Servicios bancarios

( ... ) El servicio de domiciliaci¨®n bancaria de recibos supone sin duda un coste para las entidades financieras, que inevitablemente termina reflej¨¢ndose en el precio del dinero que prestan a sus clientes. No resulta l¨®gico que quien pide un cr¨¦dito o un descuento tenga que pagar por ¨¦l no s¨®lo lo que vale el dinero y la intermediaci¨®n, sino tambi¨¦n los servicios hasta ahora gratuitos que los bancos prestan a otros clientes. Clientes que son para los bancos, generalmente, los que s¨®lo intervienen en sus operaciones pasivas o los que garantizan temporalmente unos dep¨®sitos importantes pero no al peque?o precio de los intereses de los dep¨®sitos, sino al notable coste de un servicio. El problema, sin embargo, no ha quedado totalmente resuelto porque habr¨¢ que fijar unos topes por debajo de los cuales esos servicios no se cobren a determinados clientes -peque?as y medianas empresas, fundamentalmente-, por n¨²mero total de documentos manejados, o por importe m¨ªnimo o m¨¢ximo de documentos abonados o cargados en cuentas corrientes. E igualmente seguir¨¢ en p¨ªe el problema de que, en alguna medida, el cuentacorrentista tambi¨¦n obtiene un cierto beneficio que alg¨²n d¨ªa tendr¨¢ que satisfacer si el nuevo sistema consigue de verdad dar a los costes de intermediaci¨®n bancaria una aut¨¦ntica transparencia y a los costes del dinero una dimensi¨®n exclusivamente financiera. , 3 de septiembre