44 a?os de espera, resueltos en un vuelo de siete horas

Con cincuenta minutos de retraso sobre el horario previsto, ayer, a las 8.35 horas, llegaba al aeropuerto de Barajas el Guernica, de Picasso, y los 63 dibujos y bocetos que le acompa?an, despu¨¦s de una espera de 44 a?os, tras el fulminante trayecto por las calles de Madrid, los grandes cajones de embalaje, conteniendo 7.000 millones de pesetas en obras de arte, penetraban en el Cas¨®n del Buen Retiro, que ser¨¢ su sede definitiva.

La operaci¨®n cuadro grande, que concluy¨® felizmente con la llegada del Guernica de Pablo Picasso a Espa?a, pudo tambi¨¦n denominarse operaci¨®n discreci¨®n. Fue el secreto period¨ªstico mejor guardado de los ¨²ltimos tiempos. A pesar de que m¨¢s de un centenar de personas estaban alertadas previamente del traslado del Guernica, de Nueva York a Madrid, nadie desvel¨® los preparativos hasta el ¨²ltimo momento.Justo siete horas antes de que el Guernica saliera por ¨²ltima vez por la puerta trasera del Museo de Arte Moderno de Nueva York, en la calle 53 Oeste de Manhattan, embalado en un rollo y cinco cajas, entre el lienzo y los 63 bocetos, en dos camiones escoltados por cuatro autom¨®viles de la polic¨ªa metropolitana de Nueva York y un equipo de comisarios y geos espa?oles.

?Fue en este momento?, dijo el ministro de Cultura, I?igo Cavero, ?cuando el Guernica pas¨® bajo control y responsabilidad espa?ola?. Una responsabilidad valorada, por dar una cifra, en unos 4.000 millones de pesetas para la pintura, m¨¢s otros 3.000 millones para los bocetos que prepar¨® Pablo Picasso en inspiraci¨®n destinada a plasmar para la historia la barbarie humana, a partir del bombardeo masivo nazi de la ciudad vasca de Guernica.

Sin problemas particulares, la comitiva con el Guernica atraves¨® Manhattan, en medio de un tr¨¢fico casi paralizado por aver¨ªas el¨¦ctricas en los transformadores. Las cosas, no pasaron de ah¨ª. No se repiti¨® el robo ocurrido el pasado mes de junio, cuando desapareci¨® una camioneta en pleno centro neoyorkino con unos cuarenta grabados de Picasso, propiedad de la colecci¨®n de Marina Picasso.

?Las principales preocupaciones por parte del Museo se centraban en la reacci¨®n del p¨²blico. Hab¨ªan recibido muchos an¨®nimos en relaci¨®n con la salida del cuadro?, dijo Javier Tusell, director general de Bellas Artes. El secreto prevaleci¨®. Por no enterarse, ni siquiera se enteraron los turistas norteamericanos que viajaron ayer en el vuelo regular de Iberia Nueva York-Madrid, cuyas entra?as llevaban ¨²nicamente los 4.600 kilos de incalculable carga art¨ªstica, hist¨®rica y pol¨ªtica.

Tras un riguroso control de pasajeros y equipaje, husmeado por perros adiestrados para detectar explosivos, despeg¨® el jumbo Lope de Vega, con hora y media de retraso, ?debido a problemas de tr¨¢fico a¨¦reo?, anunci¨® escuetamente el comandante de la nave, Juan L¨®pez-Dur¨¢n.

A las ¨®rdenes del general S¨¢enz de Santamar¨ªa y del director de la Polic¨ªa, Fern¨¢ndez Dopico, inspectores y geos controlaban mezclados entre el pasaje cualquier movimiento sospechoso. ?Un secuestro con finalidades publicitarias fue uno de nuestros temores?, declar¨® Cavero, puro en mano y en mangas de camisa, al reducido grupo de corresponsales espa?oles en Estados Unidos que acompa?aron la comitiva.

Los pormenores de las largas negociaciones, casi cuatro a?os, para la recuperaci¨®n del Guernica abrieron el fuego informativo acompa?ado de un brindis con champa?a. ?Emoci¨®n, emoci¨®n es lo que siento en un momento como ¨¦ste?, expres¨® Cavero, ?porque el Guernica en Espa?a representa la consolidaci¨®n de la democracia y el fin de la transici¨®n?.

El general Saenz de Santamar¨ªa daba garant¨ªas a una inquieta azafata de que no aterrizar¨ªamos en ninguna playa del Caribe. Los viajeros dormitaban o contemplaban la pel¨ªcula Ahora me toca a m¨ª. Todo un t¨ªtulo para una operaci¨®n secuestro.

?La discreci¨®n se impuso por evidentes medidas de seguridad?, confirm¨® Cavero. ?Una seguridad que no se puede cubrir con p¨®lizas dado el car¨¢cter de la obra de Picasso. Vuelvo con el cuadro porque quiero asociarme a la suerte de la pintura hasta su regreso?, concluy¨® el ministro.

El mejor protegido del mundo

A 10.000 metros de altura, sin turbulencias, en un vuelo apacible, el hist¨®rico Guernica viajaba por vez primera hacia tierras espa?olas, donde jam¨¢s estuvo expuesto. Conclu¨ªa el viaje del tantas veces denominado el ¨²ltimo exiliado. Conclu¨ªa tambi¨¦n el ¨²ltimo respiro del Guernica, obra que veinticuatro horas antes a¨²n era posible admirar en Nueva York con la nariz casi pegada en la tela.

?Sin duda ser¨¢ el cuadro mejor protegido del mundo?, afirm¨® Javier Tusell, explicando los pormenores de la jaula climatizada que proteger¨¢ al Guernica en el Cas¨®n del Buen Retiro. M¨¢xima discreci¨®n para el traslado. M¨¢xima discreci¨®n para su exhibici¨®n, por temores nunca abiertamente desvelados, pero en la mente de todos.

Las l¨¢grimas de algunos directivos del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) por la perdida del Guernica, tras 42 a?os de ubicaci¨®n en el popular museo, ser¨¢n l¨¢grimas de emoci¨®n para algunos espa?oles cuando, a partir del 25 de octubre, puedan contemplar, finalmente, el Guernica en Espa?a.

?Queremos dar un tono did¨¢ctico, en todos sus aspectos, en la exposici¨®n del Guernica en el Cas¨®n del Buen Retiro?, afirm¨® Tusell. Explicar el sentido de ?grito contra la barbarie? deber¨ªa contribuir a enterrar para siempre los demonios de la guerra y la discordia entre los espa?oles.

?Si Picasso viviera todav¨ªa, ?cree usted que estar¨ªa en este vuelo??, pregunt¨® EL PA?S a Cavero. ?La mujer que todos los 8 de cada mes conmemora el fallecimiento de Picasso, el 8 de abril de 1973, Jacqueline, interpret¨® que s¨ª. Que la voluntad de Picasso fue que el Guernica est¨¦ en Espa?a?, declar¨® el ministro de Cultura.

El Guernica II, como ironiz¨® el comandante de Iberia al preguntarle el nombre del avi¨®n, aterriz¨® en Barajas sin novedad, a las 8.30 horas del jueves. ?Ah¨ª te entrego el paquete?, dijo el general Santamar¨ªa al teniente coronel de la Guardia Civil que, desde aquel momento, dirig¨ªa las operaciones de seguridad del cuadro.

Los viajeros, sorprendidos por la aglomeraci¨®n de la llegada, se enteraban que hab¨ªan viajado con el Guernica. La discreci¨®n prevaleci¨® hasta el ¨²ltimo momento.

Realizaron este reportaje: que viaj¨® en el avi¨®n; Bel Carrasco, Marisa Fl¨®rez, Fernando Becerra y Javier Garcia.