La polic¨ªa, en alerta preventiva ante un posible atentado de ETA Militar en Madrid
El mando ¨²nico para la lucha antiterrorista, reunido en los ¨²ltimos d¨ªas, ha puesto en alerta a los cuerpos y fuerzas de la seguridad del Estado que operan en Madrid ante la eventualidad de que la organizaci¨®n terrorista ETA Militar est¨¦ proyectando la posibilidad de realizar un atentado en la capital de Espa?a. La medida no obedece al hecho de que se haya detectado la presencia de alg¨²n comando ilegal en Madrid, tal como informaron ayer algunas agencias de noticias, sino que se trata de una actitud de prevenci¨®n ante lo que se supone una inminente ofensiva terrorista de la organizaci¨®n.
Expertos policiales en la lucha contra el terrorismo no descartan que ETA Militar est¨¦ proyectando en estos d¨ªas una nueva ofensiva para las pr¨®ximas semanas, habida cuenta de que en los ¨²ltimos meses su actividad ha estado limitada a atentados contra instalaciones de Iberduero y empresas filiales en las tres provincias vascas y Navarra, acciones estas que se consideran de menor envergadura dada la capacidad operativa de la organizaci¨®n. Dentro de esta probable ofensiva existe el temor de que ETAm no rechace la posibilidad de cometer un atentado en Madrid, ciudad donde su presencia toma una dimensi¨®n distinta a la del Pa¨ªs Vasco, por lo que es previsible que est¨¦ preparando el traslado de uno de sus comandos ilegales a esta capital.Aunque uno de los comandos que con m¨¢s probabilidades podr¨ªa ser destacado a la capital de Espa?a es el que se conoce policialmente con el nombre de Madrid, cuyo m¨¢ximo responsable ser¨ªa Jos¨¦ Andr¨¦s Izaguirre Gogorza, Gogor (al parecer, un conductor afirma haberle visto recientemente en esta ciudad), la polic¨ªa no descarta que la direcci¨®n de ETAm encomiende sus pretendidas acciones fuera del Pa¨ªs Vasco a destacados terroristas como Miguel Angel Apalategui Ayerbel Apala, o Miguel Golcoechea Elorriaga, Txapela. Ambos terroristas, cuyas fotouracias est¨¢n muy repartidas en el Pa¨ªs Vasco, estar¨ªan encontrando, a juicio de la polic¨ªa, grandes dificultades, por lo que es posible que se les encomienden misiones fuera de esa zona.
La alarma de Madrid es preventiva, y consiste en alertar a los efectivos del Cuerpo Superior de Polic¨ªa, Guardia Civil y Polic¨ªa Nacional qve operan en la capital de las sospechas que se tienen Le ETAm. Estos efectivos cuentan con fotograf¨ªas de los m¨¢s destacados terroristas de ETAm, y vigilan las zonas de la ciudad m¨¢s propensas a la actuaci¨®n de estos comandos. La polic¨ªa ha informado asimismo de sus sospechas a altos mandos militares, quienes han ordenado incrementar la vi,ilancia en las diferentes unidades militares, as¨ª como la puesta en pr¨¢ctica de otras medidas en torno a la seguridad de generales, jefes y oficiales.
La operaci¨®n de alerta coincide con la celebraci¨®n en Madrid de tres juicios contra presuntos miembros de ETAm, a los que se acusa de la realizaci¨®n de varios asesinatos, entre ellos el de un guardia civil, un polic¨ªa nacional y un chapista. Los supuestos etarras que se sentaron ayer en el banquillo fueron Jos¨¦ Pam¨®n Bidaburu, Pedro Juan Guridi, F¨¦lix Bengoa, Ram¨®n Arzamendi, Miguel Mar¨ªa Zubla y los hermanos Juan Manuel y Jos¨¦ Luis Hermida.
En el curso de uno de estosjuicios se produjo un incideite en la sala, protagonizado por un grupo de personas que se puso a cantar el Eusko gudariak (himno del soldado vasco) e irrumpi¨® en oritos a favor de ETAm y en contra de la polic¨ªa. Dos de estas personas fueron detenidas trasladadas a las dependencias policiales.La polic¨ªa inform¨® ayer de la detenci¨®n en Madrld del presunto miembro de ETApm Santiago Rezola Altula, de veintisiete a?os, al que se considera supuesto participante en el lanzamiento de artefactos, por medio de un lanzagranadas anticarro contra los edificios de los Gobiernos civiles de San Sebasti¨¢n y Pamplona, as¨ª como en el secuestro de un industrial. Rezola, que fue detenido por funcionarios de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid, ha sido puesto ya a disposici¨®n del juez.
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