del 11%, al centro -derecha. La suma arroja un 57% para las opciones de centro, escoradas hacia el centro-izquierda, del que se har¨ªa un regalo inexplicable al PSOE si UCD se desviara en la direcci¨®n que propugnan los de la llamada plataforma moderada.

La dimisi¨®n de Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez introduce otra variable que no ha sido despejada pese a la sustituci¨®n inmediata por el hombre m¨¢s a mano, P¨ªo Cabanillas, ?hacia el que el presidente propende a comportarse como quien tiene una deuda pol¨ªtica que colmar?, seg¨²n un ex ministro suarista.

Las inminentes elecciones gallegas llegan para UCD en plena disensi¨®n interna, nacida de las elecciones a la presidencia regional del partido. Se acusa a P¨ªo del fallo de su hombre, Franqueira, que retir¨® el apoyo comprometido a Su¨¢rez N¨²?ez, lo que permiti¨® el triunfo de Quiroga. Adem¨¢s, en el partido empieza a reclamarse con impaciencia que Leopoldo Calvo Sotelo baje a la arena electoral gallega para hacer campana. Luego vendr¨¢ la exigencia de que de los resultados se saquen las consecuencias adecuadas.